jueves, 7 de junio de 2012

Opinión: Las luchas estudiantiles

Opinión:

Las luchas estudiantiles

Hay muchos frentes que el Gobierno se abre.
Miguel Ángel Albizures
 
Las jornadas estudiantiles del martes en el Periférico, por la 9a. calle a la altura del Instituto Rafael Aqueche, y en la Avenida Petapa que se repitieron el miércoles, y posiblemente hoy en otros lugares, son el preludio de una lucha más generalizada que podría extenderse a los departamentos si se persiste en imponer, y no en consensuar o buscar otras formas que lleven a una transformación profunda de la educación y no parches que de nada sirven a las nuevas generaciones.

Tal como señalan en un cartelón que levantan las estudiantes: “¿Cuándo nos pidieron nuestra opinión?”, simplemente dijeron agua va y les importó poco la opinión de quienes, a pesar de su adolescencia, históricamente han demostrado que tienen mucho que decir y que son capaces de tomar calles y establecimientos para hacer valer sus derechos y ser escuchados. Los antimotines, sus bombas y garrotes, no son los que van a contener la respuesta estudiantil, ni las declaraciones amenazantes del Ministro de Gobernación que personalmente da órdenes de reprimir. Con ello simplemente están azuzando el fuego para que estudiantes de otros establecimientos salgan a la calle y que otros sectores se solidaricen y condenen la brutalidad policiaca, así ha sido siempre y seguirá siendo mientras las altas autoridades sigan empeñadas en imponer, en querer aplastar la rebeldía y no en encontrar soluciones justas a problemas simples.

No se trata simplemente de decir que “no serán afectados”, porque es como decirles “qué les importa que otros salgan jodidos”, si la solidaridad es un valor humano que hay que desarrollar y fortalecer en la juventud de hoy. Hay muchos frentes que este Gobierno se está abriendo y no creo que con la actitud del Ministro de Gobernación, quien privilegia la fuerza, apacigüe los ánimos, por el contrario los levanta y al final, después de graves consecuencias, entenderán que el camino es tomar en cuenta la opinión de los afectados y no creer que por su juventud, nada tienen que aportar.

Los carteles y las pintas parece que no dijeran nada, pero son la expresión de una juventud que se rebela contra el sistema y que al mismo tiempo dice: “No me quiten la oportunidad de ser maestra”, pero también “con tu lucro, no me educo” y por supuesto, que con imposiciones, garrotazos y bombas lacrimógenas, mucho menos.

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