lunes, 28 de abril de 2014

HOMENAJE A DINORA PÉREZ ¡PRESENTE EN LA LUCHA! A 23 AÑOS DE SU MUERTE, NO AL OLVIDO Y AL SILENCIO, DINORA PÉREZ EJEMPLO DE LUCHA


El 29 de abril de 1991, en la 11 calle A, 32-78, zona 7, de la ciudad de Guatemala, fue asesinada Dinora Pérez Valdez.

Dinorah era dirigente del Movimiento Guatemala Unida, Directora del Instituto “Maria Chinchilla” , miembro del consejo de administración de la "Fundación de Proyectos de Área Rural para Guatemala" (FUNDAGUA), ,activista de derechos humanos, dirigente estudiantil y asesora de varios sindicatos.


"Cuando digo tu nombre se rebela mi grito 
y el viento se escapa de ser viento.
Los ríos se salen de su curso meditando
y vienen en manifestación para abrazarte.
Los mares conjugan en sus olas y horizontes
tu nombre herido de palabras azules, limpio,
para lavarte hasta el grito acantilado del pueblo,
donde nadan los peces con aletas de auroras."
(fragmento Poema Vámonos Patria a Caminar, Otto Rene Castillo)

Audios Entrevista a Olga Villalta I Congreso Internacional de Género Feminismo y Diversidad

Costa Rica 20 al 23 de junio  del 2011Conversatorio_Olga_Villalta.mp3

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un golpe clásico: dinora pérez
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10. como aparece en la ref. a, a pérez (de 29 años) le dispararon a matar en la entrada de su casa en la ciudad de guatemala, la noche del 29 de abril.  le dispararon tres veces a quema-ropa: en el estómago, el tórax y la cabeza.  pese a un informe inicial de la policía que buscó atribuir el asesinato al crimen común, los testigos informaron que no hubo intento de robarle el carro ni ningún otro objeto.  sus dos asaltantes se retiraron con toda calma en una pequeña motocicleta.  sus amigos y colegas, incluyendo el procurador de los derechos humanos
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mismo, nos dice que hasta donde sabían, ella nunca había recibido amenaza  alguna antes de su muerte.

11. pérez estuvo activa en la política estudiantil en la universidad de san carlos (usac).  después de dejar la usac hace unos ocho años, trabajó en el banco de occidente en donde se convirtió en líder del sindicato.  fue invitada a san josé a una reunión que condujo a la fundación de la demócrata cristiana cgtg [confederación guatemalteca de trabajadores de guatemala], pero declinó la invitación porque su padre le advirtió que sus actividades “conseguirían

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matar a toda la familia”.  según quienes la conocieron durante ese tiempo, ella adoptó una retórica y posiciones “emotivas y extremistas”.  dejó el sindicato y renunció del banco para organizar un movimiento laboral para mario solórzano, quien estaba entonces dirigiendo el partido social demócrata desde el exilio en costa rica.  intentó contactarse con algunos líderes obreros moderados del cusg [comité de unidad de sindicatos guatemaltecos?], para las elecciones de 1985, pero también ellos la tildaron de demasiado emotiva.

12. cuando solórzano retornó a guatemala, se unió a luis zurita, un profesor izquierdista de química en la usac, en una ruptura con el partido pues era “demasiado cauteloso”.  zurita, un poco mayor que pérez, había sido miembro del partido fur [frente unido de la revolución] (el cual virtualmente desapareció a finales de 1970 después del asesinato de su fundador colom argueta), estableció, con dinero sueco, una combinación de centro de estudios y fundación de activismo social , fundagua. pérez fue a trabajar para fundagua, la cual, junto con la asociación de periodistas de guatemala (apg), habían patrocinado una serie de paneles de discusión sobre el proceso de paz en guatemala; a las que se invitó a líderes de sindicatos, activistas de derechos humanos, economistas y congresistas (pérez moderó uno de estos seminarios, al cual asistieron oficales de la embajada, la semana anterior a su muerte).  pérez también trabajaba como directora del instituto “maría chinchilla”, organización respaldada por fundagua (la misma para la cual trabajaba la dra. valenzuela), el cual se dedica a actividades educacionales y de capacitación de varios tipos en áreas indígenas, incluso en algunas áreas conflictivas.  en el momento de su muerte, se encontraba enseñando a las mujeres indígenas las bases de la organización política.
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13. junto con zurita, pérez y otros (incluyendo el también asesinado gonzález gamarra y el casi asesinado byron barrera), ayudaron a formar la “convergencia democrática” (cd).  la cd era una alianza amplia de la izquierda democrática de guatemala, que decidió, con reticencias, respaldar al candidato de la democracia cristiana (dcg), alfonso cabrera.  pérez era candidata a diputada  de la dcg por la lista nacional, pero no llegó a ser electa.

