Multinacionales atacan
Defender los recursos naturales y la soberanía.
Miguel Ángel Sandoval
Si usted pregunta qué es lo que tienen en común Hidro Santa Cruz, Enel y Tahoe Resources, no tiene que ir muy lejos. Comparten la visión de hacer plata lo más rápido posible a costas de los recursos naturales de Guatemala y violando el ordenamiento jurídico interno y externo. Sobornando y corrompiendo y pagando bandas armadas ilegales.
En las tres regiones asistimos en los últimos días a situaciones que nos dicen de un conflicto social que crece por semanas, días, horas. En Xalapán, Jalapa, un típico escuadrón de la muerte secuestró a cuatro líderes xincas, asesinó a uno, y otro fue abandonado, con evidencias de haber sido maltratado o drogado. Luego de una consulta comunitaria que se opone a la Minera san Rafael S.A., subsidiaria de Tahoe Resources de Estados Unidos.
En Barillas, Huehuetenango, Rubén Herrera fue capturado por un viejo tema ya resuelto con la libertad de varios comunitarios que pasaron varios meses en prisión, luego absueltos por falta de mérito y el caso cerrado, pero ahora un juez sin mayor consideración por la postura del Ministerio Público y la Defensa Pública, ordena abrir juicio por un caso cerrado. Hay en esto una evidente violación al debido proceso, y a todas las instancias procesales.
Mientras tanto en la región Ixil, un alcalde sobornado (de acuerdo con las denuncias de la comunidad) hace un acuerdo con la empresa Enel italiana y tira a la basura un largo proceso de negociacion entre las autoridades tradicionales y la empresa, que tuvo como testigos de honor a Álvaro Ramazzini y Vitalino Similox, generando la movilización de las comunidades ixiles de Cotzal, Quiché, en donde el alcalde sobornado se encuentra en fuga.
En los casos señalados veo con preocupación que las autoridades no están tomando en consideración los derechos de la gente y, de una manera u otra, actúan en defensa de empresas multinacionales. En Xalapán, se permite que la minera actúe con violencia contra las comunidades xincas. En Barillas se acepta que la Hidro Santa Cruz, denuncie y meta presa a la gente, mientras que en Cotzal se aceptan las presiones de Enel y de un finquero de apellido Brol. En pocas palabras, se está generando un clima inaceptable.
En los tres casos que menciono, los derechos de consulta de los pueblos de Xalapán, Barillas y Cotzal no han sido respetados, el Convenio 169 es totalmente irrespetado y por ello asistimos en esos lugares, como en muchos más, a escenarios de conflicto. Todo por la sordera gubernamental. Aliviados estamos.
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