Activistas guatemaltecos rechazaron
hoy la pretensión del Estado de no reconocer los fallos de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) en casos ocurridos antes
de marzo de 1987, y coincidieron en que Guatemala está obligada a acatarlos.
POR ACAN-EFEGuatemala
GUATEMALA.- El Gobierno anunció este miércoles
que no reconocerá los fallos del tribunal regional en casos ocurridos antes de
marzo de 1987, apoyado en una “reserva” hecha
por el Estado y en vigor desde esa fecha.
“El Estado de Guatemala está obligado a
acatar los fallos de la Corte y no debe ni puede jurídica ni políticamente
discutirlos”, dijo Helen Mack, presidenta de la Fundación Myrna
Mack, una de las principales querellantes de demandas contra el Estado
guatemalteco ante la Corte IDH.
Por
medio de un “acuerdo gubernativo” o
decreto ejecutivo el Gobierno guatemalteco no puede “pretender
pasar por sobre el sistema interamericano”, ni “decirle
a la Corte (regional) qué es lo que debe de hacer o dejar de hacer”,
explicó Mack.
El
que el Estado pretenda desconocer los fallos de la Corte IDH basado en una “reserva” es
una medida “ilegal”, que “viola
y lesiona las normas básicas del derecho internacional” y
fomenta la impunidad, añadió la activista.
La
decisión del Gobierno guatemalteco apareció en un acuerdo oficial o decreto
firmado por el presidente Otto Pérez Molina y publicado este miércoles en el
Diario Oficial.
Según
el decreto, la “reserva” aprobada
por el Estado en 1987 “no ha sido interpretada adecuadamente” por
la corte regional, que desde 1996 hasta ahora ha sentenciado a Guatemala por 28
casos de violaciones a los derechos humanos, la mayoría ocurridos antes de
1987.
“Corresponde hacer una aclaración
interpretativa de dicha reserva para su comprensión y aplicación conforme a la
voluntad del Estado, en armonía con el ordenamiento jurídico internacional y
con los compromisos de Estado derivados de la aprobación y ratificación de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos”, señaló el documento
oficial.
Añadió
que “la competencia de la Corte Interamericana de Justicia
es exclusivamente para hechos cometidos con posterioridad al 9 de marzo de 1987”.
“En caso de hechos o delitos continuados,
el principio de ejecución o conducta originada debe haber sucedido con
posterioridad al reconocimiento de esa competencia”, indicó el
acuerdo ejecutivo.
Juan
Francisco Soto, abogado del Centro de Acción Legal para los Derechos
Humanos, (CALDH), en declaraciones a medios locales, dijo que la
intención del Gobierno es “denegar la justicia” a
las víctimas de las violaciones a los derechos humanos perpetradas por el
Ejército durante la guerra interna de 36 años.
En
la misma línea se pronunció Nery Rodenas, director de la Oficina de Derechos
Humanos del Arzobispado de Guatemala, al señalar que la medida “fomenta
la impunidad” y trata de beneficiar a los militares
procesados por los excesos cometidos durante la guerra.
Fuentes
de la Presidencia guatemalteca que pidieron el anonimato dijeron que el
artífice de la decisión fue el titular de la Secretaría de la Paz, el abogado
ultraconservador Antonio Arenales, quien ha cuestionado los fallos de la Corte
IDH que han condenado al Estado guatemalteco por casos de desapariciones
forzadas.
Según
ha dicho Arenales, Guatemala no puede ser condenada por ese delito debido a que
el mismo no formaba parte de la legislación local al momento de haber ocurrido
los hechos.
En
noviembre pasado, la Corte IDH condenó al Estado guatemalteco por la
desaparición forzada del líder estudiantil y sindical Edgar Fernando García,
perpetrada el 18 de febrero de 1984 por un grupo de agentes de la desaparecida
Policía Nacional, así como por el caso conocido como“Diario
Militar”.
Se
trata de un documento elaborado entre agosto de 1983 y marzo de 1985 por una unidad
de la Inteligencia Militar que contiene un registro de operativos represivos
como secuestros, detenciones secretas y asesinatos e información sobre las
víctimas de dichos operativos.
La
Corte IDH, con sede en Costa Rica, también ha condenado a Guatemala por las
masacres de población civil ocurridas a principios de la década de 1980 por
miembros del Ejército, en los casos conocidos como Plan de Sánchez y Río Negro.
La
CorteIDH es un organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos,
encargado de aplicar la Convención Interamericana de Derechos Humanos.
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