14. zurita, pérez y otros izquierdistas, incluyendo al ex-candidato para vice-presidente de la dcg, marco villamar contreras y el congresista de la dcg y controversial sacerdote andrés girón, habían decidido recientemente crear un nuevo partido político de centro-izquierda (“guatemala unida”, gu) para

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incluir a veteranos radicales “históricos” de la revolución de octubre de 1944 y a izquierdistas de mediana edad del antiguo fur, la dcg y el casi extinto psd (partido social demócrata).  gu esperaba aglomerar a una nueva generación de estudiantes universitarios, y a activistas de sindicatos y rurales.  zurita iba a iniciar el proceso de registro del partido el 15 de mayo.

15. como se mencionó (párrafo 5), la muerte de pérez acabó con los planes para registrar al gu como un partido.  lo que generó más temor entre la izquierda fue, el todavía inexplicable, asesinato del general de alta anacleto maza, el 2 de mayo.  para estos izquierdistas, esa muerte inmediatamente después de la de pérez sólo podía significar una cosa: el retorno al terror de ojo por ojo de los años previos (comentario: no está claro sin embargo, que la guerrilla haya llevado a cabo el asesinato de maza).  zurita y su familia optaron por pedir asilo en canadá.  seis de sus asociados cercanos se nos han acercados con panico en busca de nivs [non-immigrant visas – visas de no inmigrante] (las que emitimos dado el peligro inmediato que ellos enfrentan)  t también ahora han pedido asilo en canadá. otros, como el padre girón y villamar contreras, se han distanciado del proyecto del gu.  fundagua, enfrentando

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un futuro incierto, canceló sus foros y seminarios.  la muerte de pérez ha suprimido efectivamente un esfuerzo por parte de la izquierda para participar en el proceso político.  el suyo fue un golpe clásico.

la reacción de la administración de serrano
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16. [ censurado ] nos dijo que en el funeral de pérez, alfonso cabrera se aproximó a zurita y le dijo: “lo siento pero tengo un mensaje para usted del ministro de la defensa mendoza.  el los ve a usted y a su grupo como la cabeza de playa de la urng”.  zurita, por intermedio de su viejo amigo el ministro de trabajo solórzano, solicitó urgentemente una cita con el presidente o con mendoza, pero no la consiguió.  claramente aterrorizado por la indiferencia aparente del gobierno de guatemala, zurita y sus asociados decidieron no darle excesiva publicidad al asesinato de pérez y decidieron salir del país, al menos temporalmente.

17. en una extensa conversación con oficiales de la embajada el 6 de mayo, [censurado] dijo que no está sorprendido.  recientemente, él [el del nombre censurado] recibió una llamada del vocero presidencial y colaborador de ríos montt, gonzalo asturias (irónicamente, primo hermano del líder guerrillero de la orpa, rodrigo “gaspar ilom” asturias), diciéndole que el presidente pensaba que es importante que [censurado] se reúna con el ministro de la defensa para convencerlo de que la oficina [censurado] no está “jugando el juego de la guerrilla”.  [censurado] le dijo a los oficiales de la embajada “si ellos pueden pensar que yo soy guerrillero, imagínense lo que deben pensar de zurita”.  [censurado] no tiene dudas de que el asesinato de pérez fue llevado a cabo por gente dentro de las fuerzas armadas como parte de un plan para desmantelar a la izquierda legal.  [censurado] espera que con la toma de posesión del cargo del nuevo ministro del interior hurtado prem, habrá algún progreso respecto del asesinato de pérez y de otros, pero se pregunta cuánto apoyo tendrá hurtado de parte del presidente.
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comentario:

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18. sin duda, los derechos humanos son el tema más importante de este gobierno.  hasta ahora, su desempeño es variado.  por una parte, serrano ha dado declaraciones públicas y privadas de que la impunidad que gozaron en años anteriores los violadores de los derechos humanos se terminó.  ha empezado a ejercer control sobre el ejército.  su gobierno ha procesaso a policías por matar a niños de la calle.  ha emprendido una agresiva dinamíca  hacia el proceso de paz con la esperanza de terminar con 30 años de guerra, que sirven como excusa para la mayoría de las violaciones a los derechos humanos.  ha presionado a los militares en el caso del asesinato del ciudadano americano michael devine.  ha
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nombrado a un respetado experto civil en derechos humanos como su nuevo ministro del interior; todos esos pasos son dignos de ser apludidos.

