Reflexiones sobre la Asamblea General de Clacpi 2012
Entre el 8 y el 10 de octubre
pasados los miembros de la Coordinadora Latinoamericana de Cine y
Comunicación Indígena, CLACPI, nos reunimos para realizar la Asamblea
General de la organización, instancia que se lleva a cabo cada dos años
aprovechando el contexto del Festival Internacional de Cine y Video
Indígena.
Además de representar el fin de un
ciclo dentro de nuestra organización, la Asamblea es el espacio en el
que podemos evaluar nuestro trabajo tanto a nivel individual como
grupal, y el impacto que éste tiene en el bienestar de los Pueblos
Indígenas, que es el punto de partida y la dirección que guía todas
nuestras iniciativas.
Por otro lado, la Asamblea
representa el espacio en donde se van delimitando nuevos desafíos,
acordes a la realidad siempre cambiante, y a las posibilidades y
limitantes que nos ofrece el campo de la comunicación y el audiovisual,
día a día. En este sentido, la Asamblea de este año estuvo marcada
fuertemente por el resurgimiento de Mesoamérica, como una región que
necesita más que nunca gritarle al mundo lo que sucede dentro de sus
confines.
En una organización como CLACPI, en
donde la presencia de los pueblos andinos del sur ha sido históricamente
más notoria, las organizaciones del norte han logrado alzar la voz
sobre la situación que viven los pueblos de su región, y que puede ser
descrita perfectamente como un estado de guerra permanente: a veces con
el Estado, otras con la policía, los militares, los privados o el crimen
organizado, y en muchas ocasiones, con más de uno de estos
contrincantes a la vez.
Las instituciones en países como
Honduras, Guatemala y México, entre otros, no están cumpliendo con el
deber de proteger a nuestros hermanos y hermanas, sino, todo lo
contrario. La desinformación ha sido una gran aliada en estas
situaciones de injusticia, y es por lo mismo que destacamos la
participación de las organizaciones de Mesoamérica en la pasada
Asamblea, y la necesidad de mantener y aumentar esta participación
durante la nueva etapa que iniciamos como CLACPI.
Al mismo tiempo, esta nueva Asamblea
nos ha permitido reafirmar que la comunicación indígena tiene un
carácter político innegable. Frente a esto, CLACPI tiene el desafío de
convertirse en un referente de opinión, instalando a nivel internacional
los procesos sociales impulsados por los pueblos indígenas para superar
su situación de sometimiento. Se trata de una tarea que requiere mucho
trabajo y energía, pero que, dado la coyuntura, se ha transformado en un
imperativo ético que al mismo tiempo exige establecer mecanismos de
posicionamiento político a largo plazo.
Pensando en esto es que durante la
pasada Asamblea acordamos la implementación de una línea de trabajo de
incidencia política, que probablemente se verá fortalecida luego del
“Parlamento Internacional de Comunicación Indígena y Plurinacionalidad”
que se realizará en Buenos Aries, Argentina, entre el 13 y 16 de
noviembre próximo. En el Año Internacional de la Comunicación Indígena,
esta instancia cobra suma importancia, sobre todo porque permitirá
discutir el marco jurídico internacional y regional que existe en
materia de reconocimiento a la Comunicación Indígena.
Esto a su vez, abrirá las puertas
para generar mecanismos que garanticen a los Pueblos Indígenas el libre
ejercicio a la Comunicación, Libertad de expresión e Información en sus
respectivos países, así como direccionar exigencias y propuestas a los
Estados de Latinoamérica, elaborar recomendaciones y controlar el real
cumplimiento del marco internacional vigente en materia de Comunicación
Indígena para la construcción permanente de Estados Plurinacionales.
Una tarea pendiente, en este
sentido, es marcar nuestra presencia como organización, en instancias
internacionales como el Foro Permanente para Cuestiones Indígenas de la
ONU y el Comité de Expertos de la OIT sobre Asuntos Indígenas, entre
otras; además de potenciar el Observatorio de la Comunicación de CLACPI,
como una plataforma fundamental de incidencia política y de aporte en
términos del debate que supone la comunicación indígena dentro de
América Latina.
Para lograr lo anterior, entendemos
que es necesario consolidar la organización, replanteándonos aquellos
mecanismos que generen inestabilidad en nuestro trabajo, y fomentando
aquellos que nos permitan aglutinar nuestros discursos, aspiraciones y
modos de avanzar en la concreción de metas conjuntas. Se trata de un
proceso que exige consolidar la base que ya tenemos, de tal forma que
las y los comunicadores que nos releven cuenten con las herramientas
necesarias para continuar nuestra misión y mejorarla.
En esta tarea será fundamental la
labor de Alfredo Seguel de Mapuexpress en Incidencia Política y Enlace;
Harol Secue del Tejido de Comunicación ACIN de Colombia, en la
Formación; Arturo Albizures de la Asociación Comunicarte de Guatemala
en Producción; Néstor Casafranca de Chirapaq, Perú, a cargo de la
Gestión y Fortalecimiento Institucional, e integrante del Consejo Asesor
de CLACPI junto con Beatriz Bermúdez, de Clacpi Venezuela: Daniel Diez
de TV Serrana, Cuba; Eliana Champutiz de Corpanp, Ecuador; y Marta
Rodríguez de Fundación Cine Documental, Colombia; asi como de todos los
miembros de CLACPI.
En tanto, la sede del XII Festival
Internacional de Cine y Video de los Pueblos Indígenas, fue adjudicada a
la Nación Mapuche, para ser realizada en las ciudades de Neuquén,
Argentina, y Temuco, Chile, como muestra de una nueva era de CLACPI, que
trasciende los países, reivindica los territorios de los Pueblos
Indígenas, y da cuenta de la postura política y estratégica de la
comunicación a la que aspiramos como Coordinadora.
El XII Festival será realizado el
año 2015, coincidiendo con los 30 años de CLACPI, con el aniversario de
diversos colectivos de comunicación de México, y con la realización de
distintas actividades relacionadas con la comunicación indígena en
Centroamérica, para terminar con el desarrollo de este certamen en
Wallmapu.
La conmemoración de estos treinta
años como CLACPI nos recuerda también que no siempre tuvimos la mirada
sobre la comunicación que hoy tenemos, en donde los y las indígenas
somos protagonistas. Durante la década de los 90, dos hechos marcaron un
cambio en nuestra perspectiva: el IV Festival de Cine y Video Indígena
realizado en Lima, Perú, en 1992, y el Festival realizado de manera
independiente por la CONAIE en Ecuador, en 1994. En ambas instancias la
reflexión de nuestros hermanos y hermanas nos permitió darnos cuenta que
nuestra misión era lograr que los pueblos indígenas pudiéramos hablar
por nosotros mismos, eliminado la voz de ese “otro” histórico y lejano
que generalmente invade la comunicación indígena. En esta nueva etapa no
podemos olvidar esta premisa.
Son muchas las tareas que tenemos
pendientes, pero también es mucha la experiencia acumulada y las ganas
de mejorar el trabajo que con esfuerzo y dedicación hemos realizado
hasta ahora. La invitación entonces, apunta a avanzar en los desafíos y
compromisos que nos hemos fijado durante esta última Asamblea,
concretando día a día y en las propias organizaciones, las aspiraciones
que nos mueven como comunicadores y comunicadoras indígenas de América
Latina, por la autodeterminación y la libertad de nuestros Pueblos
Indígenas.
Jeannette Paillán, Coordinadora General de CLACPI
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