miércoles, 10 de febrero de 2016

Guatemala: Osamentas como medio de prueba, ratifican que hombres fueron torturados y asesinados

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 Más de treinta cajas que contenían al menos 50 osamentas, botas de hule, pantalones, camisas ropa interior de hombre y lazos de diferentes tamaños y grosor, fueron expuestas como medio de prueba por parte del Ministerio Público ante el Tribunal A de mayor Riesgo.
Las osamentas, ropa y demás objetos que contenían las cajas, fue encontrado en la exhumación realizada por la Fundación de Antropología Forense de Guatemala -FARG-, en la Finca Tinajas Panzós Alta Verapaz en 2012, lugar donde se ubicó  un destacamento militar.
Testigos que se han presentado ante el Tribunal, han narrado que los soldados se llevaron a muchos hombres y nunca regresaron. “Los cuerpos estaban bastante dañados, posiblemente porque en la tierra de encima sembraban caña de azúcar y los químicos lastimaron los huesos y aceleró su descomposición”, refiere el perito Juan Carlos Gática Pérez parte del equipo de la FARG en la exhumación.
Los cuerpos pertenecen a hombres que sufrieron violencia antes de ser asesinados, pues en las osamentas se encontraron lazos que indicaban que fueron atados de cuello, pies y manos.
Otro detalle narrado señala que los cuerpos no fueron enterrados, ya que la posición en las que se encontraron indica que simplemente los lanzaron a la fosa común. En total 50 esqueletos fueron exhumados en Las Tinajas, de los cuales 48 estaban completos y únicamente 2 han sido identificados.
El perito en Antropología Forense Óscar Ariel Ixpatá, ratificó ante el Tribunal el dictamen pericial de investigación antropológico forense llevada a cabo en la finca Tinajas. Ixpatá expuso ante el Tribunal que las edades de los restos óseos son: 2 adolescentes entre 13 y 17 años, 4 jóvenes entre 18 a 25 años, 33 adultos entre 26 y 49 años 1 resto que pertenecía a una persona mayor de 50 años.
En dicho dictamen se registró que en la exhumación se encontró indicios que muestran que las víctimas tenían heridas de bala y golpes y que se localizó vendas y lazos en los cuerpos de las víctimas, específicamente en boca y manos.
Durante el desarrollo de la séptima jornada de audiencias que se desarrollan en la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia, las mujeres sobrevivientes fijaban su mirada a las cajas que contenían los restos óseos.
El pasado 1 de febrero inició el juicio del caso Sepur Zarco, calificado como histórico por defensores de los Derechos Humanos en el que 11 mujeres buscan demostrar que fueron víctimas de esclavitud doméstica y abusos sexuales por miembros del Ejército, donde hay dos señalados directos el coronel Esteelmer Francisco Reyes Girón y el ex comisionado militar Heriberto Váldez Azij.
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sábado, 6 de febrero de 2016

Caso Sepur Zarco: “Los testimonios dan cuenta de una verdad que estuvo siempre oculta”



