miércoles, 16 de junio de 2021

GUATEMALA: CON LA MOCHILA AL HOMBRO DESDE LA CÁRCEL DE MATAMOROS DE LA MÁS ALTA SEGURIDAD

 

César Montes

Se abrió la pesada puerta una hora antes por gestión ante las autoridades para pintar el baño, regadera y la bartolina. Debíamos pintar y terminar antes que lloviera. Mala planificación, se advirtió sobre ello, pero finalmente se hizo. Fracaso total. 

Estando todas las pertenencias en los corredores a la intemperie, empezó a llover cuando aún no se terminaba de pintar. Fue el caos entrar todo antes de que se mojara y las literas con pintura fresca. Los pisos con agua contaminada jabonosa, lodosa en la que cayó mi almohada y alguien la pisoteó deliberadamente.

Algunos presos me trataron con consideración a mi reciente enfermedad y a mi edad. Entre ellos, el vocero, otros que me adversan hubieran querido que fuera mi cabeza y no la almohada, la que pisoteaban con furia. Sabían enmedio de la confusión que era mía. Era una especie de demostración de lo que desean hacerme. No atiendo a provocaciones de poca monta. No acepto provocaciones.

Otro detenido me proveyó de almohada y sobre funda. En medio del agua que corría abundantemente, cayó aparatosamente Muphy Paiz, el rector de la USAC. No hubo fractura, ni esguince, pero ante sus manifestaciones de dolor quedó vendado del pie, en una litera recién pintada y llegaron las autoridades a verlo, vino el médico del sistema a evaluarlo y se le vendó luego de sobarlo. 

Todo lo que hubiera querido de atención para mí y que no tuve. Hay clases sociales y atención de primera clase, segunda y tercera.

Siempre habrá un día más qué significa un día menos en tu vida, porque no veo que tenga fecha de salida de este infierno. 

No entenderé nunca el empecinamiento de “Giamaletti” en mi contra, y qué ganas con tenerme preso.

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