FRANCISCA GÓMEZ GRIJALVA
Aura Lolita
Chávez Ixcaquic, defensora de la vida, del territorio, de los derechos de las
mujeres e integrante de la Coordinación Política del Consejo de Pueblos K´iche´
(CPK) y del Consejo de Pueblos de Occidente (CPO), fue citada el pasado 14 de
abril por el Ministerio Público (MP). La acusan del delito de coacción ilegal
Caso MP-226-2013-3296. Ella se presentó a la audiencia, pero los demandantes
Saturnino Esteban Pérez Laynez y Rigoberto Pérez Quixtan, no se presentaron. La
audiencia se reprogramó para el próximo 5 de mayo
La
criminalización, intimidación y judicialización son mecanismos de represión
psicológica que políticos, el Estado de Guatemala, las grandes empresas
nacionales y transnacionales están utilizando para desgastar emocionalmente a
Lolita Chávez y las comunidades que integran el (CPK) que luchan por sus
derechos individuales y colectivos.
En
Guatemala, quienes defienden los derechos humanos, derechos ambientales y
territoriales sufren atentados, enfrentan órdenes de captura, procesos de judicialización.
La represión
psicológica contra activistas sociales, defensoras y defensores de derechos
humanos ha sido y es una de las estrategias que se está utilizando para
provocar desgaste emocional, confusión, temor y desconfianza entre líderes,
lideresas y entre las propias comunidades.
En ese
contexto de represión y persecución que está afrontando el Consejo de Pueblos
K´iché por defender la madre tierra, la vida y su derecho al agua, como señala
Aura Lolita Chávez, lo único que queda: “es resistir o morir”. Esta frase
sintetiza la situación de opresión, exclusión y la negación de los derechos
sociales, económicos y políticos de los pueblos k´iche´, ixil, uspanteko y
sakapulteko que habitan en este departamento desde la colonia.
A la fecha
no ha existido ninguna posibilidad de diálogo genuino por parte del gobernador
departamental y del gobierno central en lo que concierne al extractivismo que
se impone con represión en este departamento.
Estas
acciones solo evidencian la cruda realidad en que han vivido y viven mujeres,
hombres, niñas, niños, jóvenes, ancianos y ancianas en el departamento de
Quiché.
Es
lamentable que en este país, se premia a quienes violan los derechos humanos,
concesionan nuestros bienes naturales al mejor postor. Pero se persigue, amedrenta,
amenaza, penaliza a lideresas, líderes, comunidades y pueblos que por justicia
y conciencia defienden la vida, la dignidad de las personas, los territorios,
la madre tierra, las fuentes acuíferas, tal como lo hacen Lolita Chávez y el
CPK.
Es innegable
que los esfuerzos del presidente Otto Pérez y su gobierno se han enfocado en
avalar legal, institucional y militarmente los megaproyectos de inversión
capitalista nacional y transnacional que violan los derechos humanos,
territoriales y ecológicos de los pueblos históricamente excluidos en
Guatemala.
Se supone que en Guatemala todas las personas, mujeres y
hombres nacemos libres e iguales y el Estado de Guatemala tiene la obligación
de garantizarnos la libertad, la vida y la seguridad. Sin embargo, Lolita y las
comunidades están siendo criminalizadas por defender la vida y el territorio.
http://www.prensalibre.com/opinion/Resistir-morir_0_1125487458.html
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