Los testimonios ofrecidos por varios testigos en el cuarto día de audiencias por el caso Sepur Zarco, corroboraron que en varias comunidades de  El Estor, Izabal, hubo, al menos, tres destacamentos militares, en donde se cometieron crímenes de guerra contra mujeres y hombres q’eqchís, entre l982 y 1983.
 Las y los testigos que el Tribunal de Mayor Riesgo A escuchó este jueves 4 de febrero, dijeron haber estado detenidos en los destacamentos conocidos como Tinajas, Pataxte y Sepur Zarco.
 El ejército había negado la existencia de estos lugares, sin embargo, las mujeres y hombres que contaron su historia en la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), confirmaron que  hubo destacamentos en donde los hombres de varias comunidades fueron detenidos, torturados y ejecutados extrajudicialmente, mientras otros obligados a trabajar y las mujeres violadas y esclavizadas sexualmente.
 Muchas otras mujeres fueron desparecidas y también ejecutadas extrajudicialmente, como es el caso de Dominga Coc, junto con sus hijas de 3 y 2 años, en 1982, en el destacamento de Sepur Zarco.
 “Mi yerno me contó que les hicieron mucho daño. A ella la lastimaron en su cuerpo porque la violaron”, contó doña Julia Coc, su madre al tribunal. “Vengo a decir la verdad, no a mentir. Vengo a declarar  sobre la ejecución de mi hija y de mis nietas, porque fue grande el sufrimiento de mi hija cuando estuvo en el destacamento”, aseguró la valiente testigo que cuidó a su yerno enfermo, luego de que éste escapara del destacamento de Pataxte, donde también estuvo detenida su hija.
 Dominga fue ejecutada a la orilla de un riachuelo cercano al destacamento militar, según el relato de doña Julia. Un excomisionado militar, de nombre Miguel Maas  -ya fallecido-, le confesó a la madre de Julia, que su hija fue llevada al río por los soldados y, a la orilla del río la obligaron a cavar una fosa que sirvió como su tumba y la de sus hijas.

 Doña Julia presenció la exhumación de las osamentas de su hija y nietas y reconoció los cabellos y la ropa. “Dentro de la fosa estaban sus huesos y su cabello y un rollo de hilo, que era de su ropa. Ahí encontraron los calzoncitos de mis nietas”, narró la sobreviviente.
 En el cuarto día de audiencias el tribunal escuchó los relatos de cuatro testigos hombres, además de doña Julia. Todos fueron obligados por los soldados a realizar trabajos de patrullaje, en supuesto búsqueda de “delincuentes”. Los testigos aseguraron que “nunca” vieron a quienes los militares consideraban los delincuentes.
 “Estuve mucho tiempo en Tinajas, después me llevaron a Sepur Zarco, ahí nos obligaron a trabajar”, dijo don Marcos Tut, de 76 años. Durante el tiempo en que realizó trabajos forzados, don Marcos dijo: “Nosotros estábamos en las garitas, hacíamos turnos en las entradas para que no entraran los guerrilleros. Ahí mirábamos cuando entraban y salían las mujeres a las que les hicieron daño”.
Las historias de don Domingo Tzup, Domingo Choc, Vicente Choc y Domingo Coc, son desgarradoras. Todos aseguraron haber sido obligados a trabajar en el destacamento de Sepur Zarco. Todos fueron testigos de la detención de sus familiares: suegros, padres, hermanos, vecinas y otros civiles de comunidades aledañas.
 Todos los testigos tienen en común haber pertenecido a una de las familias que realizaban gestiones para la titulación de la tierra en que vivían desde hacía mucho tiempo. Además, las tierras en que habitaban se ubicaban en el Valle del Polochic, una zona rica naturalmente, donde la represión fue brutal.
 De acuerdo con Paula Barrios, coordinadora general de Mujeres Transformando el Mundo (MTM), las autoridades locales fueron cómplices del despojo de tierra que también sufrieron las poblaciones q’eqchís de la región. “Estos hechos se enmarcan en una región donde muchos terratenientes se fueron apropiando de grandes cantidades de tierra que la municipalidad de Panzós, Alta Verapaz, les facilitaba”.
 La querellante asegura que el caso de Sepur Zarco es evidencia de que la represión contra las comunidades del Valle del Polochic, fue una estrategia que el ejército desarrolló en complicidad con finqueros y autoridades locales, ya que los esposos de las 11 mujeres sobrevivientes, eran parte del grupo de comunitarios que gestionaba la titulación de sus tierras en el desaparecido Instituto Nacional de Transformación Agrícola, (INTA).
 De la sobrevivencia a la ciudadanía
 “Las voces de las mujeres testigas tienen mucha más fuerza. Si el caso Sepur Zarco demuestra algo es la valentía de las mujeres, no solo de las que denuncian, sino de todas las que acompañan el proceso”, comentó Ada Valenzuela, representante de la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas, organización querellante.
 La activista considera que el caso de Sepur Zarco es una oportunidad para que toda la sociedad aprenda. En especial, afirma, para que la juventud se forme.
 Las mujeres rompieron el silencio después de más de 30 años de haber sufrido todo tipo de violación a su dignidad y humanidad. Todavía la herida sigue viva y entre sollozos y lágrimas las y los testigos cuentan su verdad, con valentía recuerdan a toda una sociedad y al mundo, que el dolor y el horror provocado por la guerra no deben ser olvidados.
 “Todos los testigos han narrado hechos que cazan. Es difícil que alguien luego de escucharlo no se conmueva o dude de la verdad de los sobrevivientes”, dijo la querellante.
 Barrios consideró que: “Para los testigos no es fácil hablar de tanto dolor que han vivido. Pero es un momento importante para que se escuche su verdad desde su propia voz. Es trascendental que vengan ante un tribunal y expongan desde su propia voz lo que les pasó. Es un acto de dignidad para las mujeres y los hombres”, señaló.
 Antes y después de las declaraciones las y los testigos tienen acompañamiento y atención psicosocial. “Creo que también la sociedad guatemalteca debe responder a los testimonios, porque si no nos afecta lo que estas personas narran, con tanto dolor que marcó la guerra también necesitamos ese acompañamiento. No puede ser que no nos sorprendamos y que seamos indiferentes”, dijo Barrios.
 Las querellantes consideran que el juicio de Sepur Zarco también permite conocer una verdad que ha estado ahí siempre. Las organizaciones que acompañan a las sobrevivientes consideran que para sanar “debemos saber lo que pasó y buscar los mecanismos para resarcir a las víctimas y para que estos hechos no vuelvan a ocurrir en ningún contexto con la niñez y adolescencia de este país”.
 Finalmente, Barrios explicó que las mujeres sobrevivientes tienen la oportunidad de formarse como ciudadanas. “En ese transcurrir, las mujeres se han formado en el ejercicio de su ciudadanía que es un aspecto importante del acceso a la justicia. Ellas controlan lo que está sucediendo  en esta sala de audiencias. El fin de la justicia es que las víctimas transiten a sobrevivientes y de allí a ser sujetas de derechos”, concluyó.
 Por equipo de Comunicación MTM
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Guatemala: Sobrevivientes narran vejámenes vividos en Sepur Zarco