19. por otra parte, ha sido incapaz de controlar la “violencia selectiva” y dajar claro a las fuerzas de seguridad que no tolerará tales actividades.  de hecho, no está claro que el presidente se oponga abiertamente a las acciones en contra de la izquierda, particularmente mientras la guerra continúa.  parece ambiguo en este tópico; una ambigüedad que alimenta esta violencia.  es claro que se ha desempeñado excepcionalmente bien en hacer que los militares abandonen la largamente sostenida oposición a las negociaciones con la guerrilla armada.  hoy en día, hay mucho más posibilidad de alcanzar un acuerdo de paz que en ninguna otra oportunidad durante los pasados 30 años.  sin embargo, parte del costo de tal acción puede ser la tolerancia hacia una guerra encubierta dirigida a negar a la izquierda la oportunidad de alcanzar el poder en la paz el cual nunca pudo obtener en la guerra.

20. concluimos, dada la inclinación ideológica del presidente y de la mayoría de los más cercanos a él, que el actual gog [government of guatemala – gobierno de guatemala] podría estar viendo con benevolencia los esfuerzos por eliminar físicamente a la izquierda, por considerarlos remotamente como un rival potencial para alcanzar el poder.  en cuanto a la ref. b por lo tanto, nos preguntamos qué tan genuina será la paz después de la firma de cualquier acuerdo de paz.
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REMHI: desde el kilómetro cero del conocimiento de la verdad en Guatemala


