Cientos
de estudiantes enfilaron hoy desde horas de la mañana del Tejar,
Chimaltenango rumbo a la ciudad Capital de Guatemala para pedir el fin
de la carrera de bachillerato que sustituye la carrera magisterial, y
que por cerca de un año el gobierno "patriota" antojadizamente impone
al pueblo manifestó un estudiante que desde las tres de la mañana salio
de San Marcos, pero desde anoche se concentro para dar la lucha por la
educación en esta marcha con una ministra que al parecer no entiende,
expreso.
Uno de
los argumentos es que los estudiantes no llenan los requerimientos
necesarios para ser maestros por su bajo nivel educativo pero para una
de las estudiantes de la carrera magisterial la responsabilidad no puede
recaer sobre ellos cuando el sistema ha sido intencional y
sistemáticamente abandonado, cuando las mejoras salariales no se han
traducido en calidad y mejoras educativa, cuando la desafortunada
incrustación de un líder sindical que negocia prebendas por el futuro de
miles de jóvenes que aspiran a la docencia limita y criminaliza su
lucha sin que estos puedan ser escuchados.
Un
dirigente de Zacapa expreso no entendemos cual es la negativa de la
ministra y el gobierno, nosotros entregamos propuestas, hemos caminado
por la vía pacifica y a pesar de ello se niegan ha escucharnos, el presidente debe de saber que nadie eligió a esta Ministra de Educación, fue el pueblo que lo eligió, por ello el Señor presidente se le debe al pueblo no a una Ministra cerrada a toda posibilidad de contruir junto a nosotros.
Cuatro
días de actividades de resistencia pacifica tiene preparados los
estudiantes que tiene planificado permanecer hasta el miércoles si es
necesario en la ciudad capital, hoy decidieron como parte de sus
actividades de presión tomar las dos vías de transito que conduce a la
ciudad capital.
Como muchas luchas, la lucha por la carrera magisterial ha sufrido persecución y criminalización, sin embargo a más de una año de iniciar la resistencia a la imposición docente, los estudiantes no se detienen, este es un testimonio de un adolescente de 17 años quien sufrio vejámenes y tratos denigrantes en un centro de privazión de libertad para adolescentes.
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