Por: Cristina Chiquin
Los días jueves 3 y viernes 4 de julio se llevó a cabo la audiencia de declaración en prueba anticipada sobre el caso del Diario Militar. En ella se escuchó el relato y testimonio de cuatro mujeres familiares de personas víctimas de detención ilegal y desaparición forzada a manos de las fuerzas de seguridad del Estado.
“Cuando apareció el diario militar, confirmamos que tanto daño el ejército de Guatemala le ha hecho al pueblo”
El Diario Militar se registró y sistematizó la información de inteligencia militar de esos años, mostrando que existía un plan contrainsurgente. Constituye el anexo de un informe de inteligencia, dividido en seis secciones. La sexta es un listado de 183 personas que fueron desaparecidas, trasladadas, capturadas e incluso ejecutadas por agentes del Estado durante los años de 1983 a 1985, durante el gobierno militar del general Oscar Humberto Mejía Víctores
De cada persona se consigna el nombre completo, una descripción general de sus supuestas ocupaciones (sindicalista, estudiante universitario, etc.), una fotografía, la fecha de su captura, así como un código y una fecha que se infiere es de su ejecución.
Este año se cumplieron 20 años de la aparición de este documento, que demostró las implicaciones del gobierno y el ejército en las violaciones a derechos humanos que se cometieron durante estos años.
“Han pasado 30 años y hasta hoy tenemos la oportunidad de dar a conocer lo que hemos vivido y sufrido…tenemos la esperanza de encontrarles”
Durante esta audiencia se presentaron las declaraciones de madres y hermana de cuatro de las personas que aparecen en ese documento. La propuesta de la audiencia de declaración de prueba anticipada era de cinco testigos, pero Manuel Salanic falleció el 28 de mayo de 2013 debido a su avanzada edad.
En este proceso se adhirió como querellante al proceso la Asociación Verdad y Justicia AVEJA, integrada por las y los familiares de las personas que aparecen en el Diario Militar.
En los cuatro rostros de las mujeres que iban a presentar su declaración se podía notar la lucha, la resistencia, la búsqueda de justicia que han llevado y siguen llevando. Así mismo también el dolor por la ausencia de sus hijos , de sus hermanos.
Ser escuchadas por primera vez por un juzgado y recrear los momentos de búsqueda y de angustia que aún permanecen no es nada fácil, pero si es un logro de su lucha el haber sido escuchadas por el juez Miguel Ángel Gálvez del juzgado de mayor riesgo B.
Las cuatro mujeres con su cabello canado, y algunas con las secuelas del paso del tiempo en sus cuerpos, pudieron pedirle al juez, justicia, y pudieron hablar sobre la ausencia, la perdida. También tuvieron la ocasión de reivindicar las personas que eran sus familiares, jóvenes estudiantes, trabajadores, que lo único que buscaban era cambiar la situación de desigualdad del país y buscar un futuro mejor.
“Ese 15 de mayo del 84, el salió a trabajar y fue la última vez que lo vimos”
Aura Elena Farfán es hermana de Rubén Amílcar Farfán, estudiante de último año de pedagogía de la Universidad de San Carlos, trabajador de la editorial de la Universidad y miembro del sindicato. Fue detenido ilegalmente y desparecido y el 15 de mayo de 1984.
Ella fue fundadora del Grupo de Apoyo Mutuo –GAM- y de la Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos de Guatemala –FAMDEGUA-, actualmente es parte de Asociación Verdad y Justicia AVEJA. Aura Elena Contó lo sucedido el último día que vio a su hermano y la lucha de búsqueda que ella y su familia emprendieron a partir de ese momento.
“Se lo llevó la gente del Ejercito”
Natalia Gálvez Soberanis, madre de Carlos Guillermo Ramírez Gálvez, se presentó a declarar con paso lento pero firme. A pesar de su edad, su voz y sus ojos mostraban seguridad de la búsqueda que aun continúa. Su hijo fue detenido desparecido el 14 de febrero de 1984 con tan solo 19 años de edad.
