LA
VIOLACIÓN SEXUAL ES GENOCIDIO
SU VERDAD ES NUESTRA VERDAD
“Tenía
12 años me llevaron al destacamento con otras mujeres allí me amarraron los
pies y las manos …me pusieron un trapo en la boca…y me empezaron a violar…yo ya
ni sabía cuántos pasaron…perdí la conciencia…y ya la sangre solo corría…..luego
ya no podía ni levantarme ni orinar…”
Este
testimonio desgarrador dado hoy por una mujer ixil sobreviviente de violación
sexual, muestra cómo, durante el gobierno del General Ríos Montt, se utilizó la
violación sexual con el fin de destruir y/o causar lesiones graves contra las
mujeres mayas ixiles, siendo esta práctica parte de la política genocida del
gobierno.
Afirmamos
que los hechos de violación sexual ejercidos en contra de las mujeres mayas
ixiles son constitutivos del delito de genocidio porque así está establecido en
el art.376 numeral 2 del Código Penal Guatemalteco: “Art. 376.- Comete delito de genocidio quien, con
el propósito de destruir total o parcialmente un grupo nacional, étnico o
religioso, efectuare cualquiera de los siguientes hechos: 2°. Lesión que afecte
gravemente la integridad física o mental de miembros del grupo.
Los testimonios de las 10 mujeres ixiles que hoy se
han escuchado mostraron con claridad, y sin lugar a dudas como los actos de
violación sexual cometidos durante el conflicto armado en contra de las mujeres
ixiles tenían el propósito de causar daños irreparables en sus cuerpos y en sus
vidas. Se trataba de un ejercicio
de demostración de poder y de odio que
se materializó a través de sus cuerpos y su absoluta degradación y humillación.
Todo ello respaldado por un sistema ideológico racista y patriarcal dónde los
cuerpos de las mujeres se convirtieron en “cosas” sin ningún valor. “Agarraron a mi mamá y la arrastraban como
a un chucho….”. “ Acaso éramos unos animales para que nos hicieran cualquier
cosa”
La
política contrainsurgente se propuso causar terror en la población y
específicamente en las mujeres utilizando formas crueles y extremas de
violencia sexual que causaron lesiones graves y permanentes en la integridad
física y/o mental de las mujeres ixiles. El ensañamiento y la alevosía que se
ejercieron contra los cuerpos de las mujeres muestran ese propósito, incluyendo
mujeres embarazadas tal y como lo muestra este testimonio: “Ellos querían que fuera su mujer pero yo no me dejaba pero ellos me
cortaron la cabeza y así fue cuando me dejé….Yo tenía 6 meses de embarazo y a
los quince días nació mi bebe muerto…”.
Estos
daños causados tuvieron efectos en las mujeres ixiles que se muestran hasta el
día de hoy a través de sentimientos de profunda tristeza, de culpa, de miedo
junto con distintos dolores físicos, enfermedades como relataron las mujeres hoy en sus
testimonios: “ Me siento muy triste,
siempre estoy enferma y no salgo de la casa…me duele mi corazón”.
Foto: Ana Maria Cofiño |
Uno
de los dolores más marcados que las mujeres relataron durante el día de hoy
fueron las violaciones que ellas presenciaron de sus mamás o bien de sus
hijas. Estos hechos se repitieron
en numerosos testimonios mostrando así la intención de destruir y/o lesionar
profundamente el tejido familiar siendo las mujeres el centro del ataque. “Yo también vi cómo a mi hija la violaron
muchos soldados, ella sólo tenía 12 años, la agarraron en mi cama…”. “ Eran
cuatro soldados quienes violaron a mi hija, la golpeaban muy duro y ella no
paraba de llorar”.
También
se pudo comprobar que muchas mujeres que fueron violadas quedaron brutalmente
lastimadas para concebir hijos e hijas, teniendo como consecuencia la
limitación de la reproducción del pueblo ixil. Otros testimonios también dieron
cuenta de las secuelas físicas en
las capacidades reproductivas como relata una de las mujeres testigas de 46
años. “Tengo una infección en el vientre,
me duele todo el tiempo mi matriz…”.
