jueves, 3 de julio de 2014

Mensaje de los obispos: Según la CEG, la migración es una radiografía de nuestras carencias

Cuando los gastos en publicidad aumentan descaradamente para dar a conocer los “avances” en Hambre Cero, en la entrega clientelar del fertilizante, en la “creación” de fuentes de trabajo o en “garantizar” la seguridad ciudadana, la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG) le propina un sopapo al Presidente de la República y a los funcionarios que le acompañan y ayudan al despilfarro de los recursos del Estado que podrían, por lo menos, paliar la situación desesperante de la población guatemalteca.

 En su comunicado de ayer, los obispos señalan con claridad meridiana las causas que provocan la migración a Estados Unidos tanto de adultos como de menores “que parten en busca de sus padres indocumentados o que huyen de la violencia en sus lugares de origen y a veces en sus mismos hogares. La migración refleja la búsqueda de oportunidades que aquí no se encuentran, el deseo de trabajar para sostener a la familia”. Según la CEG, la migración es una radiografía de nuestras carencias, de la penetración del crimen organizado, del incremento de mafias criminales y de falta de oportunidades. Por eso señalan lo que hace falta “La migración solo disminuiría si en el país crecieran las oportunidades de ingreso, se facilitara mayor inversión de capital y se dieran políticas públicas no solo orientadas al gasto público, al derroche clientelar o a la corrupción pura y dura sino al favorecimiento de generación de empleos productivos”. 

 El mensaje de los obispos sale en el momento que se conoce la muerte de Gilberto Ramos Juárez, un niño de 15 años que buscaba el sustento para él y su familia, y cuando miles de niños están presos o enjaulados en Estados Unidos, pues las fotos reflejan las condiciones infrahumanas en que los tienen sin que el Gobierno de Guatemala, de urgencia, invierta recursos económicos y asuma la responsabilidad de retornarlos al país y brindarles la protección que necesitan. 

 Conforme a los obispos, la violencia es un drama cotidiano que nos desangra y deshumaniza. Y tienen razón, una muerte más que importa al Gobierno, que importa a la gente del poder económico y a la sociedad que ya nada le impacta y nada hace para que la juventud no corra los riesgos de morir en busca de una vida digna que se le niega en el país. Además de la carencia de empleo y de oportunidades, los obispos abordan los salarios, el precio de las medicinas, la problemática de la electricidad, de la minería y de la justicia, llamando a un Diálogo Nacional para alcanzar consensos en temas de fondo y que “tengan el suficiente músculo político para enfrentar con acciones algunos de los problemas de fondo ya señalados”. Ojalá los escuchen y no les sigan juicios por señalar verdades.

elperiodico.com.gt

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