Ciudad de Guatemala 24/04/2014 – El 24 de abril de 1998 la Catedral Metropolitana de Ciudad de Guatemala se convertía  en el kilómetro cero desde donde la verdad acallada y doliente del Conflicto Armado Interno en Guatemala comenzaría a conocerse y expandirse. “Años de terror y muerte han desplazado y reducido al miedo y al silencio a la mayoría de guatemaltecos. La verdad es la palabra primera, la acción seria y madura que nos posibilita romper ese ciclo de violencia y muerte, y abrirnos a un futuro de esperanza y luz para todos”, pronunció monseñor Juan Gerardi en la presentación del Informe Proyecto Interdiocesano de la de Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI), dos días antes de su asesinato.
La catedral se quedó pequeña ante la expectativa nacional e, imagino, que dañada en sus cimientos con el eco de cifras de personas muertas, asesinadas, desparecidas, violadas, desplazadas, heridas… Heridas de por vida.
Me pregunto si aquel viernes de abril de hace 16 años Guatemala estaba preparada para escuchar y aceptar lo que las más de 1.400 páginas del REMHI arrojaban sobre lo ocurrido en los 36 años que duró la violencia política en el país: 6.500 testimonios  hablaban de más de 55.000 víctimas; la mitad de los más de 86.000 niños y niñas, cuyos padres sufrieron alguna violación, se quedaron huérfanos de padre y/o madre; entre 1980 y 1983 hubo en Guatemala casi 44.00 víctimas; entre 1981 y 1982 se produjeron cerca de 300 de las 422 masacres que se documentaron.
“Fue una verdad impactante, capaz de romper tabués en Guatemala, capital mundial de la negación oficial, y, por lo mismo, una verdad muy peligrosa”, señala el periodista Francisco Goldman en el artículo “Después del segundo round,” publicado en el libro Crecer a Golpes. Crónicas y ensayos de América Latina a cuarenta años de Allende y Pinochet. 
Datos, porcentajes, violaciones a los derechos humanos, nombres y apellidos. Todo lo que la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala había grabado en tinta sobre el REMHI fue creciendo conforme nuevos estudios se publicaban: más de 200.000 personas fueron asesinadas y desaparecidas, más de 1,5 millón desplazadas. “REMHI preparó y mostró el camino para el posterior informe Memoria del Silencio, de la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas, publicado en febrero de 1999, cuyas conclusiones fueron aún más duras, pues culpó a los militares del 93% de las atrocidades, y concluyó que el Ejército de Guatemala había ejecutado un genocidio contra los indígenas mayas”, recoge Goldman.
Genocidio, una palabra que nos trae al presente el juicio contra Ríos Montt en 2013 y que hoy jueves, 24 de abril de 2014, 16 años después de la entrega del REMHI, ha sido pronunciada de manera reiterada en las actividades conmemorativas.
En el conversatorio “Las violaciones a Derechos Humanos contra las mujeres durante el conflicto armado interno”, desarrollado en la Parroquia El Sagrario, en Ciudad de Guatemala, el foco se ha puesto en el impacto que tuvo sobre las mujeres la deshumanización que sufrió Guatemala.
Durante la intervención de las ponentes, trato de apuntar datos, más datos del “dolor del corazón”, pero me vence el recuerdo agudo del llanto estremecedor de una mujer ixil, víctima de violencia sexual por parte del ejército, que envolvió la sala de tribunales el 2 de abril de 2013 durante el juicio por genocidio al ex general Efraín Ríos Montt y su jefe de inteligencia, José Mauricio Rodríguez Sánchez. Dejo de tomar nota y espero a que aquel grito del alma se aplaque en mi interior.
La violencia sexual fue utilizada como arma genocida durante el conflicto, y aquellas mujeres que sobrevivieron guardaron durante más de 20 años la culpa, el estigma, la tristeza, el llanto. Sus valientes y espeluznantes testimonios han sido y son claves en la recuperación de la memoria de Guatemala.
“El trabajo de búsqueda de la verdad no termina aquí, tiene que regresar a donde nació y apoyar mediante la producción de materiales, ceremonias, monumentos etc. el papel de la memoria como un instrumento de reconstrucción social”, solicitaba en su discurso monseñor Gerardi. Se puede  decir que esa es la labor que debiera estar cumpliendo el Programa Nacional de Resarcimiento (PNR)  emanado de los Acuerdos de Paz de 1996, cuya misión es “promover la dignificación integral para lograr resultados de desarrollo mediante el resarcimiento y/o asistencia integral, con prioridad a quienes más lo requieran dada su condición económica y social”.
El PNR se creó en 2003 y su plazo finalizó en 2013 sin los objetivos cumplidos. “Al PNR se le han dado 10 años más de vida, según acuerdo gubernativo 539-2013, aprobado por el Congreso a finales del pasado año”, recuerda Argelia Soto, miembro del Centro de Análisis Forenses y Ciencias Aplicadas (CAFCA), quien insiste en alertar sobre los cambios que el PNR ha incluido. “Se ha anulado específicamente el resarcimiento por violencia sexual, y por desplazamiento forzado, y violencia a la niñez”, enuncia a modo de reclamo.
Me acerco a Soto y le pregunto cómo se puede garantizar que en la próxima década se implementen las medidas y objetivos fijados.
- Tenemos que luchar por la asignación de un presupuesto digno para el PNR, porque la excusa es que nunca hay suficientes recursos. Sin embargo, el PNR devolvió Q15 millones al Fondo Común por falta de ejecución- recuerda Soto.
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En la tarde, frente al atrio de la catedral, velas forman las palabras NUNCA MÁS. Apenas 50 personas arropan el lema y tratan de ganar al viento en su empeño en apagar la luz simbólica de la esperanza y el deseo de paz, una paz soñada por Gerardi e iluminada por la verdad.
“Es posible la paz, una paz que nace de la verdad de cada uno y de todos: Verdad dolorosa, memoria de las llagas profundas y sangrientas del país; verdad personificante y liberadora que posibilita que todo hombre y mujer se encuentre consigo mismo y asuma su historia; verdad que a todos nos desafía para que reconozcamos la responsabilidad individual y colectiva y nos comprometamos a que esos abominables hechos no vuelvan a repetirse”. Monseñor Geradi.
http://comonueve.wordpress.com/2014/04/24/remhi-desde-el-kilometro-cero-del-conocimiento-de-la-verdad-en-guatemala/

Travesía desierto Sonora-Arizona. Seis.

Junto a las luces y motores encendidos de motocicletas y camionetas de la Patrulla Fronteriza se escuchó una lluvia de improperios en esa mezcla de Spanglish, se notaba que nos estaban esperando con ansias para cazarnos como animales. Ciertamente hubo cambio de guardia en la línea fronteriza pero más adelante y con la experiencia de avezados cazadores otro nutrido grupo de policías esperaba a sus presas.

