sábado, 6 de diciembre de 2014

LA MASACRE DE LAS DOS ERRES HACE 32 AÑOS

La matanza en el parcelamiento Dos Erres ocurrió el 7 de diciembre de 1982.

Un autopatrulla  de 40 kaibiles ingresó en el parcelamiento Dos Erres, La Libertad, Petén.

250 pobladores fueron asesinados en octubre de 1982, por elementos del Ejército.

La causa de la masacre

En octubre de 1982, una emboscada de la guerrilla causó la muerte de alrededor de 20 soldados y la pérdida de sus rifles. Datos de inteligencia indicaron un tiempo después que los rifles podían estar en la zona de Las Dos Erres, una aldea de granjas con 60 familias en la selva profunda, cerca de la frontera mexicana. Altos mandos del Ejército desplegaron la patrulla especial para recuperar los rifles y darles una lección a los aldeanos.

Disfrazados de guerrilleros, la unidad de 20 hombres asaltó Las Dos Erres el 7 de diciembre, respaldada por una fuerza de apoyo de 40 comandos uniformados. Las tropas no encontraron ni los rifles ni evidencia de actividad guerrillera. El operativo se descompuso en un frenesí de violaciones, torturas y asesinatos que aniquiló a casi toda la población, según expedientes judiciales guatemaltecos y estadounidenses.

La investigación empezó 14 años después, pero produjo pruebas únicas. Rompiendo el código de silencio, 2 soldados se convirtieron en testigos protegidos en los noventa y rindieron sus testimonios sobre la matanza. Además, los fiscales conectaron la masacre con la unidad de Sosa, por medio de exámenes de ADN realizados a 2 niños secuestrados en Las Dos Erres en 1982 y que crecieron en hogares de militares: Óscar Ramírez Ramos y Ramiro Osorio Cristales, de 3 y 5 años. (…)

2 comentarios:

  1. Es una verdadera pena, el poco valor que dan a la vida estos militares.

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  2. Saludos. Yo me he leído esta historia varias veces. Primero lo publicó un diario de país, República Dominicana y lo hizo en seis reportajes que me dejaron petrificado. Cómo puede haber tanta maldad, como matar a esos niños inocentes, estudiantes, mujeres embarazadas. Cada vez que lo leo, lloro, lloro de impotencia y el solo saber cuanto sufrieron todas esas personas me entristece aún más.

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