Cada soldado y los mandos militares tenían durante esa época un salario mensual y hasta premios por las matanzas.
Por: Miguel Ángel Albizures
Las protestas y peticiones de los veteranos militares y de los expatrulleros civiles, datan de hace tiempo, así como sus contradicciones internas, las ambiciones políticas y transas de algunos de sus miembros. Por las contradicciones internas que tienen, no se sabe exactamente quienes están manifestando, si son los veteranos militares o una mezcla de expatrulleros, veteranos o advenedizos acarreados en lujosos buses desde diferentes regiones para llegar a exigir una recompensa por los crímenes cometidos durante la guerra que se desarrolló en Guatemala, después del levantamiento militar del 13 de noviembre de 1960 hasta 1996.
No está demás decir que cada soldado y los mandos militares tenían durante esa época un salario mensual y hasta premios por las matanzas que hicieron, pues jamás trabajaron de regalada ni por la convicción de estar combatiendo a la guerrilla, pues si así hubiera sido, les hubieran perseguido por las montañas y no hubieran arrasado poblaciones enteras asesinando niños, mujeres y ancianos con el objetivo, como lo señaló Otto Pérez por el área Ixil, de “quitarle el agua al pez” , arrasando con todo lo que encontraron.
La exigencia hoy de Q120 mil, más terreno y casa por lo que hicieron, no tiene nombre, pues incluso la misma asociación de veteranos ha tenido un presupuesto mensual del Estado sin prestar ningún servicio al país. O sea, quieren mamar y seguir tomando leche a costa de los recursos del pueblo que se obtienen a través de los impuestos que todos pagamos. De los expatrulleros civiles ni hablamos, pues muchos fueron obligados y otros lo hicieron voluntariamente para ver que conseguían.
El pasado martes ellos pasaron libremente por el Congreso y de paso se opusieron a que la magistrada Gloria Porras fuera juramentada para asumir como magistrada de la Corte de Constitucionalidad, tal como lo denunció la periodista María España en el diario ‘La Hora’. De paso piden se retome la iniciativa de ley 5377, en la que proponen reformas a la Ley de Reconciliación para que se les dé amnistía por los crímenes que cometieron en el pasado y se deje en libertad a militares que han sido juzgados. En el 2019 se manifestaron contra existencia de la CICIG y amenazaron con boicotear las elecciones del 2019 si no se les concedían sus peticiones y uno de los representantes de Avemilgua, Calmo de León, dijo que eran capaces de armar bombas y que estaban dispuestos a enfrentar a la policía en demanda de sus derechos.
En medio de todo esto, del cerco policial al Congreso, de la agresión a periodistas y de no acceso a las fuentes de información, el Pacto de Corruptos se sigue fortaleciendo y logran tomar una de las instancias más importante para el fortalecimiento del Estado de derecho, la Corte de Constitucionalidad que en el ejercicio pasado no les permitió hacer lo que les venía en gana.
https://elperiodico.com.gt/opinion/opiniones-de-hoy/2021/04/15/los-veteranos-otra-vez-exigen-resarcimiento/
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