miércoles, 22 de diciembre de 2021

GUATEMALA: CÉSAR MONTES Y LA LIBERTAD...


Por: Luis Eduardo Escobedo


Ayer tuvimos festejo supremo del alma... ocasión para brindar un manjar del mar con el querido hermano y amigo, el Comandante César Montes, hoy privado de libertad de la carne, pero no del alma...  Elvira López, Juan Luis Ozaeta y el otro Luis que aquí dice nos encontramos por la mañana para ir a ver al viejo guerrillero.  Y mire usted lo que son las cosas, nuestra reunión se dio en una casa de la zona 1 donde hace muchos años se guarecía el comando del Movimiento Revolucionario Trece de Noviembre, allí donde Luis Turcios Lima y Marco Antonio Yon Sosa y otros amables y bravíos fraguaron las Fuerzas Armadas Rebeldes...  (Es siempre mágico el día de Kukulkán).

Al filo del medio día llegamos a Mariscal Zavala y encontramos al hermano detrás de la malla, festivo y afable, sereno y alegre...  vestido de rojo y de negro, con el cabello largo y barbado y una sonrisa atravesando el rostro de ochenta años que todavía pinta al patojo bajo la boina...  

Nos fue llevando por los callejones del presidio militar y a cada paso la gente le saludaba con cortesía y amable respeto, igual a nosotros...  Llegados al punto trepamos una escalerilla y luego nos descalzamos, una cortesía oriental que nos resulto grata... (menos mal no llevamos olores amargos).  La vianda era preparada por dos hermanos coreanos que hoy comparten con el soldado rebelde...  ellos habían obsequiado para nosotros camarones, helado, te y café...  No es de todos los días, es un festejo navideño con el guerrillero.  O como dirían algunos amigos: un día histórico y de bella hermandad.

Es obvio que no ha dejado de sentir, pensar, mensurar y elaborar... Su pensamiento es más claro ahora, a pesar de las jugarretas del sistema judicial y del oficio brujo de aquellos que lo mangonean en lo oscuro...  Si César Macías no fuera César Montes, ya estaría en la calle... Pero le temen a viejo, porque es Águila, porque es Tigre... Quetzal nuestro.

Junto a los parabienes de la fermosa Navidad que se avecina dimos gracias a Dios por su salud, celebramos la tozudez del anciano guerrero, por su claridad y hondura.   Así arrancó el deleite de tres horas con el querido compañero y otros privados de libertad con quienes compartimos el abrazo y los dátiles del mar... Allí dijimos algunas cosas de nuestro afecto para él y Guatemala, y le oímos decir algunas más importantes al viejo guerrillero, al organizador del pueblo...  

Elvira, querida hermana del Frente Unido de la Revolución, le consultó sobre varias cosas del devenir actual de las fuerzas campesinas y revolucionarias...  César se expandió considerando los distintos aspectos de la cuestión nacional.  Habló del deber de marchar a la unidad, y de considerar en ella a las fuerzas más congruentes con la necesidad del país y su pueblo.  Los campesinos y los trabajadores, los emprendedores, los intelectuales, los militares (regulares y revolucionarios), la gente sencilla y todos los que quieran un poco a este país... 

Juan Luis hizo un detalle de los grandes asuntos que deben ser abordados en la Guatemala de hoy, igual que sentenció sobre los viejos vicios que no han permitido que las fuerzas revolucionarias lleguen realmente a cumplir su misión.  César acotó que es importante que quien diga que es revolucionario lo demuestre en el campo de los hechos.  Y fue muy directo al decir que hay quienes han aprovechado su prisión para denostarlo sin siquiera haber dado una batalla exitosa por el proyecto nacional.  "He aprendido -dijo- a seguir adelante a pesar del ataque del enemigo y de los falsos hermanos.  No perdamos energía en eso, hay mucho qué hacer..."

Obviamente que teníamos que ocupar un repaso de la forma alevosa en que ocurre su persecución y captura, pero más aún el espacio a la historia nacional, al análisis de coyuntura, a repasar sobre las fuerzas que luchan por levantar la casa y también por estimar desapasionadamente a quienes enfrentamos.  No es posible vivir en Guatemala e intentar un cambio sin hacer una lucha.  No es posible hacer una lucha sin mirar muy hondo y calcular...   El viejo está entero, y ojalá haya Comandante para rato.

El que escribe debió esperar un año para poder trasponer las restricciones del sistema penitenciario, pero ha valido la pena para poder abrazar al hermano y retomar las agendas pendientes.  Dimos parte de nuestras acciones afuera de la tapia... de que estamos haciendo esfuerzos para que mejoren las cosas en la casa de todos, a pesar del Cacif, del gringo y los demás hijuelachas...  del propio egoísmo que dificulta la unidad y la marcha...   Se puso contento cuando le conté que fuimos a ver a los cuques y a llamarlos a hacer un modo alto de ser soldados, otro ejército.

