Carlos Figueroa Ibarra
Disculpen ustedes la vanidad. Pero la verdad, siento mucho orgullo y satisfacción. Agradezco a todos los amigos y amigas que me hicieron llegar su afecto con motivo de éste acontecimiento inolvidable en mi vida. Mi cariño a Artemis Torres Valenzuela, a Olguita Pérez y a la Escuela de Historia de la USAC por haber promovido esta distinción.
HONOR A QUIEN HONOR MERECE
Miguel Ángel Albizures
La Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac) rindió un cálido homenaje a Carlos Figueroa Ibarra y le concedió, merecidamente, la distinción de Doctor Honoris Causa.
Sé que los cavernícolas de siempre van a aprovechar para escupir su veneno, no para hacer lo que hicieron en 1954, cuando sembraron el terror y la muerte contra quienes fueron parte de la Revolución de Octubre, porque los tiempos han cambiado, ellos no, pero la justicia, aunque no alcanza a agarrar vuelo, sí podría caerles encima.
El pasado martes, la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac) rindió un cálido homenaje a Carlos Figueroa Ibarra y le concedió, merecidamente, la distinción de Doctor Honoris Causa que esa casa de estudios concede a los académicos o personajes que han hecho grandes aportes a la academia y al país. Carlos, amigo de hace años, ha vivido mucho tiempo en México, aportando su talento a la Universidad de Puebla y la Usac.
El Musac estaba repleto de gente de todos los colores que escuchó, con atención, la amplia semblanza que un delegado de la Usac hizo de su trayectoria, desde el exilio de sus padres en 1954, al triunfo de la contrarrevolución cuando él apenas tenía dos años; la muerte de sus padres en 1980 bajo el gobierno dictatorial de Lucas García y su nuevo exilio en México desde los años ochenta a la fecha, pero también sus incursiones constantes al país que lo vio nacer y sobre el cual ha escrito libros e innumerables artículo y ensayos. En su haber hay muchas obras, entre ellas: El proletariado rural en el agro guatemalteco. (Guatemala, 1980.), El recurso del miedo. (Ensayo sobre el Estado y el terror en Guatemala). (Costa Rica, 1991.), Los Que Siempre Estarán en Ninguna Parte. La Desaparición Forzada en Guatemala. (México, 1999.), Paz Tejada. Militar y Revolucionario. (Guatemala, 2001.), ¿En el umbral del posneoliberalismo? Izquierda y gobierno en América latina. (Guatemala, 2010.)
Carlos, no es de los intelectuales apolíticos, como lo señaló la directora de la Escuela de Historia, es y ha sido siempre de los intelectuales denunciantes y comprometidos con su pueblo sin renunciar a sus principios y convicciones. Unas líneas de lo que respondió a compañeros de lucha lo dicen todo y por eso las compartimos “Fui militante revolucionario desde que tenía 21 años… porque estoy convencido de que con el capitalismo no hay futuro ni para el ambiente ni para la humanidad. Estoy convencido también que solo una economía dirigida hacia la satisfacción de las necesidades sociales y no hacia las ganancias es la que le dará sustento a una sociedad llena de humanismo”. De plano como los Dinos están enfermos de anticomunismo, van a decir que la Usac está influenciada por comunistas, que le dan un reconocimiento a un comeniños, porque jamás reconocerán su atraso y su incapacidad para argumentar seriamente contra quienes se han jugado la vida por el país y han servido y puesto en alto el nombre de Guatemala, sin intereses mezquinos como aquellos que dicen amarla, pero asesinan o destierran a sus mejores hijos.
https://elperiodico.com.gt/opinion/2019/02/14/honor-a-quien-honor-merece-2/?fbclid=IwAR01VM2Pp_Nt5K-FeNF32z6OYIJv-vzPFGor_YVuW3SvDpAoW3I0WSIrbr8
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