Por tercer día se realizó el juicio en contra del teniente Esteelmer Francisco Reyes Girón, y el excomisionado militar Heriberto Valdez Asig, por las violaciones continuadas de 11 mujeres en el destacamento militar de Sepur Zarco, entre 1982 y 1986.
El Ministerio Público (MP) continuó con la presentación de testimonios y pruebas anticipadas de las víctimas, con apoyo de los querellantes en el caso  Mujeres Transformando el Mundo -MTM- y la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas -UNAMG-.
Por medio de la prueba anticipada se conocieron los testimonios grabados  de mujeres víctimas de violaciones y agresiones sexuales. Ante la Sala Vistas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), y  por medio de tres pantallas, se pudo escuchar y ver el testimonio grabado de Catalina Mash, de 70 años, quien narró que en 1982 los soldados de Sepur Zarco “las violaron sexualmente en repetidas ocasiones”.
Mash mencionó: “Don Canche (Heriberto Valdez) llegó a nuestras comunidades y llevó a los militares”. Con voz entrecortada, la víctima declaró ante la Fiscalía de Derechos Humanos del MP, la forma en que la tomaron a la fuerza, le sujetaron las manos, y tres hombres la violaron varias veces en un mismo día.
Con lágrimas en su rostro relata: “Mi hijo de 10 años fue sobreviviente y testigo de la tortura de su padre, mis hijos mayores fueron los encargados de enterrarlo”. Además narró  cuando mataron a machetazos a su hija embarazada.
Otro testimonio escuchado como anticipo de prueba, fue el de Rosario Xoc, de 52 años quien relató:  “Cerca del río donde iba a lavar, varios hombres me tomaron a la fuerza, me violaron, mi hijo pequeño gritaba al ver lo que me hacían, pero nadie me ayudó”
Xoc, también con voz cortada, relató cómo los soldados se llevaban a sus esposos, los lastimaban y los obligaban a trabajos forzados sin ninguna remuneración. Este testimonio quedó grabado en video para ser parte de la prueba anticipada presentada en el juicio contra los exmilitares.
Lo antes descrito fue transmitido a solicitud del ente investigador y los querellantes adhesivos como prueba anticipada de las 11 mujeres sobrevivientes. Se estableció que se procedió de esta manera por resguardar la seguridad e integridad de las testigos.
Catalina y Rosario recuerdan que los militares se llevaban a los hombres y ancianos para golpearlos, torturarlos, matarlos y enterrarlos en las fosas.
Las declaraciones de las mujeres sobrevivientes fueron recibidas por el Juez Miguel Ángel Gálvez el 24 de septiembre de 2012, en calidad de prueba anticipada.
En el tercer día de audiencia Mateo Rash Maquín, originario de San Pedro Carchá, Alta Verapaz se presentó ante el tribunal en calidad de testigo. Acompañado de un intérprete, Rash señaló: “Sí conozco a los acusados, son responsables de muchas muertes,  los militares agarraban a la gente y les cortaban las orejas y cuello, lo que nos hacían dejó marcas en nuestros cuerpos”.
En el tercer día de audiencias se mostró la solidaridad de hombres y mujeres de diferentes lugares del país, quienes se hicieron presentes en la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia.
Por equipo de comunicación MTM
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GUATEMALA: INHUMAN A 22 VICTIMAS QUE FUERON ENCONTRADAS EN EL EX DESTACAMENTO MILITAR DE XEJUL, SAN MIGUEL USPANTAN, EL QUICHE.


