Sobre lo sucedido en
Totonicapán y el Movimiento Social
Que lectura
podemos darle a los hechos ocurridos en Totonicapán a la luz de la situación
del movimiento social y popular en la actualidad frente a un escenario
posconflicto, o de posguerra, como algunos prefieren llamarlo?
Hay varios factores que se deben
destacar desde esa perspectiva, repudiando por supuesto el hecho sucedido,
porque pone de manifiesto que las relaciones sociales desiguales aún continúan
vigentes en este país construído sobre la base del despojo, del aniquilamiento,
de la imposición, del racismo en favor de una minoría que se ha autodenominado
como la clase dirigente, la clase civilizada, la que tiene todos los derechos
ciudadanos, a la que favorecen las leyes y los que han gobernado este país
desde que se fundó como tal.
Pero entrando
en materia acerca del papel que le corresponde cumplir a las organizaciones
sociales, que hoy al unísono ponen el grito en el cielo y todas se han
manifestado repudiando lo sucedido, que es lo menos que se podia esperar, es
preguntarse: ¿cuánto tiempo durará la protesta y la demanda de justicia sobre
este hecho? ¿A qué juegan las organizaciones hoy en día manifestándose solo
cuando sucede un hecho de esta magnitud? ¿Será
cierto que existe una agenda contrainsurgente de la Cooperación Internacional
como lo ha manifestado un columnista de un matutino? Y, de ser así, ¿por
qué las organizaciones sociales han caído en ese juego? ¿es que al final de
cuentas hoy ya solo interesa “cuidar nuestro trabajo” y por lo tanto la fuente
que provee el ingreso monetario? Y cuando sucede una agresión de cualquier tipo
a aquellos que consideramos nuestras aliados naturales, nos manifestamos más
por costumbre que porque realmente consideremos que aunando esfuerzos vamos a lograr
resultados positivos, resultados que ahora ya no sabemos a dónde queremos que
nos conduzcan porque a la brújula hace rato que le está fallando el norte.
Cuando decimos
que, a ver cuánto dura la protesta lo decimos por la experiencia que nos han
dejado estos años posteriores a la firma de la paz en que hemos venido
caminando totalmente divididos, cada quien en su parcela, gritando a los cuatro
vientos el respeto a nuestros derechos, pero los derechos de nuestro grupito en
el que marginamos a compañeros o compañeras que no piensen como nosotros o que
no se sometan a los lineamientos sobre los que el grupo se maneja.
Y, no
quisieramos pensarlo pero, sera que, dentro de esa agenda contrainsurgente de
la Cooperación Internacional está el levantar la voz sólo cuando sea necesario
y no más allá de lo que lo permite el “juego democrático”, para no alterar la
existencia pacifica y sana del “vivir en democracia”?
No es que nos
opongamos al apoyo que se ha brindado a la población de Totonicapán en estos
momentos que tanto lo necesitan, no, al juego que no queremos jugar y del cual
quisieramos que pudieramos despertar es al oportunismo del cual se ha venido
haciendo gala desde hace ya mucho tiempo y que aprovechamos muy bien para
demostrar a la comunidad internacional que, todavía se hace necesario su apoyo,
principalmente en euros, para seguir manteniendo nuestra fuente de trabajo que
nos permita solventar nuestro diario vivir y sin poner en riesgo la fuente que
lo provee.
Creémos que, en
algún lado dejamos bien guardadito el motivo por el que luchabamos en la época
anterior a los acuerdos de paz, en donde, aunque también habían ciertas
diferencias en los diferentes grupos organizados, había unidad a la hora de una
protesta, porque había un fin común, que no era precisamente el económico sino,
la transformación de la sociedad desde sus cimientos para buscar desde ahí el
beneficio para la colectividad. Pero, eso ya es pasado, ya nos esforzamos mucho
en aquella época y no logramos mayor cosa. Hoy hay cosas más importantes como,
vivir en democracia, y eso requiere de nuevos planteamientos, de nuevas
orientaciones, porque el bien común ya no interesa tanto. Que cada grupo luche
desde su trinchera y, cuando se necesite, se le puede apoyar, esto es cuando
haya una tragedia que afecte al colectivo o, cuando se trate de demostrar que
nos interesa la problemática ambiental, social o cultural en algunos casos,
pero que eso implique siempre una inyección de euros, si no, como que no
debemos darle mucha importancia y cuidarnos de entender muy bien lo que nos
indiquen nuestros amigos los cooperantes, porque su voz es muy importante para
tomar las decisiones más acertadas.
