martes, 30 de mayo de 2017

Nació la Red Latinoamericana Contra las Desapariciones Forzadas

Desde las solidaridades de organizaciones de México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Colombia y Argentina se busca sumar las experiencias de búsqueda de las personas desaparecidas y las luchas contra el olvido, la impunidad y la indiferencia social ante este crimen de que debería doler a toda la humanidad. Mirta Baravalle, es cofundadora del surgimiento, sumando a esta iniciativa a otras madres, como Nora Cortiñas y Elia Espen. Por Pablo Cala.

“(…) Dicen que no están muertos / - escúchalos, escucha - / Mientras se alza la voz / Que los recuerda y canta. / Escucha, escucha; / Otra voz canta. / Dicen que ahora viven / En tu mirada. / Sostenlos con tus ojos, / Con tus palabras; / Sostenlos con tu vida / Que no se pierdan, / Que no se caigan. / Escucha, escucha; / Otra voz canta”
Daniel Viglietti

A 40 años del surgimiento en Argentina de las Madres de la Plaza de Mayo, cuando aquel 30 de abril de 1977, en medio de la dictadura cívico-militar-eclesiástica, realizaron la primera ronda que se convertiría en el ritual sagrado de cada jueves, como expresión de memoria y dignidad, las Madres de la Plaza de Mayo -de la Línea Fundadora- se han convertido en una inspiración ética de la lucha contra la impunidad de las desapariciones forzadas. Una de ellas, Mirta Baravalle, es cofundadora del surgimiento, en la primera semana de abril del 2017, de la nueva Red Latinoamericana Contra las Desapariciones Forzadas, sumando a esta iniciativa a otras madres, como Nora Cortiñas y Elia Espen.

Junto a ellas resalta la figura de Eduardo Nachman, hijo del actor y director de teatro Gregorio Nachman, uno de los más de 30.000 detenidos-desaparecidos en Argentina, y militante de H.I.J.O.S. (Hijos por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio). Desde hace varios años, estas personas construyen solidaridades a través del continente, con fuerte cercanía con el pueblo colombiano desde el 2002, cuando participaron en el Cacarica-Chocó, en el surgimiento de la Comisión Ética de la Verdad, iniciativa de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz y estrategia vinculada al MOVICE, desde su creación en el 2005.

Desde visitas y encuentros con Mirta, Norita, Edu, aquí en Colombia o en Argentina, en Chiapas-México o Guatemala, se fueron construyendo cercanías, complicidades, identidades y confianzas, que resultaron contagiosas con las experiencias más recientes de familiares de desaparecidos y organizaciones defensoras de los derechos humanos. Ellos han optado por batallar contra este crimen, y fue así que la propuesta de sumar solidaridades y experiencias en la búsqueda de los desaparecidos en el continente encontró más precursores.

En México se sumaron Blanca Martínez, Michael Chamberlain y Maru Arriaga, del Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios, de Saltillo-Coahuila, quienes desde hace 10 años decidieron centrar su labor al acompañamiento a familias de víctimas de desapariciones forzadas, hoy congregadas en el movimiento Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en México-FUNDEM. A través de una de sus integrantes, María Antonia Melo, también participaron en el surgimiento de esta Red. FUNDEM está presente en 10 Estados de México, y en uno de ellos surgió la Asociación Desaparecidos Justicia A.C. Querétaro, que se incorporó a la creación de la Red a través de Yadira González, cuyo hermano fue desaparecido en el 2006, uno de los más de 26.000 desaparecidos por el Narco-Estado mexicano en los últimos 10 años.



Desde México hacia Centroamérica se sumó la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho-FJEDD, que impulsa mecanismos alternativos de búsqueda de migrantes desaparecidos en su tránsito por México hacia los EEUU, buscando verdad y justicia para las personas migrantes que se han convertido para los gobiernos en el nuevo “enemigo interno”, desde las lógicas de las Doctrinas de Defensa y Seguridad Nacional que persisten en nuestros países desde hace más de 40 años. La FJEDD apoya la consolidación de los Comités de Familiares de Migrantes Desaparecidos, quienes también participaron a través de COFAMIDE, COFAMIDEG, COFAMIPRO y COFAMICENH de El Salvador, Guatemala y Honduras, respectivamente.

Junto a ellas y ellos, desde Guatemala, participaron la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala-Conavigua, mujeres mayas que han reivindicado las luchas de los pueblos originarios contra la impunidad del genocidio y buscado a sus desaparecidos con el apoyo de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala-FAFG. Con más de 25 años de trabajo forense y de identificación genética, esta llega a la Red Latinoamericana para compartir sus aprendizajes y ponerlos a disposición de todas las organizaciones.