 
El Consejo Nacional de las Comunidades para el Desarrollo Integral de Guatemala -CONCODIG -.
Ante la opinión pública Nacional e Internacional hace constar que: 

1-     En Guatemala, según la Comisión de Esclarecimiento Histórico, en 36 años de guerra dejo un saldo de 200 mil personas asesinadas, 45 mil desaparecidos (entre ellas 5 mil niños) un millón de desplazados internos, mas de 100 mil refugiados y se registraron 669 masacres, la Comisión atribuyó la responsabilidad en un 93% al Estado de Guatemala y de un 3% a la guerrilla. Después de la firma de la Paz de mil novecientos noventa seis, a pesar del derramamiento de sangre de muchos hombres, mujeres, niños y ancianos, se silenciaron las armas pero la espiral de violencia aún continua hoy en día.

El hambre, la miseria y los problemas estructurales que originaron el conflicto armado interno, persisten en la actualidad.
                                
2-     El día 03 de febrero de 2016, CONCODIG junto a organizaciones hermanas inhumaran a 22 víctimas del Conflicto Armado Interno, éstas 22 osamentas que inhumamos no fue posible su identificación, que fueron Exhumadas el mes de julio y agosto de 2009 en el ex Destacamento Militar de Xejul y una osamenta fue exhumada en la aldea macalahu. Cinco osamentas identificadas por los análisis científico de la FAFG atreves  de  ADN, estas víctimas ya fueron entregadas a sus familiares el mes de septiembre del 2014, en el Municipio de San Miguel Uspantan del departamento de El Quiché, éstas personas fueron secuestradas en distintas Aldeas y Municipios, sufrieron torturas, ejecuciones extra judiciales y desaparecidas, enterradas en cementerios clandestinos por el Ejército de Guatemala y Ex patrulleros de Auto Defensa Civil (Ex pac), en la década de los 80. Aún hoy en día no han sido posible establecer el paradero de muchas de las víctimas.


