La renuncia es imprescindible para evitar males mayores.
Por: Miguel Ángel Albizures
Lo que empezó siendo una petición al gobierno de corregir el rumbo, poco a poco se va convirtiendo en un grito generalizado exigiendo la renuncia. Diversas organizaciones sociales y de derechos humanos ya lo han hecho público y empieza a tener eco en varios departamentos. Aun cuando no ha sido evidente el repudio con movilizaciones, porque la situación no está para exponer la vida sufriendo un contagio, podemos decir que eso le permite a Giammattei permanecer en pie, restringiendo derechos y amenazando a todo aquel que provoque “desorden público”.
Así las cosas, sus aliados del poder económico y militar se mantienen fieles a él, hasta tanto les permita acrecentar sus cuentas, sin importarles que muchos funcionarios hagan lo mismo con los recursos del pueblo. Qué importa que aumenten los infectados, que no haya vacunas y que los hospitales, incluyendo al IGSS, estén saturados. Posiblemente veamos morir a la gente en las calles, aquellos que no tienen para pagar un centro médico privado, pero, en fin, será la gente del pueblo que carece hasta de petate para caer muerta la que siempre sufrirá las consecuencias.
El rumbo ya no se puede corregir, la renuncia es imprescindible para evitar males mayores, pues la utilización de la fuerza para contener el repudio popular podría costar innecesariamente vidas humanas, y solo provocaría una respuesta más contundente del pueblo. Si hoy la plaza no se llena como en el 2015, no es porque no se esté de acuerdo con la demanda de renuncia, ni por las prohibiciones que hay para hacer reuniones, sino porque la precaución por el virus se impone y, por eso, hay otro tipo de manifestaciones de rechazo y exigencia de renuncia.
La época es de vientos fuertes, las lluvias pueden convertirse en tormentas y un remolino puede envolver a todos los funcionarios de gobierno y, de paso, llevarse a los diputados, a la Fiscal General y derrumbar las cortes que formaron a su imagen y semejanza para garantizar la impunidad.
Hay que recordar que los abusos tienen un límite, la caída de Serrano se puede repetir en cualquier momento y Giammattei saldrá custodiado, no para que se largue con sus maletas de dinero a otro país, sino para hacerle compañía a quienes son los huéspedes de Mariscal Zavala o Matamoros, pues hay fuertes señalamientos en su contra y contra una parvada de funcionarios que han hecho, descaradamente, chinche con los recursos del pueblo y hasta su agosto con recursos destinados a la compra de vacunas, es decir han jugado con la vida de la población y eso, más temprano que tarde, se paga caro.
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