La tragedia de la Embajada de España habría sido responsabilidad de altos funcionarios de Guatemala que no respondieron a las llamadas del ex embajador Máximo Cajal y López , según se conoció hoy en una videoconferencia desde la Audiencia Nacional Española en Madrid.
Pedro García Arredondo estuvo presente durante la videoconferencia de Cajal y López. Foto Herlindo Zet/s21
“La policía tenía instrucciones de no facilitar salida alguna a esta situación crítica… y para mí el origen de todo esto es que quienes debían haber hablado para facilitar la salida de los campesinos y preservar su integridad física eran aquellas personas con quienes yo había intentado establecer contacto; es decir, el Canciller (de ese entonces) Eduardo (Castillo Valdez), y el ministro de Gobernación (Donaldo Álvarez Ruiz), allí es donde está la raíz de esta tragedia”, aseguró el diplomático, quien testificó desde la Audiencia Nacional Española.
También admitió que los campesinos y estudiantes que tomaron la sede diplomática llevaban bombas molotov, fabricadas con envases de aguas gaseosas y un pedazo de tela como mecha; sin embargo, reconoció que la PN irrumpió en su despacho, donde se hallaban más de 37 personas, luego de romper la puerta y efectuar disparos.
“Fue en ese momento cuando se escucha una explosión y las llamas, pero desconozco si éstas se produjeron por las bombas molotov o por las fuerzas de seguridad…lo extraño es que sólo estaban quemados la mitad de los cuerpos”, dijo, al recordar los hechos del 31 de enero de 1980.
Durante una hora con 40 minutos, el ex diplomático hizo énfasis en que las fuerzas de seguridad, ya con el siniestro, no permitieron que los cuerpos de socorro llegaran al lugar para prestar auxilio, y sólo refirió que había personal de la Cruz Roja. Además, los agentes de la PN le vociferaban que era un “hijo de puta y que estaba del lado de los campesinos”, subrayó.
También dieron declaración Beatriz de la Iglesia de López, esposa del ex diplomático, quien reveló que agentes de las fuerzas de seguridad de particular custodiaban a Máximo Cajal y que estos permitieron que sacaran a otro sobreviviente (Gregorio Yujá), quien apareció muerto en el campus de la Usac con un rótulo que decía: “Igual suerte correrá el Embajador de España”, por lo que el diplomático fue sacado y trasladado a la casa del embajador de Estados Unidos”. Otro de los que declararon fue Pedro Bermejo, director de Política Exterior para Iberoamérica, quien refirió que llegó al país un día después de los hechos.
Videos testimoniales sobre la quema de la embajada
Documental Embajada de España a 31 años
Quema de la Embajada de España, parte 1
a los heroes del 31 de enero
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