Gil Zu | Arte/cultura / POETA DE LA CALLE
Orgullo del magisterio nacional de Guatemala, funcionario probo que donaba la mitad de su sueldo para su partido, el Partido Guatemalteco del Trabajo. Sencillo, caminaba a pie por las mañanas acompañado de su señora madre con un paraguas bajo el brazo y en la 10 calle y 11 avenida zona 1 se despedía de ella para trasladarse a la Confederación General de Trabajadores –CGTG–, de la que fue secretario general.
Aunque al último discurso que pronunció parado en una tarima situada en el Hipódromo del Norte, un memorable 1 de mayo, donde lo esperaban miles de trabajadores, Victor Manuel llegó a bordo de una camioneta # 1 y al bajarse se dirigió a la tarima. Cuando finalizó su intervención, lleno de sudor en la cara, descendió la escalinata y pasó con una vendedora de comida a comprar un pan con gallina y un vaso de horchata por lo que pago 25 centavos. Luego, caminando nuevamente, se dirigió a una de las camionetas # 1 para perderse en el recorrido
Cuando lo conocí, llegó acompañado del Che Guevara, Maco Villamar Contreras y otros camaradas a la finca San Francisco Miramar, en Colomba, Quetzaltenango, con motivo de inaugurar nuestra Cooperativa Agrícola, la primera cooperativa beneficiada por el Decreto 900 Ley de Reforma Agraria, durante el gobierno de Abenz. Después, en Quetzaltenango, con motivo de inaugurarse la tercera sucursal del Banco Nacional Agrario donde fui nombrado inspector.
Al operarse la invasión a Guatemala por parte de la CIA, tuve que salir exiliado a México, allí nos volvimos a ver con Víctor Manuel, en la CETAL del D. F., donde llegué acompañado del licenciado Ernesto Capuano. Al despedirnos, me dio diez pesos mexicanos, diciéndome que a la vuelta vendían unos taquitos de moronga ricos y que cuando regresara a Guatemala le devolviera ese dinero, porque era de la CETAL.
No lo volví a ver hasta que estuve en Guatemala y me enteré que lo habían asesinado con saña partiéndole el cuerpo con cuchillo de carnicero, guardando los pedazos en bolsas plásticas que fueron arrojadas al mar como carne de tiburón.
Mis respetos a este maestro que murió con las botas puestas, llevándose el sueño de construir un Estado socialista en Guatemala. Víctor Manuel, «el Perico», Gutiérrez.
https://gazeta.gt/64721/ 10/02/2023
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