Como concluye Elizabeth
Odio Benito,
vicepresidenta del Tribunal Penal Internacional para ex Yugoslavia (1993-95): “La violación de las mujeres no es una
consecuencia, más o menos inevitable o intrascendente de un conflicto armado,
sino que es una política aplicada sistemáticamente para destruir grupos humanos
además de la propia víctima directa”.
Los testimonios de las mujeres ixiles que hoy fueron
presentados ante el Tribunal demuestran que los hechos de violación sexual
ocurridos en el área ixil durante el período del General Ríos Montt tenían un
“modus” operandi” ya que:
v Eran actos que respondían a órdenes de mandos
superiores, normalmente tenientes, quienes daban directamente las instrucciones
a los soldados, además de participar ellos mismos en los actos de violencia
sexual. “ Era un sargento quién daba las
órdenes a los soldados”
v Los elementos del ejército y patrulleros llegaban a
las comunidades, separaban a las mujeres y a los hombres, normalmente a las
mujeres las llevaban a las capillas, escuelas, en la misma calle y en
ocasiones, a sus casas. Una vez realizada esta separación procedían a ejecutar
diferentes actos de violencia sexual, siendo la mayoría de las veces, la
violación sexual la práctica generalizada. “Nos
agarraron y nos llevaron a un cuarto del salón parroquial y allí nos violaron a
un grupo de mujeres, fueron varios soldados los que me usaron y me quedé casi
un año con hemorragia…”
v Carácter masivo de las violaciones sexuales, es
decir, numerosos soldados y muchas mujeres como víctimas, también se producían
violaciones múltiples, diferentes hombres violaban a la misma mujer y en muchos
casos, fueron repetidas en diversos momentos contra las mismas mujeres. “Nos llevaron al destacamento y allí nos
violaban muchos soldados, yo estuve diez días y me violaron muchas veces y a
otras mujeres también”. “Abusaron
de mí toda la noche fueron como 20 soldados pero al final perdí la conciencia”.
Foto: Ana Maria Cofiño |
Todas estas
características muestran que la violación sexual era una práctica premeditada,
sistemática, generalizada y que tenía como fin destruir y lesionar gravemente a
las mujeres ixiles como grupo específico. No eran actos cometidos por la tropa fuera de control de
sus mandos, sino que éstos ordenaban, aprobaban y legitimaban dichos actos. Los
victimarios eran personas comunes, no eran maniáticos, ni sufrían de ninguna
patología.
Uno de los momentos más
memorables fue cuando una mujer sobreviviente ixil dijo con voz clara y fuerte como
había escuchado a un soldado decir” Ríos
Montt nos dijo que se acabara con toda esa basura ixil porque colaboran con la guerrilla”.
También se pudo evidenciar
la práctica recurrente de someter a las mujeres al régimen de servidumbre
sexual donde los soldados violaban durante días seguidos a las mujeres y
obligaban a cocinarles y atenderles bajo amenazas de muerte y violencias
continuas. “Me acuchillaron y tengo
cicatrices, cuando me violaban ya no podía caminar y me tiraban como una
pelota….Yo tenía que cocinar para ellos para que no me mataran.”
Estos diez testimonios de
las mujeres ixiles presentados hoy en la Corte son diez actos de valentía, de
fuerza y de poder de las mujeres. Hoy las mujeres han roto una vez más el muro
del silencio que existe en Guatemala en torno a la violación sexual que se
ejerció contra las mujeres ixiles, y otras miles de mujeres mayas, mestizas y
garífunas en la época del conflicto armado guatemalteco. Como bien dijo una de
las mujeres al finalizar su testimonio, “Hoy
va a haber un cambio en mi vida porque me estoy desahogando”.
Hoy estas mujeres han
traído ante nosotras y nosotros su voz, su corazón, su
memoria, su cuerpo, su dolor y sobre todo su verdad para decir que sí fueron
violadas y que quieren justicia por lo que les pasó y que no quieren que esto
se vuelva a repetir. “Vengo a decirlo
para que no vuelva a suceder a nosotras las mujeres”
Guatemala 2 de abril 2013.
Asociación para la Justicia y Reconciliación AJR
Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos
CALDH
Colectivo Nosotras las Mujeres
Centro Medios Independientes
www.paraqueseconozca.blogspot.com
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