Una vez más, las oligarquías y burguesías que surgieron de la desmembración del Estado Federal Centroamericano, se preparan para celebrar este 15 de Septiembre otro aniversario de la “independencia” pero cada quien por separado, recluidos en las estrechas fronteras nacionales.
Los desfiles escolares, las banderas, el ambiente festivo, etc, pretenden borrar de nuestra memoria un hecho trascendental: que tenemos origen común, nuestros pequeños países no existían el 15 de Septiembre de 1821. Cuando se proclamó la independencia, lo que existían era la Capitanía General de Guatemala dentro del virreinato de la Nueva España, y fue hasta Julio de 1823 que se constituyeron las Provincias Unidas de Centroamérica, y posteriormente en 1824 la Asamblea Nacional Constituyente decidió adoptar la organización de un Estado Federal llamado Republica Federal de Centroamérica.
Por ello, no nos cansaremos de denunciar la falsificación histórica que se les enseña a nuestros hijos en todos los colegios de Centroamérica. Las oligarquías y burguesías del área, quieren borrar de la historia el hecho vergonzoso que la primera independencia de Centroamérica fue proclamada el 15 de septiembre de 1821 por las mismas autoridades coloniales que, temerosas del desarrollo de la revolución anticolonial, plasmaron en la primera Acta de Independencia, lo siguiente: “1.- Que siendo la independencia del gobierno Español, la voluntad general del pueblo de Guatemala (…) el Sor. Jefe político la manda publicar para prevenir las consecuencias que serian temibles en el caso de que la proclamase de hecho el mismo pueblo”.
Era tanto el temor al pueblo que, unos meses después, el 5 de Enero de 1822 Centroamérica fue anexada, por decisión de sus gobernantes, al efímero imperio de Agustín de Iturbide. La lucha de los patriotas, tanto en México como en Centroamérica, posibilitó proclamar la Republica en México, derrotar al proyecto imperial de Iturbide, y liberar a Centroamérica de la opresión y control que ejercían las tropas mexicanas al mando del General Filísola, quien debió retirarse pero no sin antes anexar Chiapas a México.
Fue la rebeldía de las provincias, en la que jugó un papel destacado El Salvador, lo que permitió el 1 de Julio de 1823 declarar la segunda independencia de las Provincias Unidas de Centroamérica, la que en sus partes medulares ordenaba lo siguiente: “ Considerando por otra parte que: la incorporación de estas provincias al extinguido imperio mexicano, verificada solo de hecho a fines de1821 y a principio de 1822, fue una expresión violenta arrancada por medios viciosos e ilegales )…) Nosotros, por tanto, los representantes de dichas provincias, en su nombre, y con la autoridad y conformes en todos con sus votos, declaramos solemnemente: 1.- Que las expresadas provincias, representadas en esta Asamblea, son libres e independientes de la antigua España, de México, y de cualquier otra potencia, así del antiguo como del nuevo mundo (..)”
Esta fue la segunda Acta de Independencia de Centroamérica, en menos de dos años. Esta segunda y verdadera independencia terminó siendo liquidada a pocos cuando, a mediados del siglo XIX, fracasó el proyecto del Estado Federal Centroamericano, caímos bajo la influencia del naciente imperialismo norteamericano, y bajo la influencia del imperialismo y colonialismo inglés. Ambas potencias se disputaron por
Algún tempo la hegemonía y control de Centroamérica, ganando la pelea el imperialismo norteamericano, aunque los ingleses mantuvieron duramente mucho tempo su influencia sobre el caribe centroamericano, específicamente en Belice y la Mosquitia (Honduras
y Nicaragua). De estos dos territorios, solo Belice fue desmembrada de la nación centroamericana.
191 años después, Centroamérica continúa rezagada en la realización de tres grandes tareas democráticas: la independencia política, la liberación nacional y la reconstrucción del Estado federal. Estas tres grandes tareas democráticas ya no las puede realizar la burguesía. Les corresponde a los trabajadores ponerse al frente de la lucha por la independencia, la liberación nacional y la reunificación de Centroamérica, bajo la forma de un Estado federal.
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