viernes, 12 de septiembre de 2014

El teniente coronel tiene quien le escriba Se acabó la fiesta en Gobernación.

Todos recordamos la frase “histórica” del ministro de Gobernación al referirse a su exitosa faena en contra de campesinos, que desarmados, resistían la instalación de empresa extranjera en su territorio. Se trataba de San Rafael Las Flores, en Santa Rosa. Un triunfante López Bonilla, daba por zanjada la protesta social en el lugar. Se allanaba de forma represiva el inicio de operaciones de la minera Tahoe Resources por sobre los derechos ciudadanos. Para el ministro de Seguridad, el encono popular no representaba más que una alegre parranda, que él –obviando normas legales que dan la razón al vecindario– arremetió dando fin al reventón. 

Pues bien, la vida es así; y la guadaña antifiestera –sin control ministerial– ingresó a Pavoncito y de tajo, cortó los alegres ritmos que amenizaban la movida en aquel antro. Afirman las notas de prensa, que en aquel lugar la fiesta se engalanaba con bandera nacional, edecanes y diputados, dentro del aderezo, habría sustancias y humos enervantes que transportaban a los danzantes a lejanos valles de paz y tranquilidad. Nadie duda, que tratándose de un centro para la regeneración de quienes temporalmente lo habitan, la autoridad concernida, avalaba aquellos encuentros de sana convivencia. Sin embargo, el asunto no queda allí; tan buena relación existe entre autoridad y sujetos a redimir, que se estableció, gestionada por los mejor portados y con estrictos fines de rehabilitación una empresa de servicios varios, cuyo giro es: transporte, correo, de paquetes y remesas, además de protocolo para traslado de personas. Este exitoso emprendimiento, un día de estos, se afiliará a la cámara empresarial pertinente. Pronto vendrán los reconocimientos internacionales al señor Ministro por tan efectivo método de rehabilitación.

El inesperado relevo en el rock carcelario, hizo suponer a los agoreros del mal, que Ministro de Seguridad y equipo se verían obligados a tapar la marimba y a regañadientes irse a casa ¡Nada de aquello! solo fue un susto, un temblor inesperado. El camarada Presidente le sostiene en el cargo y le insta seguir adelante. Sin embargo, queda claro para la sociedad y el mundo que el traje de primera comunión ya no talla en Mauricio López Bonilla, además que este no abandona el cargo porque… Guatemala “es así”. El otro dato interesante es conocer; que contrario al dicho de García Márquez, el teniente coronel si tiene quien le escriba y aconseje sobre asuntos de su jurisdicción. Consejo, que diligentemente práctica, sin más interés que el bien común… de los compadres.
http://www.elperiodico.com.gt/es/20140911/opinion/1696/El-teniente-coronel-tiene-quien-le-escriba.htm

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