POR LA LIBERTAD DE LOS PRESOS POLÍTICOS DE BARILLAS/ANDRÈS CABANAS
Carmelia Mérida ha desandado muchas veces este camino: desde Santa Cruz Barillas al presidio; del juzgado hacia Barillas. De la esperanza incierta a la espera tenaz. De la alegría aplazada a la lucha necesaria.
Carmelia es la esposa de Rogelio Velásquez, preso político por la resistencia a la transnacional Hidro Santa Cruz. Carmelia resiente que su esposo no está con sus hijos, en su casa, en su comunidad. Ella, recuerda Alba Cecilia Mérida, también es presa política.
Rogelio es detenido de forma ilegal e injusta el 2 de mayo de 2012, en el marco del Estado de Sitio. Pasa ocho meses en prisión (hasta el 9 de enero de 2013) y lo recapturan, junto con Saúl Méndez, el martes 27 de agosto de 2013, cuando asiste a Torre de Tribunales a la clausura del primer proceso. El Ministerio Público lo acusa de hechos ocurridos en 2010 (linchamiento tumultuario, con saldo de un hombre y una mujer asesinados) en momentos en que testigos y su esposa lo ubican en otra comunidad.
Rogelio defiende su inocencia. Rogelio no se resigna: sabe que detrás de las acusaciones se encuentra el conflicto con Hidro Santa Cruz. Rogelio pregunta a Carlos Bezares y obtiene la respuesta: “Se está criminalizando a defensores de derechos humanos por tener una posición contraria a una empresa transnacional”.
Carlos Bezares, abogado, defiende a Rogelio y otros presos desde 2012, y ha establecido la ilegalidad de procesos viciados y amañados, reconocidos así por Naciones Unidas: "Durante el estado de sitio se realizaron nueve detenciones arbitrarias y/o ilegales sin orden judicial, perpetradas por parte de particulares que manifestaron ser víctimas de los acontecimientos del día anterior. Los detenidos fueron acusados de haber participado en los disturbios. No pudieron presentar sus primeras declaraciones ante un juez competente hasta dos semanas después de su detención".
Carmela denuncia. Carmelia resiste. Carmelia cuida ocho niños.
Carmelia explica que antes de la llegada de Hidro Santa Cruz no sucedían estos conflictos. “En nuestro caso no sabíamos lo que era una manifestación, pero por causa de la empresa es cuando empezó el pueblo a unirse y a manifestar. Desde el principio hemos hecho responsable a la empresa de que toda esta problemática esté entre nosotros".
Carlos Bezares dice a Carmelia: el proceso abierto contra Saúl y Rogelio parte de "una investigación tergiversada y se apoya en la actuación parcial del Juez y el Ministerio Público, que están jugando un papel de persecución de defensores de derechos humanos”.
En Santa Cruz Barillas la verdad jurídica, la verdad política y la lógica de los hechos se distancian sin matices. La intención es debilitar la resistencia frente a transnacionales impositivas. La amenaza permanente de encarcelamiento compromete la oposición hoy y después.
La verdad de Carmelia es que “En mayo del año pasado mi esposo y otros fueron capturados ilegalmente, les hicieron fotos y esas fotos las están aprovechando ahora. Se aprovechan de esa primera captura, se dieron cuenta que estuvieron presos y hacen una nueva acusación. Es ilógico que ahora estén acusándolos de algo que sucedió en 2010, y en el caso de mi esposo hay testigos de que él no estaba en la comunidad donde pasó el asesinato ese día”.
La justicia oficial elude la igualdad y la imparcialidad. La justicia de Carmelia se resume en lucha, tenacidad, confianza, lealtad, dignidad. Carmelia lleva dos años resistiendo presiones y amenazas, como la del exmilitar Juan Garrido, responsable de Hidro Santa Cruz en Barillas, en 2012: Si aceptan a la empresa, sus esposos salen en libertad de inmediato, dijo Garrido a Carmelia.
Carmelia ha desandado muchas veces este camino: desde Barillas al juzgado y al presidio; de regreso a Barillas. Carmelia no está sola. Muchos la piensan y acompañan en la distancia.
Zenaida Méndez López camina con Carmelia. Zenaida es la esposa de Saúl, detenido ilegalmente el 2 de mayo de 2012 y el 27 de agosto de 2013. El 18 de diciembre Zenaida esperaba regresar a Barillas con Saúl. Por el contrario, un Juez ordena juicio contra él y Rogelio por asesinato y femicidio.
Zenaida cuida cuatro niños, de 16, 11, 8 y 6 años.
Zenaida ha desandado muchas veces este camino.
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