Entre las cosas que han quedado en claro es que no podemos cejar en el esfuerzo por la vida... hay que seguir luchando por ampliar las libertades en Guatemala... Y uno de esos capítulos pasa por exigir la liberación de los presos políticos, de todos los presos políticos, no sólo para César, sino para todos aquellos objetores de consciencia que hoy por hoy guardan prisión en razón de las causas ambientales o aquellos que sufren presidio por querer ampliar el derecho a la opinión... 

También se dijo de los grupos que pujan por liderar la izquierda y del futuro de las propuestas sociales en medio de la entronización de la corruptela.  César siente que hay que ser profundos y optimistas, porque el pueblo está vivo y en la América Latina de hoy hay ejemplos grandes que debemos celebrar y continuar.

En esta finca donde aún reina la mano oscura del crimen, y donde a diario se registra docenas de asesinatos y corruptelas que dicen del despojo y el desprecio, en este mismo suelo también hay alzados en acciones supremas decenas de miles de guatemaltecos que obran en proyectos comunitarios y sociales que tienen afecto por la vida, por la gente...   Se recordó que aún están vivos los Batallones de la Esperanza de la Fundación Luis Turcios Lima, pese al esfuerzo criminal de los enemigos.  Que se sostienen los proyectos agrarios y hay asambleas en distintos lugares...  Son esos esfuerzos los que todavía animan a seguir la lucha.  

El Comandante recordó los hechos resientes en el hemisferio, y que junto a la agudización de la crisis política y moral que vive Guatemala, países como Honduras y Chile se han dado a sí mismos una oportunidad de cambio, un salto en favor de la justicia social y la libertad.  Guatemala, nos recordó enfático, debe salir del pesimismo, de ese determinismo que nos sujeta a ver como imposible la liberación y el progreso nacional.  Debemos aprender la vía comunitaria, debemos aprender una disciplina más allá del egoísmo y de la separación...  Nos recordó que en los proyectos campesinos donde ha tenido voz la gente se despierta temprano, saludan nuestra bandera, cantan el himno y marchan cada uno a sus tareas...  No es posible el socialismo entre cobardes ni entre gente que no tiene una disciplina de vida...  Eso dice el viejo de ochenta años que todavía va al gimnasio, lee y escribe.

Nos ha pedido que sigamos adelante y que veamos la política un poco más allá de la cuestión electoral, sin que la descartemos.  Que aprovechemos todas las fuerzas existentes para hacer acuerdos supremos y presiones mayores...  Guatemala necesita superar el ayer y al pensamiento estrecho. 

Mientras estábamos ahí llegaron a visitarle otras personas, algún alto oficial del ejército sujeto a proceso llegó hasta el umbral, se cuadró y le hizo el saludo: --Permiso, mi Comandante...   

--Adelante, mi Coronel...  Nos presentó y luego vino la ocasión de compartir un café y el criterio se amplió entre la visita y los hombres del penal... Hablamos de la Guatemala que viene, y del cultivo de la era entre viejos y jóvenes...  Parecía aquello inaudito que los socialistas estuvieran hablando de leyes universales y de coordenadas espirituales y que en ese espacio mínimo de una cárcel fuera posible tejer una razón junto al que ayer era enemigo de sangre...  Acaso esto hace temible a César Montes, porque puede levantar a los campesinos a construir aldeas rebeldes, a detener las hidroeléctricas, las mineras y el monocultivo, y también hablar con oficiales sin miedo ni rencor.  

Esta sigue siendo la hora de la filosofía, de la política... y sólo los más grandes podrían esgrimirla sin ofender al Cielo y guardando a la Tierra...  En el espacio de 3 días y entre las mismas hectáreas, me tocó tender la mano a los hombres del verde olivo y hablar francamente sobre las cosas de esta casa...  La primera signada por el Alma de San Carlos, y ahora bajo la presencia de César Montes... 

Ya para irnos alguien de la visita se quejó de un dolor y como uno es shute, pues le dijimos al Negro, al querido doctor Juan Luis Ozaeta:  --hacele la campaña al chino vos, tronale la espalda... Y en un momento el cubículo se convirtió en clínica y nuestro hermano ejerció su medicina en el cuerpo de dos hombres golpeados por los males del tiempo, un coreano y un guatemalteco... Fue muy importante aquel momento y me arrimé al oído del viejo y le dije:  

--Donde vas, César, pasan cosas muy buenas...   Adentro del alma celebré muy hondo la invitación de Elvira y de Juanito para ir a ver al viejo, y supe desde adentro que aquello tenía motivos espirituales y ojalá sentidos para la vida deste bosque antiguo...

Donde César va pasa algo bueno, seguro que sus enemigos y competidores dirán lo contrario.  En el fondo yo sé que este presidio, aunque ordenado por los fueros más tristes, también tiene una mano más alta.  Estoy seguro que Quetzalcóalt puso al comanche ahí para que siguiera tejiendo lo que ha de venir...

Matiox Gukumatz

Luis Eduardo Escobedo Gowans

Hun Kamé / 20 de diciembre de 2021

En el memorial de los Antepasados del Valle de la Serpiente Emplumada

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