Lo primero que se me vino a la mente hoy
a medio día cuando veía por cadena
nacional a Obama hablar de Cuba, fue esto: ¡puta, Obama leyó el libro que le
dio Chávez!
Mientras lo escuchaba sentí ese
latir al ritmo de los timbales cubanos. Esa
correntada de felicidad que lo arrastra a uno hacia hilaridades poco comunes.
Tan parecida a aquella alegría latinoamericana cuando Estela de Carloto anunció
la recuperación de su nieto Guido.
Me
imaginé a Obama sentado en una butaca de
la Casa Blanca leyendo Las venas abiertas de América Latina, y tomando
conciencia, de pronto deteniéndose en
alguna página y respirar despacio y hondo y pronunciar quedito: “¡puta, qué
admiración siento por los pueblos socialistas, ese Chávez se mandó con este
gesto, de aferrado ya que el partido
Republicano me dará tamarón por el remedo de acción ejecutiva que hice, agarro
aviada y trato de iniciar una relación con Cuba! ¡Sí, llamaré a Raúl Castro!”
Me lo imaginé diciendo mientras caminaba
por su despacho con el libro en las manos, “¡de verdad que Cuba es el ejemplo
de la resistencia y la dignidad, cuánto tiene que aprenderle Estados Unidos, y
cuánto los políticos a Fidel Castro! ¡Sí, llamaré a Raúl!”
Detenido por ahí en alguna cordillera de
Sur América y diciendo: “¡Puta, ese Eduardo Galeano se mandó con este libro, me
voy a comprar Memoria del Fuego, estoy enculado con aquel su relato de Un mar
de fueguitos, ¿en qué libro estará? Ese Chávez como siempre un cabrón bien
hecho, me abrió los ojos con Las venas abiertas de América Latina. ¡Qué pisados,
voy a llamar a Raúl!”
“Pero es que, qué le digo. Voy a ir ahí
con la cola entre las patas para pedirle disculpas por tanta falta de respeto
durante estos 50 años y decirle que acepto que el pueblo cubano es de una
dignidad y resistencia admirable. De paso decirle que si me hace la campaña de
conseguirme un autógrafo de Fidel, porque es mi ídolo. Me voy a ver
ridículo siendo el presidente del país
más poderoso del mundo, pero qué pisados, se lo diré. Le diré que sí, eso haré. Le llamaré a
Raúl.”
Y en mi imaginación así fue como Obama llamó
por teléfono a Raúl Castro. Lo veo diciéndole: “Mirá mano, ustedes son de una
pieza, qué revolucionarios tan cabales, los admiro tanto pero es que tampoco
puedo dar mi brazo a torcer, aquí entre nos te cuento que admiro al Che Guevara
y de José Martí ni te cuento, escondo
los libros que hablan del comunismo latinoamericano debajo de mi cama, y los
leo por la noche para no que echarme color aquí con el gabinete. Tengo toda la música de Carlos Puebla y una
fotografía del Che y una de Fidel. Bueno, también de Salvador Allende. Tengo el
libro En el tiempo de las mariposas y también vi la película. Me he leído todos
los de Gabriel García Márquez, sé que era fiel a la revolución cubana.
Ya sabés cómo somos los fascistas. Harían conmigo lo mismo que hicimos en Latinoamérica cuando impusimos las
dictaduras, así como la que tenemos hoy en Guatemala, pero aquí entre nos, esos
del gobierno de Guatemala de verdad que son unos arrastrados, nos desprestigian, mirá que robar tanto dinero a plena luz del
día, cómo se nota que son unos muertos de hambre. Perdoná mi confianza Raúl, sé
que no somos ni conocidos, pero es que ya no aguanto más, a cada rato me llaman
para darme queja de ellos y la verdad es que ya no sé qué hacer. Me han
encanado el pelo de tanta cólera que me dan.
A cada rato tengo que estar pidiendo disculpas por ellos un día de estos
me van a enojar y les quito la poltrona.”