3-     Exigimos al Gobierno de Guatemala la aplicación de la justicia y el castigo a los responsables materiales e intelectuales de las violaciones de los Derechos Humanos y cometidos en contra de la vida de la población civil, violando todos sus derechos humanos, y que estos hechos no queden en la impunidad.


4-     Llamamos a la Comunidad Internacional a continuar con el apoyo a las víctimas para conseguir la justicia, verdad y reparación ante la violación de Derechos Humanos durante el Conflicto Armado Interno.
  
POR LA VERDAD JUSTICIA  MEMORIA Y LA REPARACIÓN

HEROES Y MARTIRES DE USPANTAN PRESENTES

CONCODIG
    
GUATEMALA FEBRERO DEL 2016




jueves, 4 de febrero de 2016

SEPUR ZARCO, UNA MUESTRA

foto MTM
Muchas mujeres fueron asesinadas después de abusar de ellas.
MIGUEL ÁNGEL ALBIZURES 
OPINION ELPERIÓDICO 2016-2-4

Ellas, las mujeres de Sepur Zarco se atrevieron a hablar, rompieron el silencio y hoy, el juicio continúa su curso, los testimonios se han sucedido unos a otros. La defensa, como es costumbre del abogado Moisés Galindo, trató infructuosamente de impedir que se iniciara. El uso y abuso de los amparos, ha sido su práctica así como la insistencia de su enemistad con miembros del tribunal. Ahora utilizó a uno de los acusados para que se negara a dar su nombre y la emprendiera contra dos de las magistradas. Un silencio sepulcral invadió la sala de audiencias, cuando a uno de los testigos se le preguntó si podía reconocer a uno de los acusados, el nerviosismo de ellos y por supuesto del abogado, era evidente.
El juicio por esclavitud sexual o violaciones sexuales en Sepur Zarco, es apenas una muestra de todo lo que sufrieron las mujeres en diversas regiones del país durante el conflicto armado interno. Los testimonios de los sobrevivientes de la masacre de Las Dos Erres en el Petén, dan cuenta de lo que sucedió cuando cercaron la comunidad y encerraron a mujeres y niños, pero lo mismo sucedió en la región ixil, las mujeres eran el botín de guerra. Un escalofriante testimonio recibido por los miembros de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico, da cuenta de los hechos en la región de San Miguel Uspantán: “En las noches entraban para violar, más a las que sólo tienen uno o dos hijos, a las jóvenes. Pero una noche pusieron marimba y violaron a todas. Yo tengo mucha pena porque ya tengo muchos hijos, ya mataron a algunos, ya soy casi anciana, ya tengo como 40 años cuando me violaron (…) Yo cargo mi nena, jalan mi nena, me sacan a la capilla con otra señora y uno pasa conmigo (…) sólo pasó uno conmigo porque yo ya estoy vieja y quieren más a las jóvenes (…) yo no puedo olvidar eso, los soldados nos van a matar si nosotras no queremos y yo tengo que defender la vida de mi hija que está chiquita, pero yo no quiero y el soldado me abusa (…) Ellos tienen marimba, hay fiesta, hay tragos, ellos estaban alegres, nosotros estamos tristes, nosotros lloramos, nosotros queremos morir (…) Quería morir, ya no soportaba tanto dolor, tanto sufrimiento mío y de mis familias, pero me dio fuerzas mi hijita que sólo tenía dos años”. (CEH, 1999).
Esa región, la he recorrido varias veces y los testimonios de las atrocidades cometidas, se repiten por parte de la gente que sufrió las consecuencias y que milagrosamente sobrevivió, pues muchas mujeres fueron asesinadas después de abusar de ellas, las asesinaron en medio de las carcajadas de la tropa. Pero para los defensores de los militares y para columnistas que ponen su pluma al servicio de ellos, se trata de inventos, de un circo más y poco o nada les importa el dolor de las mujeres que hace más de tres décadas fueron violentamente abusadas. El pueblo tiene derecho conocer la verdad.

