lunes, 28 de abril de 2014

REMHI: desde el kilómetro cero del conocimiento de la verdad en Guatemala


Ciudad de Guatemala 24/04/2014 – El 24 de abril de 1998 la Catedral Metropolitana de Ciudad de Guatemala se convertía  en el kilómetro cero desde donde la verdad acallada y doliente del Conflicto Armado Interno en Guatemala comenzaría a conocerse y expandirse. “Años de terror y muerte han desplazado y reducido al miedo y al silencio a la mayoría de guatemaltecos. La verdad es la palabra primera, la acción seria y madura que nos posibilita romper ese ciclo de violencia y muerte, y abrirnos a un futuro de esperanza y luz para todos”, pronunció monseñor Juan Gerardi en la presentación del Informe Proyecto Interdiocesano de la de Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI), dos días antes de su asesinato.
La catedral se quedó pequeña ante la expectativa nacional e, imagino, que dañada en sus cimientos con el eco de cifras de personas muertas, asesinadas, desparecidas, violadas, desplazadas, heridas… Heridas de por vida.
Me pregunto si aquel viernes de abril de hace 16 años Guatemala estaba preparada para escuchar y aceptar lo que las más de 1.400 páginas del REMHI arrojaban sobre lo ocurrido en los 36 años que duró la violencia política en el país: 6.500 testimonios  hablaban de más de 55.000 víctimas; la mitad de los más de 86.000 niños y niñas, cuyos padres sufrieron alguna violación, se quedaron huérfanos de padre y/o madre; entre 1980 y 1983 hubo en Guatemala casi 44.00 víctimas; entre 1981 y 1982 se produjeron cerca de 300 de las 422 masacres que se documentaron.
“Fue una verdad impactante, capaz de romper tabués en Guatemala, capital mundial de la negación oficial, y, por lo mismo, una verdad muy peligrosa”, señala el periodista Francisco Goldman en el artículo “Después del segundo round,” publicado en el libro Crecer a Golpes. Crónicas y ensayos de América Latina a cuarenta años de Allende y Pinochet. 
Datos, porcentajes, violaciones a los derechos humanos, nombres y apellidos. Todo lo que la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala había grabado en tinta sobre el REMHI fue creciendo conforme nuevos estudios se publicaban: más de 200.000 personas fueron asesinadas y desaparecidas, más de 1,5 millón desplazadas. “REMHI preparó y mostró el camino para el posterior informe Memoria del Silencio, de la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas, publicado en febrero de 1999, cuyas conclusiones fueron aún más duras, pues culpó a los militares del 93% de las atrocidades, y concluyó que el Ejército de Guatemala había ejecutado un genocidio contra los indígenas mayas”, recoge Goldman.
Genocidio, una palabra que nos trae al presente el juicio contra Ríos Montt en 2013 y que hoy jueves, 24 de abril de 2014, 16 años después de la entrega del REMHI, ha sido pronunciada de manera reiterada en las actividades conmemorativas.
En el conversatorio “Las violaciones a Derechos Humanos contra las mujeres durante el conflicto armado interno”, desarrollado en la Parroquia El Sagrario, en Ciudad de Guatemala, el foco se ha puesto en el impacto que tuvo sobre las mujeres la deshumanización que sufrió Guatemala.
Durante la intervención de las ponentes, trato de apuntar datos, más datos del “dolor del corazón”, pero me vence el recuerdo agudo del llanto estremecedor de una mujer ixil, víctima de violencia sexual por parte del ejército, que envolvió la sala de tribunales el 2 de abril de 2013 durante el juicio por genocidio al ex general Efraín Ríos Montt y su jefe de inteligencia, José Mauricio Rodríguez Sánchez. Dejo de tomar nota y espero a que aquel grito del alma se aplaque en mi interior.
La violencia sexual fue utilizada como arma genocida durante el conflicto, y aquellas mujeres que sobrevivieron guardaron durante más de 20 años la culpa, el estigma, la tristeza, el llanto. Sus valientes y espeluznantes testimonios han sido y son claves en la recuperación de la memoria de Guatemala.
“El trabajo de búsqueda de la verdad no termina aquí, tiene que regresar a donde nació y apoyar mediante la producción de materiales, ceremonias, monumentos etc. el papel de la memoria como un instrumento de reconstrucción social”, solicitaba en su discurso monseñor Gerardi. Se puede  decir que esa es la labor que debiera estar cumpliendo el Programa Nacional de Resarcimiento (PNR)  emanado de los Acuerdos de Paz de 1996, cuya misión es “promover la dignificación integral para lograr resultados de desarrollo mediante el resarcimiento y/o asistencia integral, con prioridad a quienes más lo requieran dada su condición económica y social”.
El PNR se creó en 2003 y su plazo finalizó en 2013 sin los objetivos cumplidos. “Al PNR se le han dado 10 años más de vida, según acuerdo gubernativo 539-2013, aprobado por el Congreso a finales del pasado año”, recuerda Argelia Soto, miembro del Centro de Análisis Forenses y Ciencias Aplicadas (CAFCA), quien insiste en alertar sobre los cambios que el PNR ha incluido. “Se ha anulado específicamente el resarcimiento por violencia sexual, y por desplazamiento forzado, y violencia a la niñez”, enuncia a modo de reclamo.
Me acerco a Soto y le pregunto cómo se puede garantizar que en la próxima década se implementen las medidas y objetivos fijados.
- Tenemos que luchar por la asignación de un presupuesto digno para el PNR, porque la excusa es que nunca hay suficientes recursos. Sin embargo, el PNR devolvió Q15 millones al Fondo Común por falta de ejecución- recuerda Soto.
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En la tarde, frente al atrio de la catedral, velas forman las palabras NUNCA MÁS. Apenas 50 personas arropan el lema y tratan de ganar al viento en su empeño en apagar la luz simbólica de la esperanza y el deseo de paz, una paz soñada por Gerardi e iluminada por la verdad.
“Es posible la paz, una paz que nace de la verdad de cada uno y de todos: Verdad dolorosa, memoria de las llagas profundas y sangrientas del país; verdad personificante y liberadora que posibilita que todo hombre y mujer se encuentre consigo mismo y asuma su historia; verdad que a todos nos desafía para que reconozcamos la responsabilidad individual y colectiva y nos comprometamos a que esos abominables hechos no vuelvan a repetirse”. Monseñor Geradi.
http://comonueve.wordpress.com/2014/04/24/remhi-desde-el-kilometro-cero-del-conocimiento-de-la-verdad-en-guatemala/

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