En febrero se inició en Guatemala el proceso de elecciones generales, acompañado de acciones proselitistas que la clase política acostumbra en período electoral, dirigidas por quienes aspiran a ser candidatos para competir a los cargos públicos de elección popular.
Como ya sucedió antes y pasa ahora, cada vez que se convoca a elecciones, sectores políticos ultraconservadores y fundamentalistas, organizaciones terroristas y neofascistas, las elites depredadoras, sus siervos y testaferros lanzan campañas negras y amenazas de todo tipo contra los adversarios políticos, periodistas y voces críticas de la sociedad civil.
Usan la psicología del terror para sembrar miedos, desconfianza, terror, intimidación, confusión, silencio y paralización entre la gente. Se valen de la tecnología para abrir sitios y páginas anónimas donde suben contenidos con información falsa, difamatoria, calumniadora y mensajes con amenazas de muerte que intentan implantar confusión y falsos temores en las personas.
Para conocimiento del Ministerio Público (MP) y la Defensoría de periodistas y defensores de derechos humanos de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), hago pública la siguiente denuncia: En días recientes, uno de esos sitios apócrifos circuló en redes sociales un mensaje con una clara amenaza de muerte hacia mi persona y extensiva a la Asociación de Periodistas de Guatemala (APG), máxima entidad de prensa del país a la que pertenezco.
Dicho mensaje esconde una seria amenaza al ejercicio de derechos y libertades que tenemos todos los seres humanos, entre estas, las libertades de expresión, emisión del pensamiento, investigación y prensa, así como, los derechos de acceso a la información e informar y ser informados. Con sus actos y acciones pretenden implantar el silencio, pero ya se dijo y lo reitero, ¡No nos callarán!
Y eso que la carrera electoral apenas comienza, todo indica que conforme avanza la campaña política los actos violentos se desarrollan con más impulso. Así ocurrió en el pasado y todo presagia que ahora no es diferente. Las campañas negras de todo tipo, difunden información falsa con la intención de amedrentar y confundir a la ciudadanía para alterar y debilitar el evento político electoral, es una forma de despejar la ruta para burlar la voluntad popular mediante posibles fraudes que favorezcan a determinados candidatos.
Este tipo de trabajo sucio e intimidatorio provoca gran daño a la democracia, porque debilita sus instituciones y condiciona el libre ejercicio de los derechos políticos de la ciudadanía, tales como, elegir y ser electos o acceder a las funciones públicas del país, garantizados en la Constitución Política de la República de Guatemala, artículo 136 y en la Declaración Universal de Derechos Humanos, artículo 21.
Conforme el tiempo corra y se acerque el día de las elecciones fijado para el domingo 25 de junio del presente año, para elegir presidente, vicepresidente, 160 diputados al Congreso Nacional, 20 al Parlamento Centroamericano y 340 corporaciones municipales, la campaña política se calienta y empieza a mostrar la deriva violenta.
En Guatemala no son nuevas las campañas negras, el trabajo sucio, las intimidaciones y las amenazas de muerte que, como dije antes, se exacerban durante los comicios electorales. Lo único cierto es que otra vez, están presentes los mensajes de la muerte. Mi denuncia es una más que el MP y la PDH deben investigar, eso espero.
https://lahora.gt/opinion/fmendez/2023/02/24/otra-vez-mensajes-de-muerte/
Factor Méndez
fmendez21@gmail.com
Defensor Derechos Humanos. Catedrático. Periodista/Escritor. Estudió Derecho, Derechos Humanos y Trabajo Social en Guatemala, Honduras y Costa Rica. Catedrático San Carlos y Rafael Landívar. Fundador Centro de Investigación, Estudios y Promoción de Derechos Humanos CIEPRODH. Autor de ensayos y artículos sobre temas sociales, políticos, memoria histórica y Derechos Humanos.
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