LUCÍA ESCOBAR |
El rapero puertorriqueño René Pérez del grupo Calle 13 sorprendió al público guatemalteco cuando en su concierto el pasado 29 de noviembre salió al escenario con una playera que decía: #SihuboGenocidio. Poca gente sabía que ese mismo día se cumplían 31 años del secuestro y ejecución en manos del Ejército de Guatemala de Izaura, Juana, Carlos y Elena, cuatro miembros de otra de las tantas familias diezmadas por la guerra interna en este país. De ese dolor compartido por tantos guatemaltecos nació H.I.J.O.S., un colectivo de parientes de los desaparecidos en Guatemala que tiene como misión no olvidar y no callar. Son la semilla que el Ejército no logró acabar, son parte de los resistentes, los rebeldes, los que no están dispuestos a renunciar a su derecho histórico de transformar este país. Uno de ellos, el hijo de Izaura, fue quien le dio al cantante la playera y una copia de la Sentencia por Genocidio y Crímenes de Lesa Humanidad dictada contra el exgolpista José Efraín Ríos Montt, personaje siniestro que también menciona Calle 13 en la canción El Aguante. Que el concierto se haya llevado a cabo en el Estadio del Ejército lo vuelve aún más simbólico. Sé que nada cambia de nuestra triste realidad este gesto solidario pero a mí me dio alegría en el corazón y un poquito más de fuerza para seguir aguantando. O talvez para ya no querer aguantar. Tuve la misma cálida sensación en el concierto de Café Tacvba el año pasado cuando el cantante Rubén se solidarizó con los 48 cantones de Totonicapán por los asesinados de Alaska. Me conmueve encontrar más empatía afuera del país que adentro.
>@liberalucha
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