La tragedia que
hoy enluta al pueblo de Totonicapán, que es la tragedia pueblo de Guatemala en
general, debe de darnos una lección congruente con la era de cambio que
vivimos, que por demás está repetir lo que ya se viene diciendo hasta la
saciedad, y repensemos qué es lo que queremos y qué perseguimos como sociedad
civil organizada. Será que, los objetivos por los que luchamos durante 36 años
y por los que murieron bajo las políticas contrainsurgentes del Estado miles de
valiosos guatemaltecos, hombres y mujeres, ya no tienen vigencia y debemos
pensar solo en el derecho de nuestra naríz?
El buen vivir
que hoy se pregona desde el sur creo que nos quiere enseñar que debemos
retornar a las raíces, y desde esa vision de sociedad de los pueblos
originarios replantear nuestra relación y nuestra vision de pueblo, en donde
todas y todos enfoquemos nuestras fuerzas en la búsqueda de ese bien común que,
hoy por hoy ha vuelto a ser una utopia que no nos interesa resolver,
sencillamente porque el Sistema nos ha absorvido y nuestras organizaciones son
un fiel reflejo de ello.
Sabemos
perfectamente que el enfoque de nuestra lucha hoy en día no puede ser igual ni
compararse con la de los años de la Guerra interna, la dinámica social hoy es
muy distinta y necesitamos hacer un alto en el camino, analizar qué se ha
venido haciendo desde la finalización de la Guerra, por qué estamos tan
divididos y por qué hoy nos conformamos con protestar cada vez que sucede algo
trágico o, cada vez que consideramos que el protestar representa beneficios y
mantener presencia como en el caso de la minería y otros mega proyectos. Que un
militar, a estas alturas de la Historia, hoy gobierne Guatemala nos debería
llenar de vergüenza y ese solo hecho debería de servir para que nos pudieramos
sentar a dialogar representantes de todas las organizaciones y hacer un
análisis, para saber en qué estamos fallando o, por qué nos siguen imponiendo
sus agendas y hacen lo que les plazca, como disparar impunemente a todo aquel
que se interponga en el “camino del desarrollo” de este país. Hacer un análisis
para saber si en nuestras agendas aún hay objetivos de tipo revolucionario o,
¿económico-comercial-revolucionario?
La situación
actual nos demanda actuar de manera urgente, no a lo predecible que es,
represion-protesta-silencio, imposición de políticas
neoliberales-protesta-silencio. Ese juego ya lo conocen ellos y van a seguir
jugando con nosotros a costa de seguir perdiendo vidas valiosas. Dónde quedó
todo lo que aprendimos en nuestra formación revolucionaria? Nuestro amor por el
pueblo, nuestro discurso de cambio o, todo eso se lo llevaron los que con su
sangre fueron obligados a regar la patria.
Estas líneas
las escribimos con el mejor afán de contribuir a buscar la unidad que nos
permita reorientar nuestra vision y nuestra misión, ejes importantísimos para
la Cooperación internacional, y no pretende para nada, descalificar el trabajo
que cada organización desempeña sino solo, señalar que hay cosas que es
necesario replantear, si a nuestro interés y a nuestras lucha le queremos
seguir dando la categoría de revolucionaria.
Queremos
aprovechar para expresar nuestro apoyo total a la Periodista Carolina Vásquez
Araya y a nuestra querida amiga la Escritora Ilka Oliva, por las amenazas que
los dinosaurios, que se niegan a verse dentro de un museo, siguen profiriendo a
quienes se atreven a señalar las bajezas de seres inmorales e irrasibles, que
ya no encajan en una sociedad civilizada pero que, por ostentar cierto poder
económico e “influencias” se sienten protejidos y con plena libertad de seguir
actuando a la usanza de la mejor época ubiquista: La riqueza es nuestra, las
migajas para el pueblo.
Adelante
compañeras, pueden contar con nosotros y, continúen dándonos el ejemplo en la
lucha por transformar los cimientos de este sufrido país.
Guatemala Octubre 2012
8 de octubre "Dia del Guerrillero Heroico"
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