12 años, 8 meses, 3 días; años de construcción y consenso; meses transcurridos desde que los jefes de bloque del Congreso De Guatemala se comprometieron a llevar la Propuesta 40-84: Ley del Sistema de Desarrollo Rural Integral a la agenda legislativa y aprobarla. Días que campesinas y campesinos a vos libre llegaron al Congreso de la República para exigir que aprobaran dicha ley.
10 Familias de la oligarquía guatemalteca han sufrido con este proceso, pues con la aprobación de esta ley la población oprimida y explotada por ellos tendrán políticas que fomenten un mejor nivel de vida, pues obligará del Estado guatemalteco facilitar las condiciones para que las comunidades puedan desarrollar sus propios sistemas productivos, a desarrollar mercados y sistemas comerciales que tengan los métodos adecuados para las familias rurales; incentivará políticas agrarias, agrícolas, pecuarias, de hidrocarburos; políticas económicas, social, laboral, cultural, socio – ambiental apegadas a las formas propias de los pueblos. Pero el principal miedo del CACIF y la Cámara del Agro es que perder legalmente la "disputa existentes por los bienes naturales y la riqueza de este país". Además, la aprobación de la ley, sería otra derrota política para la oligarquía guatemalteca y por ende otro triunfo para el movimiento indígena y campesino organizado, una batalla ganada limpiamente con ideas, propuesta y hasta con los métodos de la misma oligarquía.
El mismo miedo de la oligarquía les llevó a vestirse con el mejor traje de Cinismo, y confeccionaron esos mismos trajes para sus operadores legislativos, es decir a sus diputados, a quienes además le colocaron un portafolio de sinvergüenzadas para poder decir que apoyaran dicha ley pero nunca presentarse a las sesiones y salir corriendo a reunirse en "privado" para emitirles el respectivo cheque para no asistir a dichas sesiones. (Claro está que no todos seden y existen algunos diputados que en realidad ejercen a favor del pueblo) Por supuesto; estas acciones solo evidenciaron o reafirmaron el nivel de servidumbre del poder legislativo, ejecutivo y judicial hacia la oligarquía; además de confirmar –nuevamente- la capacidad de diálogo y consenso que propuesta que el movimiento indígena y campesino organizado y sus aliados poseen. Marcando de esta manera la nueva ruta a seguir pues "el camino es largo" y no se perdió la guerra por la aprobación de la Ley de Desarrollo Rural Integral, pues "el pueblo que aún no está en la lucha se dio cuenta de quién manda en este país y de cómo opera el estado y la oligarquía en contra del pueblo".
Desde estas letras, el saludo es para las y los compañeros que han puesto empeño en la construcción, diseño, discusión y cabildeo de la Ley de Desarrollo Rural Integral, para las familias que han dedicado tiempo y esfuerzos para sumarse a las manifestaciones en favor de la aprobación de la ley; a la juventud, niñez, ancianos y ancianas que ven en la ley una herramienta de lucha y una estrategia para fortalecer la unidad de las y los campesinos. A las y los guatemaltecos que se solidarizaron y han comprendido que la Ley de Desarrollo Rural no es sólo para el área rural sino de impacto en la población en general.
"La fuerza de las ideas campesinas e indígenas, no deben de morir" por eso "el pueblo jamás debe de callar, pues la justicia y la razón asisten a dichas ideas".
http://www.tvmaya.org.gt/opinion/Jeremias_Hernandez/Desarrollo_Rural_Integral_El_Miedo_de_la_Oligarquia.html
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