¿Quién las
conmemora? ¿Quién las enaltece? Si son las invisibles del jornal.
¿Quién va y les dice que tienen derechos por los cuales
pelear? ¿Qué son excluidas?, ¿qué son explotadas? ¿Qué son las olvidadas en
ésta putrefacta sociedad patriarcal?
¿Quién se les
acerca y las mira de frente?, ¿quién advierte a la niñas venderse en las
calles?, ¿quién tiene decencia para no callar?
¿Quién respira
conciencia para no aparentar?
Quién va las maquilas y siente el cansancio en las
espaldas partidas, en las manos ajenas, en los pies y sus venas y en sus ojos llorar.
Quién se atreve
a desnudar la moral desteñida tan pulcra y vendida solo es solapar.
Fantasma de
equidad espanta en las calles, deambula silente no es elocuente, un embuste
nomás.
¿Cuánto le ha
pagado el sistema misógino e inhumano?
¿Ha sido el
tirano y sus gusanos machistas?
¿O las mujeres
acomodadas en la alta sociedad?
Ellas, tan
santas y bellas especializadas en coincidir y disimular.
Y a vos quién te
mira niña en la alcantarilla, querés estudiar, no hay oportunidad, te vas al
trabajo de mano explotada, sos una entre la parvada invisible y vulnerada, eso es tu jornal.
La abuela trabajada que ya no quiere ni respirar, sus
manos curtidas, su vida marchita, son
tantas las cuitas en la precariedad.
Descalzos los
pies de la madre y sus crías, se astillan sus vidas, se chayan los sueños,
sangrante existencia no poder avanzar.
Esclavas
sexuales mueren lentamente en los cinco continentes, son carne a la venta, son armas de trueque, entre penes y
sienes de un sistema patriarcal.
Callados los
ojos, dormidas las voces, festejos feroces en la atrocidad.
Otro día amanece
la misma realidad. Inventemos entonces que la vida es alegría, que la
exclusión es letanía de amargadas nomás.
Sigamos ignorando lo evidente, finjamos que este mundo
es un jardín floreciente, no existe la inequidad.
¿Y usted que las
viola? Usted que las vende, traficante gubernamental.
¿Usted que las
mata? Asalariado obediente, excremento de humanidad. Guardaespaldas
presidencial.
¿Y usted
mercader de niñas? Jefe policial.
Sistema
corrupto, asesino y transgresor. Misógino e impune.
¿Y usted que
mira la caravana pasar? Con las esclavas laborales y sexuales, ¿hacia dónde volteará? ¿Dirá que no
es cierto? ¿Dirá pobrecitas? ¿Cuántas oraciones rezará? Tres golpes de pecho y
a disfrutar, lavadas las culpas, la fiesta amanece, la vida es instante hay que disfrutar.
Es 8 de marzo,
un día cualquiera olvidemos las penas vamos a brindar, por la moral de dos
caras, la inconciencia aventajada y la vanidad.
Por la violencia
aprobada, por la inequidad solapada, por
la explotación laboral.
Ningún derecho a
las invisibles del jornal.
Son solo
rastrojos de campesinas y proletarias.
No las
mencionemos, no las evoquemos, ellas y sus entrañas son de nuestra
propiedad. Las esclavas de siempre, las
ancestras ya idas, las vidas venidas y las que están por llegar. Qué asco de
mundo, qué repugnante humanidad.
Celebremos pues, la apatía tirana, los derechos negados, el silencio
opresor.
Es un 8 de marzo
un día cualquiera, no es redentor. Es solo un embuste en donde tantas murieron,
exigiendo derechos que ahora tenés vos. Ahí tu descaro si no honrás la memoria
de las que fueron, de las que somos y de las que serán.
Ilka Oliva
Corado.
Marzo 8 de 2014.
Estados Unidos.
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