¿Por qué sigue la jueza Barrios? Tribunal continúa contribuyendo a derrumbar muros de la impunidad.

Miguel Ángel Albizures

Como Alfred Kaltschmitt, columnista de Prensa Libre, no sabe porqué sigue la jueza Yassmin Barrios al frente del Tribunal de Alto Riesgo, le informamos que se debe a que cumplió con el debido proceso en el juicio por genocidio contra Efraín Ríos Montt y Mauricio Rodríguez Sánchez, por todos los atropellos, violaciones, persecución y muerte del pueblo ixil, y que ella permanece con la frente en alto y continúa aplicando la ley contra acusados de múltiples crímenes, como el caso del coronel Héctor Bol de la Cruz y Jorge Gómez, pues la Corte de Constitucionalidad volvió a ratificar que los crímenes de lesa humanidad no prescriben.

Creo que lo vio y lo leyó en los periódicos, que la jueza Yassmin Barrios y el tribunal en pleno tomaron la valiente y legal decisión, a pesar de las acusaciones y amenazas, de condenar a los acusados a 80 años, sin que les temblara la mano, pero que en su desesperación, los mismos, los de siempre, los que como él estuvieron bajo las órdenes de Ríos Montt cuando se masacraban poblaciones, la acusan de prevaricato. 

Lo que pasa es que muchos como él, no entienden que un tribunal compuesto por dos mujeres y un juez, después de tanto insulto, denigración y amenazas recibidas, continúen escuchando testigos, analizando los crímenes del pasado y dignificando a las víctimas condenando acusados, para que las nuevas generaciones de militares entiendan que no se puede ni se deben cometer hechos salvajes contra la población indefensa. Es evidente, que están sentando precedentes para que nunca más vuelvan a ocurrir crímenes semejantes, para que los hijos y los nietos de nosotros y de los propios criminales no sufran tragedia semejante.

Este tribunal, presidido por Yassmin Barrios, sigue contribuyendo a derrumbar los muros de la impunidad y mientras escribo esta columna, ya se ha dictado condena al coronel Bol de la Cruz, exdirector de la Policía Nacional (PN) y del exjefe del Cuarto Cuerpo, juicio en el que confesaron haber detenido a Fernando García y haberlo entregado a las fuerzas militares. Y con la misma fortaleza de siempre han dictado sentencia sin importarles las injurias y amenazas de los de siempre.  Es una verdad indiscutible que el tribunal ha actuado apegado a derecho, que el juicio por genocidio y los otros que ha llevado no han sido por prejuicio ni venganza, pues han sido condenas justas después de escuchar los testimonios desgarradores de los familiares de las víctimas, por los hechos criminales que cometieron o mandaron a cometer enfermos mentales que tenían el poder en sus manos.
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