El 29 de marzo de 2022, el Tribunal de Sentencia de Mayor Riesgo E dictó sentencia condenatoria inconmutable de 75 años de prisión, a cada una de las tres mujeres indígenas maya q’eqchi’ de la Comunidad Indígena Semuy II del municipio de El Estor, departamento de Izabal, por el supuesto asesinato de miembros de la Marina del Ejército de Guatemala, quienes el 3 de septiembre de 2019, ingresaron en horas de la mañana con pasamontañas a su comunidad, provocando con ello terror a toda la comunidad.
El Tribunal de Sentencia de Mayor Riesgo E, actuó en forma maliciosa. Ya había finalizado el proceso correspondiente y en la sentencia modificó el delito a asesinato en lugar del delito de atentado con agravación específica (presupone una actuación conjunta de las tres mujeres contra los marinos). Respecto a este tipo de actuaciones la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH ha considerado que se violenta el derecho de defensa. Se comprobó que ninguna de las mujeres ocasionó ninguna lesión a los marinos y menos provocar asesinato.
Dentro del juicio se dejó de considerar hechos evidentes como los disparos realizados por los marinos, inclusive, a la fecha una de las mujeres hoy condenadas tiene una bala incrustada en la extremidad inferior derecha, desde el 3 de septiembre de 2019, que ha impactado su salud y limita su capacidad de movilización cotidianamente. Se realizó un juicio parcial, sin la observancia objetiva de la prueba.¡Rechazamos las aberraciones del Tribunal!
Por su parte, la Fiscalía del Ministerio Público realizó una actuación parcial y de incumplimiento de deberes, encaminada a la criminalización. El MP no investigó la actuación de los marinos. Ignoró contenidos de los Acuerdos de Paz respecto a las funciones del Ejército.
Lo ocurrido constituye una flagrante violación del derecho de defensa, contenido en la Constitución Política de la República de Guatemala y convenios internacionales suscritos por Guatemala.
¡La vida de las personas de pueblos originarios importa! Criticamos enérgicamente esta injusticia infringida con saña y desproporción con un fuerte impacto en las mujeres, sus hijas e hijos, parejas, parientes, a toda su comunidad, una actuación racista, clasista y patriarcal.
¡Exigimos justicia!
¡Exigimos que haya una investigación imparcial!
¡Exigimos resoluciones apegadas a derecho!
¡Exigimos que se respete el derecho de defensa!
¡Exigimos su inmediata libertad!
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