En medio de las justas protestas ciudadanas en contra de los diputados que han pretendido perpetuar la impunidad y la corrupción, así como de la actitud del presidente Jimmy Morales que no descansa en su intento por paralizar la acción conjunta que realizan la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala y el Ministerio Público, se han realizado una serie de actos en memoria de Emil Bustamante, quien fuera detenido y desaparecido el 13 de febrero de 1982 por las fuerzas de seguridad del gobierno del general Romeo Lucas García.
El 21 de septiembre la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, junto con los estudiantes, realizaron un homenaje a su memoria, mientras que el 24, se dio una marcha hacia el cuartel Matamoros, lugar en donde se supo estuvo detenido. El martes 26, en la Escuela de Historia, se le rindió un homenaje en un foro político sobre los imprescindibles, los intelectuales de la universidad que fueron desaparecidos durante las dictaduras militares y, el día de hoy jueves, en honor a quien honor merece, aunque siga desaparecido y sus familiares sigan llorando su ausencia y exigiendo que sus restos sean entregados y que el peso de la justicia caiga sobre los responsables de los criminales hechos de desaparición forzada, en el Musac, a las 11 de la mañana, las autoridades de la Universidad de San Carlos, harán entrega del doctorado honoris causa, in memoriam a Emil Bustamante, en reconocimiento a su lucha y entrega por rescatar a Guatemala de las garras de los dictadores.
Sabemos que es importante abordar los agudos problemas por los que atraviesa el país y sabemos también que, quienes tuvieron que ver en los hechos del pasado, quisieran que nos olvidemos de los 45 mil detenidos desaparecidos, pero hay quienes seguimos pensando que el pueblo de Guatemala, para la construcción de su futuro, tiene que volver sus ojos a ese pasado tenebroso para que nunca más se repitan crímenes de lesa humanidad. Emil Bustamante es uno de los intelectuales del país que hacen falta, como lo hacen miles de estudiantes y catedráticos y los 27 dirigentes sindicales desaparecidos en junio del 1980 o los 17 sacados violentamente del Centro de Retiros Espirituales Emaús, en Palín, Escuintla, el 24 de agosto de ese mismo año. La desaparición forzada es el peor crimen que puede haber y debe ser duramente castigado, pues es una forma de aterrorizar no solo a la familia, sino a todo el pueblo.
Por todos aquellos que, como Emil, entregaron su vida por una Guatemala donde quedará sepultada la discriminación, el racismo, la exclusión y la injusticia histórica que continúa, bien vale la pena seguir luchando por transformar el Estado, desterrar la impunidad y corrupción y porque los impunes y corruptos sean apartados de la sociedad y enviados a la cárcel.
https://elperiodico.com.gt/opinion/2017/09/28/doctorado-honoris-causa/
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