“Y disculpá que hemos mantenido
encarcelados a tus muchachos pero es que algo teníamos que hacer, tanta
dignidad de su parte nos abochorna y pues ya sabés que uno ardido hace
cualquier cosa.” Antes de que se me
olvide por favor mandáme una réplica de la Virgen de la Caridad del Cobre, mi esposa es devota de ella. Te lo
digo porque te llamo para ver si vos aceptás mis disculpas y restablecemos
relaciones diplomáticas y comerciales. Vos decíme en cuánto sale la réplica de la
virgen y yo te la pago ya sea en encomienda, depósito bancario o te pago con mi
tarjeta de crédito. Lo del embargo no te lo puedo levantar porque me enyuco
solo y tampoco mi admiración da para tanto. No quiero pasar en el bote toda mi
vida acusado de espía comunista o algo parecido. Aquí los revolucionarios son
ustedes, yo sigo siendo un títere de doble moral porque sabé que hice lo de la
acción ejecutiva pero estoy deportando más gente y he incrementado las
redadas; aquí en el corazón del capitalismo
por amor, conciencia y de gratis, nada. Eso solo lo hacen ustedes los revolucionarios comunistas. Ay,
cuánto diera por tener ese valor. ”
“Y mirá y aprovechado la encomienda me
podrías enviar una caja de habanos, y unas mis dos guayaberas, un sombrero también
de esos que usa el culero de Andy García o el Emilio Estefan cuando llegan a mi
casa, si te contara qué tipos tan arrastrados, pero como aportan donativos
económicos al partido no los puedo sacar de una patada de la Casa Blanca. No es
darte queja pero ellos organizan la fumada esa del Mes de la Hispanidad y todo
para entrar como el chucho y el coche a la Casa Blanca y darse aquellas
hartadas en los banquetes, llevan a su
grupito de aristas que todos se ofrecen
a lustrarme los zapatos, de verdad Raúl, qué bueno que están en Miami y no en
Cuba. Perdoná Raúl pero te lo tenía que decir, necesitaba desahogarme.”
“No, no estoy llorando, bueno sí. Es que
desespera no poder contra los presidentes socialistas latinoamericanos. Hemos
tratado de todo para desestabilizar a Venezuela pero no hemos podido. A Chávez
le dimos hasta por debajo de la lengua y no pudimos con él, ahora Maduro y su
pueblo pone el pecho junto con él. Qué lujo haber nacido allá pero me tocó en
Estados Unidos, ni modo, no es que me quiera tirar del barco pero sí uno siente
envidia vos. Correa que supe que fue a dictar cátedra a Guatemala. Dilma que hasta reelecta resultó y qué decir
de Cristina, ahí está que Mujica, y el
Evo que se está levantando con su pueblo. Mientras nosotros a los pueblos
originarios los tenemos en reservas, solo porque no les podemos poner grilletes
y zurcir a las mujeres para que ya no se propaguen si no lo hiciéramos.”
“No es que te dé queja pero no puedo
contra Rusia ni China. Corea del Norte
ya me la cantó. Entonces para ensalzarme ataco a Palestina, le doy duro a
Siria, apoyo a Israel, viste cómo dejé Irak.
Después me toca ir a darme tres golpes de pecho al muro de los lamentos
pero así es esto vos, gajes del oficio, como vos sabrás, quiero decir como vos
te imaginarás porque tengo en claro que la revolución no es algo de doble
moral, va directo a la yugular de cualquier cretino y vende patrias, no es algo
de medias tintas. Y que conste no estoy hablando de béisbol. Digo por eso de
las medias. Perdoná fue un chiste pero veo que no te gustó.
La verdad, la puritita verdad es que no
somos el país poderoso que le hacemos creer al mundo, soltamos buen billete
para que los medios nos ensalcen pero hasta ahí, tratamos de mantener ignorante y anestesiada
a las masas y los medios hacen muy bien su trabajo. Aquí Univisión, CNN y Telemundo se encargan de los
latinoamericanos, como ovejitas están, pocos son los que se salen del colador.”
“Bueno es que ya hasta escribí el
discurso que voy a dar si vos aceptás que restablezcamos relaciones. Mirá esto voy a decir te leo un poquito: “Hoy,
Estados Unidos está tomando medidas históricas para trazar un nuevo rumbo en
nuestras relaciones con Cuba y para confraternizar y empoderar al pueblo
cubano. "No podemos seguir haciendo lo mismo y esperar obtener un
resultado diferente. Intentar empujar a Cuba al abismo no beneficia a Estados
Unidos ni al pueblo cubano.”
Me imagino al otro lado de la línea a Raúl Castro escuchando
las plegarias de Obama y pensando para
sus adentros: “ no que no tronabas pistolita.”
Viendo el discurso
de Obama por televisión una Ilka cualquiera, pensando: ¡Nada ni nadie contra
Cuba! ¡Nada ni nadie contra la Patria Grande! ¡Vivan los pueblos en
resistencia! ¡Viva por siempre Fidel!
Ilka
Oliva Corado. @ilkaolivacorado
Diciembre
17 de 2014.
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