IXILES RELATAN EL TERROR
“Ahí tuve el primer miedo de mi
vida” relató Juan un hombre Ixil de 49 años al testificar ante el Tribunal lo que
sintió al ver cómo los soldados del ejército mataron a su sobrino junto con
otros dos dirigentes de la iglesia católica; continuó, “sentí un dolor en mi corazón…” “mi segundo
miedo fue el día de la masacre.” Describió cómo los soldados fueron quemando
las casas de su aldea y disparando contra la gente de la comunidad.
Como una clara evidencia del patrón sistemático de
actuación del ejército durante los años 80, los testigos/as han coincidido en
sus relatos al informar al tribunal el terror impuesto por los soldados: “nos obligaban a poner la bandera encima de
los muertos” teníamos que cuidar la bandera” “quemaron la milpa, los animales…
yo me puse triste cuando vi cómo quemaron la milpa, nos quedamos sin maíz.”
Con valentía testigos/as de masacres relataron como
mataron a sus familiares, así lo indica Francisco: “los soldados arrojaron a mi papá, mi mamá,
mis hermanos y a otras personas al
río”. Elena, mujer ixil, quien era una niña de 8 años cuando el ejército
irrumpió en su comunidad, relató
que a su papá le dispararon y como no murió le dieron con un machete en la
cabeza, “a mis
hermanos les quitaron la ropa y los echaron en el fuego”, “a mí me quitaron la ropa, me tiraron al
río y me fracturé”.
La intención de exterminar incluso a la niñez se
evidencia al conocer que al quemar a la gente también habían bebes de brazos. La
testigo relata: “a los adultos les
disparaban y los tiraban al río, a los niños solo los tiraban al río y de plano
se ahogaban y morían”. La testigo también informa que en el grupo de gente
que mataron había dos señoritas, y que los soldados las llevaron a la iglesia,
“y después solo se oía que gritaban, me imagino que fueron
violadas“.
Un importante dato a resaltar es que los abogados de la
defensa han insistido en preguntar a los testigos/as si el uniforme de los
soldados era igual al de otro grupo, a lo que han respondido que no había ningún
otro grupo en sus comunidades, “los
únicos que llegaban eran los soldados del ejército y patrulleros” enfatizan
los testigos/as.
Testigos y testigas ixiles, valientes con firmeza y dignidad
además de contar el horror vivido pidieron explicaciones y justicia por esas
historias que jamás olvidarán. El debate se pospuso para el MARTES 26 DE MARZO a partir de la 08:30 de la
mañana en la Sala de Vistas de la Corte Suprema de
Justicia.
Acompañemos a los sobrevivientes en este histórico juicio
y no dejarles solos ya que el pueblo Ixil está siendo la voz de muchas
comunidades que no han podido tener la oportunidad de declarar frente a un
tribunal.
Guatemala, 25 de marzo de 2013
Asociación para la Justicia y Reconciliación
–AJR
Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos –
CALDH
Centro de Medios Independientes de Guatemala-
CMI
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