Sandra Xinico Batz
Guatemala, este es tu racismo. Una porción de realidad hecha imagen. El racismo mata a los pueblos, a nuestras culturas. Expropia, despoja y empobrece. Lo que sucede con los textiles es una parte de este problema, pero no es todo el problema. El racismo no consiste únicamente en la práctica de la discriminación sino principalmente en la ideología que provoca que una cultura se sienta superior que otra y lleve esto al plano real, en sus acciones.
Crecí escuchando de mi familia y de personas de mi comunidad y de otras comunidades, sobre experiencias de generaciones mayores que la mía, acerca de que eran obligados a trabajar gratuitamente para los ladinos. A las niñas indígenas en las escuelas públicas las ponían a cuidar a los bebés de las maestras y constantemente tenían que defenderse de las agresiones físicas que les propinaban las niñas ladinas.
Ahora esto ya no es así. Pero que ya no sea así no significa que el racismo haya desaparecido, disminuido o que tan siquiera se haya intentado combatirlo. Lo que ha cambiado son las algunas expresiones y otras no cambiaron, se mantienen.
La semana pasada en un “noticiero” en la radio, decía la encargada de la Comisión de Artesanías de la Agexport que los textiles generaban para Guatemala más de 60 millones de dólares al año, provocando un incremento en el PIB de 5%, Estados Unidos y Europa son los principales clientes.
Lucrar con la identidad o la cultura del indio es un negocio rentable. O sea que mientras deshacen nuestras culturas con el empobrecimiento que provoca el racismo, se van apropiando de nuestros textiles, por ejemplo. Bajo discursos de emprendimiento e innovaciones se quiere justificar los robos que están cometiendo y hacerlos pasar por “moda artesanal”.
A las mujeres indígenas se nos trata justo como se vio en la portada de julio de la revista Look Magazine. Somos las “muchachas”, las “marías”, las “inditas”, las “marchantías”. ¿Quién teje tu moda textil? ¿Qué sería de tu moda textil sin el textil? ¿Cómo le han hecho para que sobrevivan hasta hoy los textiles de tu moda en estos contextos de racismo? ¿O seguís pensando que es traje “típico” y uniforme colonial? ¿Hasta cuándo tu racismo?
Practicar el racismo o ser racista no se trata de “cometer un error”. Para eliminar el racismo y cambiar nuestras acciones, es necesario reconocer que somos racistas y que vivimos en una sociedad o país construido sobre el racismo.
La revista Look Magazine cambió su portada y pidió disculpas por lo que definieron un “error” cometido. En la nueva portada aparece Francesca Kennedy, quien viste parte de lo que define su “moda artesanal”, pero no hace más que convertir en vestido un güipil (q’anjob’al de Soloma) y en cincho una faja (kaqchikel de Patzún) dejando claro la apropiación de nuestra indumentaria al adjudicarse una autoría que no le pertenece. Esto también es racismo. Racismo que roba y explota el trabajo de los pueblos.
La revista debe reconocer su racismo y entonces rectificar.
http://lahora.gt/racismo-de-revista/
No hay comentarios:
Publicar un comentario