Bertha Oliva de Nativi, fundadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras-COFADEH, aumentó la participación internacional en esta iniciativa, con su experiencia en la búsqueda de los más de 129 desaparecidos entre 1980 a 1989 y las que se incrementaron con el golpe de Estado desde el 2009, en un país que no ha tenido conflicto armado pero sirvió de centro de operaciones de la contrainsurgencia en Centroamérica.

Estas experiencias se dieron cita en los Llanos Orientales, para el nacimiento de la Red Latinoamericana Contra las Desapariciones Forzadas junto a las organizaciones de Colombia: Fundación Nydia Erika Bautista, Familiares Colombia, Mujeres Caminando por la Verdad de la Comuna 13, Corporación Jurídica Libertad, Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado-Capítulo Meta, Familiares de desaparecidos del Alto Ariari, Corporación Claretiana Norman Pérez Bello, Equipo Colombiano Interdisciplinario de Trabajo Forense y Asistencia Psicosocial- EQUITAS, Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, Red de Comunidades construyendo paz desde los territorios-Conpaz, Red de familiares de desaparecidos en cementerios de los Llanos Orientales y Colectivo Sociojurídico Orlando Fals Borda, como convocante.



Durante esa semana de abril, participaron en San José del Guaviare de un Acto Público de reconocimiento de responsabilidad del Ministerio de Defensa por la ejecución extrajudicial del líder campesino José Vicente Narváez, en un acto de memoria y dignidad en homenaje a las personas desaparecidas y víctimas de ejecuciones en la región, visitaron uno de los cementerios donde el ejército ha llevado a víctimas de desapariciones forzadas para que sean sepultadas como no identificados, reportándolos como “muertos en combate”, conociendo desde allí el sentido de la campaña “Contemos la Verdad, porque todas las personas no identificadas tienen una historia”. Visitaron una Zona Veredal Transitoria de Normalización-ZVTN, la de “Mariana Páez” en Mesetas, donde intercambiaron con mujeres y hombres que le apuestan a otra forma de hacer política con la terminación del conflicto armado, centrando lo acordado con el gobierno en el resarcimiento de los derechos de las víctimas. Intercambiaron valoraciones sobre los nuevos contextos de las desapariciones forzadas, la lucha contra la impunidad y el olvido, el derecho a la verdad en el marco de una justicia transicional, a través de un foro público en el Cementerio de Villavicencio, que está siendo recuperado como un “Sitio de Conciencia y Memoria”. Y continuar el intercambio de sus experiencias como cimiento de lo que hoy se conoce como la “Proclama constitutiva de la Red Latinoamericana Contra las Desapariciones Forzadas”, dada a conocer el 07 de abril en medio de un conversatorio en la Universidad Nacional, con las nuevas generaciones llamadas a continuar la búsqueda de los desaparecidos de Colombia y todo el continente americano.

No es la primera vez que se da un nacimiento de este tipo de iniciativas; ya se había dado la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos-FEDEFAM, como una herramienta de lucha contra las desapariciones forzadas, surgida a inicios de la década de los 80, que logró por el esfuerzo de los familiares la Convención de la ONU contra las desapariciones forzadas, fortaleciendo la labor de la búsqueda por los desaparecidos. La nueva iniciativa de la Red Latinoamericana Contra las Desapariciones Forzadas se nutre también de esta experiencia involucrando a defensores y defensoras de los derechos humanos que han asumido desde el acompañamiento a los familiares, una opción preferencial contra este crimen y contribuyen a la búsqueda de las personas desaparecidas, a la verdad y a la justicia. Esta nueva iniciativa, asume que muchos familiares se han convertido en defensores de derechos humanos de muchas causas y no solo la propia, así como que defensores y defensoras han asumido en su proyecto de vida la causa de buscar a las personas desaparecidas.

Comprender la acción conjunta de familiares y organizaciones es comprender la integralidad de la lucha contra las desapariciones forzadas, y su necesario tránsito a que la sociedad deje de ser mera espectadora y se vuelva actuante, que se conmueva y mueva, evoque y convoque, a exigir a una sola voz respuestas a preguntas que siguen pendientes: ¿dónde están los desaparecidos? ¿Quién se los llevó? ¿Qué hicieron con ellos? ¿Cuáles fueron las razones? Nunca más deben existir desapariciones forzadas en una sociedad que haga suyos los rostros y nombres de los desaparecidos, sus historias, sus memorias. Que en cada uno de nuestros hogares estén colgadas en la pared las fotos de los desaparecidos, junto a la de nuestra familia, como expresión de que ellos y ellas son parte de nuestras historias, de nuestras vidas.

“No son sólo memoria, / Son vida abierta, / Son camino que empieza / Y que nos llama. / Cantan conmigo, / Conmigo cantan”
Daniel Viglietti

https://www.youtube.com/watch?v=uJmRvN3buOY
Fuente: Palabras al Margen
http://www.anred.org/spip.php?article14283

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