María Aguilar |
El 2 de septiembre de 2015, a mitad de la noche, como todo un cobarde, Otto Pérez Molina renunció a la presidencia de Guatemala. Dos años más tarde, casi en la misma fecha, mientras todos dormían, el aún presidente, Jimmy Morales a través de un video declaró “non grato” al Comisionado de la CICIG, Iván Velásquez.
Es evidente que para Morales esta fue la mejor solución para frenar los procesos penales en contra suya y de su familia. La CICIG no solo ha hecho temblar al Presidente sino también a los financistas de su campaña, militares involucrados en violaciones de Derechos Humanos y narcotráfico, empresarios y al propio Congreso. Es decir, la CICIG ha movido las estructuras tenebrosas y criminales que por décadas han controlado la economía del país.
La acción de Morales es un ataque a lo poco que queda de institucionalidad. Sus actos ya son criminales y dictatoriales, por eso, no pueden ser permitidos.
Estamos en un momento crítico para Guatemala y Latinoamérica. No debemos ni podemos darnos el lujo de permitir que se lleve a cabo la orden de Morales de expulsar al Comisionado Velásquez. Asimismo, es imperativo que Morales sea removido del cargo. Su estancia en el poder representa un conflicto de intereses y es contraproducente con la estabilidad nacional. Permitir la permanencia de Morales en la presidencia abriría la puerta a una dictadura encabezada por una marioneta manejada por los intereses corporativos más obscuros del país.
Ha llegado el momento de decidir la Guatemala que queremos construir a futuro. Vale la pena tirarnos al vacío, repensar este país y dejar la tibieza de intentar solo reformarlo. Guatemala requiere una depuración inmediata y extensa del Congreso, que en su gran mayoría está integrado por elementos criminales y corruptos.
¡Basta de usar la excusa de sostener el Estado de Derecho para justificar la desintegración de la mínima Democracia que aún nos sostiene! De no hacerlo continuaremos sumidos en un ciclo criminal y corrupto por siempre.
La CICIG y el Comisionado Velásquez deben permanecer en el país. Jimmy Morales debe renunciar, las investigaciones de la CICIG deben continuar e incluir a Jafeth Cabrera, así como a los miembros criminales del Congreso.
https://elperiodico.com.gt/opinion/2017/08/28/jimmy-morales-ataca-a-guatemala/
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