http://elperiodico.com.gt/2016/02/04/opinion/sepur-zarco-una-muestra/

martes, 2 de febrero de 2016

Guatemala: Juicio Sepur Zarco: “Una oportunidad para hacer justicia transformadora para las mujeres”

Sobrevivientes de Sepur Zarco presente en el inicio del Juicio
Este lunes 1 de febrero se llevó a cabo la primera audiencia del juicio contra el teniente coronel Esteelmer Francisco Reyes Girón y el excomisionado militar Heriberto Valdez Asig, a quienes la Fiscalía de Derechos Humanos del Ministerio Público (MP) acusa de haber cometido los delitos de violencia sexual, esclavitud sexual y esclavitud doméstica, contra de  mujeres q’eqchís, originarias de la comunidad Sepur Zarco, en El Estor, Izabal.
Luego de 30 años de espera para acceder a la justicia formal, mujeres sobrevivientes asistieron a la Sala de Vistas de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), donde tuvo lugar la apertura del debate oral y público, a cargo del Tribunal de Mayor Riesgo A, integrado por las juezas Yassmin Barrios –presidenta-, Patricia Bustamante y Gerbi Sical, -suplentes. Las mujeres sobrevivientes procuran que no haya más impunidad en los crímenes de lesa humanidad cometidos en su contra entre 1982 y 1983, en el marco del conflicto armado interno que duró más de 36 años en Guatemala.
Reyes Girón era el comandante del destacamento militar Sepur Zarco, donde hombres y mujeres pobladores de varias comunidades fueron detenidos ilegalmente y sometidos a tratos crueles e inhumanos. Según el MP, Reyes Girón violó el Derecho Internacional Humanitario, debido a que los soldados que comandaba cometieron los vejámenes contra población civil no combatiente, mujeres, hombres, niñas y niños.
El acusado Heriberto Valdez Asig fue comisionado militar durante el conflicto armado y fungía como policía municipal en el municipio de Panzós, Alta Verapaz.
 El cuerpo de las mujeres como instrumento de dominación
 Durante el conflicto armado varias familias organizadas de las comunidades de Sepur Zarco, en El Estor, Izabal, y Semochoch, Alta Verapaz, buscaban la forma de legalizar sus tierras y realizaban las gestiones en el desaparecido Institución Nacional de Transformación Agraria (INTA). Los soldados del destacamento de Sepur Zarco llegaron a las comunidades y detuvieron ilegalmente a los hombres organizados, posteriormente a algunos de ellos  los retuvieron en fosas dentro del destacamento.
“En ese contexto de guerra el ejército los consideró sus enemigos. Las esposas e hijas de los hombres detenidos fueron consideradas mujeres solas, por lo tanto, disponibles, por ello se les violó sexualmente y se les sometió a servidumbre sexual y doméstica”, dijo la abogada querellante de la Unión de Mujeres Guatemaltecas (Unamg).
De acuerdo con el testimonio ofrecido por las mujeres sobrevivientes en anticipo de prueba, fueron obligadas a cocinar y  lavar la ropa de los soldados. También fueron obligadas a sostener relaciones sexuales de manera forzada y continua.
A criterio del abogado querellante de la Colectiva Jalok U Esteban Zelada el juicio es una oportunidad para hacer justicia transformadora para las mujeres. También dijo que los hechos cometidos contra las mujeres de Sepur Zarco no deben quedar impunes porque “ofenden la consciencia de la humanidad”. 
Testigos declaran
Durante el primer día del debate oral y público celebrado en la Sala de Vistas de la CSJ, decenas de personas nacionales y extranjeras brindaron su apoyo a las víctimas del primer juicio por violencia sexual, esclavitud sexual y doméstica en el contexto de guerra.
Pedro Cuc, primer testigo originario de Sepur Zarco, relató  el dolor y sufrimiento de hombres, mujeres, ancianos, niños y niñas en manos de miembros del ejército, y los trabajos forzados a los cuales fueron sometidos.
Por su parte Juan Maquin Caal, también testigo, dijo: “Cuando huíamos de nuestra comunidad hacia la montaña murieron aproximadamente 92 personas en manos del ejército”. Luego lloró al recordar a su tío desaparecido, mientras seguía brindando su testimonio. Asimismo, el señor Maquin Caal dijo al Tribunal que su madre le confesó haber sido violada sexualmente por soldados de Sepur Zarco, quienes eran comandados por Reyes Girón.
 “Los responsables de abusos a nuestros compañeros son los que dirigían el destacamento de Sepur Zarco” señaló Rogelio Huitz Choc, el tercer testigo de la jornada, quien señaló directamente a Heriberto Valdez como el responsable de detener ilegalmente a su padre. Durante el desarrollo de la audiencia don Rogelio mostró su tórax donde se observan las cicatrices de la tortura a la que fue sometido. También narró que le fueron fracturadas varias costillas y cadera.
En la Sala de vistas de la Corte Suprema de Justicia también permanecieron ante el tribunal las representantes de las Mujeres Transformando el Mundo MTM y de la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas UNAMG querellantes en el caso.
También se observó a mujeres de diversas organizaciones que mostraron su apoyo a las sobrevivientes, cubriendo su rostro y cabeza con un manto típico en señal de solidaridad.
 Por Equipo de Comunicación MTM
http://www.mujerestransformandoelmundo.org/

