El nuevo gobierno: “Ni corrupto ni ladrón” pero también que no fomente la impunidad de la que el pueblo está harto.

MIGUEL ANGEL ALBIZURES
En medio del vendaval que arremete contra quienes hasta hace muy pocos días se consideraban intocables por la justicia, el día de hoy está tomando posesión el nuevo gobierno que, se supone, dirigirá los destinos del país en los próximos cuatro años. Imaginamos las presiones que está recibiendo para que, cuanto antes, pisotee la Constitución que jurará defender y respetar durante su mandato. Ojalá y ponga oídos sordos a los dinos que están desesperados y quieren que cumpla las promesas que les hizo y cobrarle los gastos de campaña.

Si por la situación especial que vivió el país el año pasado, y el tipo de candidatos que participaron en las elecciones pasadas, le sonó la campana, no debe caer en la trampa que le tienden quienes esperan que siga reinando la impunidad e insisten en la inocencia de quienes hoy están siendo juzgados por los hechos criminales del pasado porque antes no se habían agotado las investigaciones, y porque el sistema de justicia no se atrevía a sentar precedentes para que nunca más se repitan esos hechos.

El Presidente y los funcionarios que ha seleccionado para que formen parte de su equipo de gobierno, deben tomar en cuenta que la independencia de poderes debe mantenerse a toda costa, y que la captura de oficiales no es un ataque a la institución armada, como lo quiere hacer creer uno de los directivos de la asociación de dinos, ni representan actos de venganza de ninguna especie, sino simple y llanamente es la aplicación de la justicia negada durante más de tres décadas que ha impedido dar pasos serios para la reconciliación y la paz, que buena falta hacen para hacerle frente a la crisis económica, política y social que vive el país.

Quedar atrapado en las garras de los dinos, no es lo mejor que pueda hacer el gobierno, ni recostarse en los brazos de la oligarquía que lo van dormir para hacer lo que ellos quieren seguir haciendo del país, y para que se olvide de los retos que tiene por delante en aspectos de salud, educación, vivienda y, fundamentalmente, de combate decidido a la desnutrición crónica de la niñez y el hambre de más de nueve millones de personas. Si le entra con entereza a estos aspectos, puede tener la seguridad que tendrá el respaldo de la mayoría de la población que no es pendeja, y sabe reconocer todo aquello que va en beneficio del pueblo y no en beneficio de quienes se consideran los dueños de la finca. Ya entre los miembros de su gabinete aparecen varios ligados a intereses mineros y por supuesto al CACIF, ojalá y no responda a esos intereses porque el país seguirá siendo devastado y por eso esperamos que haga realidad su eslogan “Ni corrupto ni ladrón” pero también que no fomente la impunidad de la que el pueblo está harto.
http://elperiodico.com.gt/2016/01/14/opinion/el-nuevo-gobierno/