106 DIAS QUE COMMOVIERON A GUATEMALA
Por: Carlos Castro Furlán
“Anduve viajando muchos años por el mundo Con el lucero de tu nombre en los ojos.”
Otto Rene Castillo
TU MADRUGADA, PATRIA
Hoy hemos querido parafrasear el título del libro del periodista estadounidense John Reed en donde relata de forma magistral los diez días que precedieron al triunfo de la Revolución Rusa Bolchevique liderada por Vladimir Ilich Ulianov “Lenin” y Leon Davidovich Bronstein “Troski” que culmino con el asalto de las masas enardecidas al Palacio de los Zares en Moscú.
El libro en mención es una de las crónicas mejor logradas de un movimiento histórico social revolucionario; pero si quieren tener un testimonio gráfico de este suceso les recomendamos que vean la película titulada “Reds” o “Rojos” con la magistral actuación de Warren Beaty y Faye Dunaway.
Guardando las distancias históricas y los hechos, hemos de decir que los 106 días que transcurrieron en Guatemala desde la movilización y bloqueos carreteros iniciados el 02 de octubre de 2023 hasta el 15 de enero de 2024 en que tomó posesión como presidente Bernardo Arévalo de León y el discurso que enunció ese día en plena madrugada frente al Plantón ciudadano en el Ministerio Público, conmovieron la conciencia de una sociedad que ya nunca volverá a ser la misma.
Fueron 106 jornadas como dice Kalr Marx cuando se refiere a los sucesos de la Comuna de Paris “Hay días en la historia, que bien valen por siglos”.
Ese es el caso de los 106 días de continua movilización ciudadana liderada en un principio por los 48 Cantones de Totonicapán y la articulación que lograron a través de la integración paulatina y continuada de las diferentes alcaldías indígenas del país hasta alcanzar la casi totalidad de estas formas de organización ancestral al movimiento ciudadano por la defensa de la democracia y el Estado de Derecho.
En estos días se lograron borrar siglos de invicibilización de los habitantes de la Guatemala profunda por parte de los habitantes de los centros urbanos, quienes al fin se dieron cuenta de la importancia que tienen los indígenas y campesinos; comprendieron al fin que el verdadero poder no radica en los gobernantes, ni en el vetusto palacio conocido como “el Guacamolón”, si no que el verdadero poder está en las calles y que las formas de organización alternativas de la cultura Maya, basadas en la transmisión oral y la tradición ancestral que fueron capaces de hacer dar marcha atrás a aquellos que se creen poderosos y que siempre han sido los dueño de bienes y vidas de la ciudadanía a través del ejercicio del sistema de tipo colonial que es la actual sociedad guatemalteca.
El día viernes 12 de enero en la noche, cuando se anunció que a partir del 14 de enero se levantaría el plantón ciudadano ante el MP, un sentimiento de tristeza se apodero de todos los presentes, ya que sabíamos que dejaríamos de ver a queridos compañeros que en ese lapso de tiempo se convirtieron en entrañables amigos y con quienes compartimos desvelos y frio en el campamento que se construyo en las calles de Gerona y que hoy ya solo es un recuerdo de una lucha pacífica por la construcción de una nueva sociedad.
Allí durante esos días, en que se fue construyendo de a poco la esperanza de que al fin será escuchada la voz de los excluidos y de que al fin empezábamos a ser sujetos de la historia y no simples marionetas de los titiriteros que siempre han manejan esta sociedad a su sabor y antojo.
Allí en ese reducido espacio del Barrio Gerona se empezó a gestar en la practica la verdadera unidad entre mestizos, indígenas, campesinos, población urbana y rural y en cierta medida incluso se eliminaron hasta las clases sociales, haciéndonos soñar por momentos en que es posible eliminar los prejuicios y las diferencias que nos dividen, cuando se persigue un objetivo común.
Allí aprendieron los sectores urbanos de que existe otra GuateMaya, e incluso aprendieron vocablos de los idiomas vernáculos como Wachalal (Hermano, más allá de los lazos familiares) o Maltiox (Muchas gracias) y empezaron a entender y comprender su mestizaje y a apreciar la cultura Maya.
Esa noche se cerro la actividad entonando una canción que se convirtió en un himno de resistencia, lucha y alegría que condenso en si la lucha de todo un pueblo.
Obligadamente tenían que ser los versos del poeta quezalteco Otto Rene Castillo musicalizados por otro “chivo” de nombre Fernando López, acompañado por Sara Curruchiche, Tito Medina, el grupo “Sobrevivencia” y los miles de voces que acompañamos al unísono la melodía titulada “Aquí Solo Queremos ser Humanos”.
El punto culminante de esta actividad fue cuando la letra de esta canción fue interpretada en idioma cakchiquel por Sara Curruchiche ya que aquellas gargantas de los pueblos originarios acostumbradas a callar se levantaron a expresar que su voz tiene que ser escuchada.
Cuando terminó la actividad, nos fundimos en un abrazo y nos despedirnos con lágrimas en los ojos, abrazando a los compañeros que en dos días partirían de vuelta al occidente, al oriente, al Norte y al Sur, dijimos hasta pronto y mostramos nuestra eterna gratitud y nuestro respeto a los Quiches, a los Cakchiqueles, a los Ixiles, a los Mames, a los Achí, a los Quekchíes, a los Pocomchís, a los Xincas, a los Kanjobales, a los Zutuhiles y a todos los compañeros con quienes hemos compartido esta trinchera pacífica de lucha, con la convicción que nos volveremos a encontrar pronto, ya que en esta nuestra patria hay tantas injusticias que combatir, estamos seguros que se avecinan nuevas batallas y nosotros estaremos en las calles prestos a afrontarlas.
Hasta pronto queridos compañeros.
QUE TODOS SE LEVANTEN, QUE NO SE QUEDE NI UNO,
NI DOS, ATRÁS DE LOS DEMAS.
PLATAFORMA DE ORGANIZACIONES INDIGENAS Y CAMPESINAS
GuateMaya 22 de Enero del 2024.
Año de la Construcción de la Democracia
Carlos Castro Furlán
Ciudadano de Guatemala y del mundo, libre pensador.
Ex-Profesor de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
Carta Abierta al Pueblo de GuateMaya
Comunicado # 39
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