Guatemala:Comunicado de Mujeres Transformando el Mundo

Después de más de treinta años, Mujeres sobrevivientes de Sepur Zarco, siguen con firmeza la búsqueda de justicia
Después de más de treinta años de espera en la búsqueda de justicia para 15 mujeres q’eqchies, sobrevivientes de violencia sexual durante el conflicto armado interno, este 1 de febrero de 2016
iniciará en la Ciudad de Guatemala, ante el Tribunal de Sentencia Penal de Mayor Riesgo A, el debate oral y público por los delitos de violencia sexual, esclavitud sexual, desaparición forzada, asesinato y delitos contra los deberes de humanidad en contra de los acusados el coronel retirado, Francisco Esteelmer Reyes Girón, quien fue encargado del destacamento militar en la aldea Sepur Zarco, y Heriberto Valdez Asij, ex comisionado militar del destacamento quienes se encuentran bajo prisión preventiva desde el mes de junio del año 2014.

Gracias a la valentía de estas mujeres y del arduo trabajo que por más de seis años, Mujeres Transformando el Mundo ha llevado a cabo a través de un litigio estratégico, estamos hoy ante un caso emblemático de trascendencia internacional, al ser el primer juicio de esta naturaleza que es presentado ante el sistema de justicia interno. Constituirá también un ejemplo para la aplicación de una justicia con enfoque de género que visibilice las desigualdades históricas y el continuum de la violencia patriarcal contra las mujeres específicamente en un contexto como el conflicto armado interno.

Durante el debate se reproducirán los testimonios de las víctimas, se presentarán alrededor de 16 peritajes de expertas y expertos tanto nacionales como internacionales, así como otros medios de prueba que aportarán en la búsqueda de una sentencia condenatoria que establezca la responsabilidad penal de los acusados.

Desde Mujeres Transformando el Mundo buscamos derrumbar los muros de la impunidad que por mucho tiempo han alejado a estas mujeres de su derecho a  vivir una vida libre de violencia y de la posibilidad de construirse como sujetas de derechos. Celebramos la fuerza de estas mujeres sobrevivientes que han demostrado su lucha incansable ante un Estado que por mucho tiempo ha silenciado la violencia que sufrieron pero que hoy con su voz y su perseverancia están transformando la historia.


Las Mujeres de Sepur Zarco, se levantaron y vienen a buscar la Justicia!

Guatemala 31 de enero de 2016