LOS SINDICATOS Y SINDICALISTAS COMPRENDEN MEJOR QUE NADIE LO QUE SON LOS MOMENTOS DIFÍCILES.
POR: MIGUEL ÁNGEL ALBIZURES
Como siempre las crisis se siguen cargando sobre los hombros de la clase obrera y lo de la pandemia no es raro, son ellos los que han tenido que seguir presentándose al trabajo bajo condiciones mínimas de seguridad y son ellos los que “por motivos de fuerza mayor” fueron suspendidos o despedidos de las fábricas. Así sucedió cuando el terremoto de 1976, el empresariado aprovechó el momento para intentar destruir el movimiento sindical y los despidos de directivos sindicales o afiliados a importantes sindicatos, empezaron a ser afectados aduciendo daños en la infraestructura de las empresas.
Los sindicatos y sindicalistas comprenden mejor que nadie lo que son los momentos difíciles y no aprovechan para plantear aspectos que afecten al empresariado, comprenden las situaciones y se abstienen, pero por el contrario los empresarios ven las crisis como la oportunidadpara deshacerse de las organizaciones o debilitarlas. Son raros aquellos que en medio de todo piensan en la situación que atraviesan los trabajadores y tratan de ayudarles.
Este Primero de Mayo las banderas sindicales están a media asta por los miles de trabajadores que se han quedado en el camino porque entienden que no se pueden ondear en una situación en que el luto cubre muchos hogares y que también el empresariado ha tenido problemas por la pandemia. Se exige sí, el cese de los despidos o el pago de las prestaciones que han acumulado, pues es parte de lo que les sirve para enfrentar la crisis.
Por ello este Primero de Mayo manifiestan contundentemente su posición frente a quienes ven la posibilidad de destruirles. “En la actualidad debido a la crisis sanitaria por el COVID-19, grandes empresarios están aprovechando la situación para profundizar los niveles de sobreexplotación de la fuerza de trabajo, están sometiendo a la clase trabajadora de muchos países y en Guatemala aún a mayores abusos, hay un incremento desmedido de violaciones a los derechos humanos y laborales, mayor incumplimiento al pago de los salarios mínimos de hambre impuesto por los grandes empresarios y gobiernos serviles, más intolerancia y violación a la libertad de organización sindical, una total distorsión, desnaturalización y violación al derecho de la negociación colectiva para lograr pactos colectivos y lo peor es que esa acción proviene del propio Ministerio de Trabajo y claro, es la política de Giammattei, la tercerización de la relación laboral para evadir obligaciones de los empresarios”.
Pero este Primero de Mayo, como muchos otros escucharemos sus reivindicaciones, sus peticiones más sentidas y su condena a un Gobierno que se ha olvidado del pueblo y solo beneficia a sus allegados. Por ello, es el momento de una lucha por ampliar los servicios sociales, por defender el derecho a la estabilidad laboral y el derecho a la libre sindicalización.
https://elperiodico.com.gt/opinion/opiniones-de-hoy/2021/04/29/primero-de-mayo-en-medio-de-la-pandemia/
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