Otro veinte de octubre que lleve a un estadista al poder y que surjan nuevos soldados del pueblo…
Por: Miguel Ángel Albizures
Para muchos incrédulos habrá sido sorprendente ver que, a pesar de todo, se haya realizado la manifestación conmemorativa del veinte de octubre, donde se levantaron sentidas peticiones por parte de la población guatemalteca, como esa que circuló con letras grandes “Cuentas claras” ¿Dónde está el dinero?, “a los privilegios tolerancia cero”, y que se convocara diciendo “Caminemos por la democracia y la justicia”, pues la democracia para unos es simple y llanamente el derecho de unos pocos a seguir enriqueciéndose, no solo con los dineros del pueblo, sino con el esfuerzo y sudor de obreros y campesinos que trabajan de sol a sol y dejan lo mejor de su vida en las grandes plantaciones o en las cadenas fabriles. Por eso se levantaron las banderas de la justicia, no solo en exigencia a un trabajo digno y bien pagado, sino para que su brazo alcance a los intocables, aquellos que se han creído, y se siguen creyendo, todo poderosos porque han contado con funcionarios serviles, con jueces comprables, con fiscales que ocultan o ignoran pruebas, con diputados que legislan a su favor, con estructuras paralelas y hasta con fuerzas de seguridad que les protegen. Por eso señalaron que necesitamos construir un Estado de derecho que garantice una justicia independiente que vele por los derechos de las mayorías, en lugar del actual Estado cooptado por el Pacto de Corruptos.
No podía faltar la exigencia de la elección de las y los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de las Cortes de Apelaciones que duerme el sueño eterno en el Congreso porque a los diputados, después de un año que los magistrados cumplieron su mandato, no les da la gana de hacerlo hasta que no puedan garantizar la elección de magistrados y jueces al servicio del poder económico y, por supuesto, al servicio de todos aquellos que tienen cuentas con la justicia o que guardan prisión por los hechos que cometieron. Por eso decía una manta “Cortes para la justicia y no para la impunidad. Rescatemos los poderes del Estado, ejecutivo, legislativo y judicial Muera el pacto de corruptos”.
Otra revolución es posible, el pueblo unido jamás será vencido, lo cual es cierto pero la unidad sigue sin concretarse, los intereses de grupo hacen imposible la formación de un solo frente de lucha que haga posible las transformaciones que el país necesita.
Está bien que se hayan hecho denuncias como “Giammattei no representa al pueblo, sino al CACIF y al crimen organizado estatal. Son 34 mil millones en préstamos y que se pregunte ¿Dónde está el pisto”, pero hay que luchar porque se aplique la justicia y termine la impunidad. Por eso decíamos en artículo anterior que hace falta una nueva revolución, que garantice jueces y magistrados apegados a derecho, diputados incorruptibles y funcionarios que estén al servicio del pueblo y no de poderes fácticos. Otro veinte de octubre que lleve a un estadista al poder y que surjan nuevos soldados del pueblo, como lo fue Árbenz, quien devolvió la dignidad a las fuerzas armadas y que hoy en día ha sido arrastrada por los suelos patrios.
https://elperiodico.com.gt/editorial-de-hoy/2020/10/22/por-la-democracia-y-la-justicia/
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