“El día 14 de febrero de 1984 mi hijo fue secuestrado, y falleció el día 6 de marzo de 1984 y hasta la fecha no se ha encontrado su osamenta”
Ante la pregunta de qué le pediría al Juzgado, Natalia Gálvez expresó:
“En mi familia ha dejado mucha tristeza, este tristeza grande por mi hijo la llevo en el corazón…Yo lo que pido es la aparición de la osamenta de mi hijo”
“Nos dijeron que no diéramos parte a nadie”
Antonia Chiguil de Salanic comento también cómo su hijo de 18 años, fue arrancado de su hogar en Ciudad Real la noche del 13 de febrero de 1984.
Manuel Ismael Salanic era un joven estudiante, con un futuro por delante, honesto, y con sueños que no se cumplieron debido a la represión militar que se vivía en el país. Tanto su padre Manuel Salanic -quien falleció recientemente- como su madre, mantuvieron la lucha en búsqueda de su paradero. Toda una vida la pareja estuvo pidiendo que se esclareciera lo sucedido, buscando la verdad de lo que le había pasado a su hijo y acompañando también la búsqueda de otras personas que estaban en la misma lucha.
Antonia Chiguil expresó:
“Queremos que haya justicia, pero sobre todo saber dónde se los llevaron, porque son muchos estudiantes, campesinos, que desaparecieron …No podemos llevarles ni siquiera una flor , y a veces tenemos esperanza todavía de que están vivos, pero sabemos que no es así…Queremos saber la verdad”
También se escucho el testimonio de Josefa Elizabeth Andrade de Rodas, quien hablo sobre el caso de su hijo Joaquín Rodas Andrade que fue detenido desparecido el 2 de marzo de 1985 en Quetzaltenango , con 23 años de edad.
“Se investigó, persiguió, torturó y desapareció catalogando a las víctimas como enemigas internas”
Edgar Pérez, abogado del proceso comentó:
“El diario militar es un caso emblemático que muestra las acciones contrainsurgentes que el Estado de Guatemala cometió contra estudiantes, sindicalistas y profesionales ”.
En este proceso aún se sigue en búsqueda de encontrar a las personas desparecidas, es por ello que se hacen exhumaciones, se están sacando muestras de ADN, y se seguirá con una investigación criminal de las estructuras de la época de donde vinieron las órdenes, para saber quienes participaron en cada uno de los casos.
La investigación de este caso a un continuará por parte del Ministerio Público, para poder identificar a los autores intelectuales y materiales de las violaciones de derechos humanos cometidas a las víctimas que aparecen en el Diario Militar y a sus familiares.Así lo confirmó el Lic. Edgar Pérez.
“Son 183 casos que fueron víctimas de una estructura militar y de los aparatos de seguridad del Estado y que es lo que se está tratando de establecer en el Ministerio Público”
En esta investigación se denota poca voluntad del Estado para proporcionar información sobre el personal a cargo de las diferentes estructuras de seguridad.
Es así como la búsqueda por la justicia y por la memoria continúa, después de haber logrado una sentencia por Genocidio vulnerada por las estructuras de poder de Guatemala. A pesar de ello los procesos de justicia deben de continuar para reivindicar la verdad del pueblo.
“Y volveremos a encontrarles en nuestros rostros y ojos que aguardan la luz ancestral de sus cuerpos.
Será de nuestra boca de donde saldrán sus palabras
Será en nuestros huesos que la historia de sus vidas florecerá
y señaláremos con los dedos
a quienes quisieron irrumpir con las noches y los días.
Será en nuestros huesos que la historia de sus vidas florecerá
y señaláremos con los dedos
a quienes quisieron irrumpir con las noches y los días.
Será su voz la que sentenciará a las botas duras del terror
y nuestras manos quienes escribirán la verdad y la justicia”
y nuestras manos quienes escribirán la verdad y la justicia”
https://comunitariapress.wordpress.com/2014/07/05/tenemos-la-esperanza-de-encontrarles-caso-diario-militar/
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