 Había escuchado por mis compañeras de travesía que los vehículos en donde trasportaban a los indocumentados tenían forma de perreras y lo pude comprobar, son tipo Pickup que llevan ensamblada en la palangana una jaula de barrotes y malla en donde por lo menos encierran a treinta personas.
Instantáneamente con el sonido de los automotores el sinfín de indocumentados comenzamos a dispersarnos corriendo sin dirección en un intento por no ser atrapados, primero fueron insultos los que recibimos de parte de la Patrulla Fronteriza luego se encargaron de arremeternos con balas, por altoparlantes nos gritaban y reían burlándose de nuestra condición de presas, nos acusaban de contrabandistas y de asesinos, de llegar a Estados Unidos a robarle el trabajo a quienes sí tenían residían legalmente.
Nos decían que nos regresáramos por donde habíamos llegado porque no éramos bienvenidos en su país, nos gritaban que nos podían matar si querían y que nadie los enjuiciaría porque lo que estaban haciendo era salvando al país de basuras latinoamericanas. “¡Largo!, ¡fuera de territorio estadounidense!, ¡los vamos a matar ratas!, ¡pasarán en la cárcel el resto de sus días por entrar sin documentos!, ¡ladrones, asesinos!, ¡putas! Y ustedes, espaldas mojadas? ¿Vienen a limosnear comida? ¿Qué es lo que quieren? ¡Fuera, fuera, fuera!”
La gente corría desesperadamente y la perseguía un tropel de policías en motocicletas y pickups, el tiempo se había detenido en nuestras piernas cansadas que por más que corríamos no avanzábamos, la angustia, la oscuridad y el deseo de escapar hacían del pánico nuestro peor enemigo. Sin noción alguna de dónde estábamos parados corríamos en todas direcciones. Nos topábamos los unos con los otros, aun no estábamos tan lejos de la línea divisoria como para que cada grupo avanzara por separado.
Las balas penetraban espaldas, rostros, muslos y las personas se desvanecían entre ramas de cactus y piedras que silenciosas guardan historias del desierto que es lozano en paisaje de postal.
Mientras unos disparaban otros se bajaban el zíper del pantalón y mostraban sus genitales en una burla y total provocación, sabían que tenían el control de la situación porque contaban con los radares, helicópteros, avionetas, armas y vehículos donde transportarse; nosotros solo teníamos el cansancio y el ímpetu de salir del desierto con vida.
Con bates de béisbol golpeaban a quienes se les atravesaban en el camino, los amarraban de manos y pies y los acostaban boca abajo esperando que llegara la perrera para encerrarlos. A los heridos de bala los dejaban donde caían, sabían que agonizarían lentamente hasta que sus cuerpos sin vida fueran encontrados por grupos humanitarios que se internan en el desierto de cuando en cuando en busca de sobrevivientes de travesía, o bien serían devorados por aves de rapiña y los huesos se adicionarían a la superficie del páramo desolado que vela en silencio a los difuntos sin nombre.
Corrimos sin voltear atrás y nos lanzamos sin pensar sobre cactus y pequeños breñales, las púas tomaban formas de dardos que se metían en nuestra piel a la velocidad con la que el pesar hacía palpitar nuestros corazones aturdidos. No podíamos estar más de uno en cada cactus porque no eran rollizos y quedábamos en absoluta visibilidad, dejé a la muchacha que tenía el tobillo lesionado escondida entre un zarzal y busqué un tunal para mí, no podía correr porque las balas pasaban en todas direcciones entonces lo hice de la forma en que atravesábamos en mi infancia el alambrado de la María del Tomatal: tirada sobre el suelo, boca abajo y arrastrándome con la punta de los pies y los codos sin levantar la cabeza ni para ubicar el tunal.
Esperamos a que la policía se alejara de la zona de combate para movilizarnos y salir del sector donde nos tenían rodeados, mientras observamos la forma en que golpeaban a hombres, mujeres y niños por igual, a dos adolescentes las abusaron sexualmente; de pie las hicieron abrazarse a un cactus, les rompieron la ropa a tirones, les abrieron las piernas con golpes de punta de bota y las abusaron por atrás. Los gritos eran desesperantes y martillaban los tímpanos, cuando terminaron les dieron un balazo en la sien, se subieron en sus motos y se fueron. Dos vidas más perdidas en el desierto de Arizona. El sonido de esas dos balas durante años me despertó a la una de la madrugada en punto, retumbaba en mis pesadillas de travesía, a esa hora las mataron. No pudimos hacer nada estábamos rodeados de policías y un movimiento por más suave que fuera hacía crujir las ramas secas de los zarzales.
En un intento por postergar la muerte el silencio nos maniató.
La bandada de policías se fue alejando del lugar donde estaba mi grupo, aprovechamos para movilizarnos y arrastrándonos entre tunas, piedras y zarzal logramos retirarnos del lugar. El sonido de los bates golpeando cuerpos de indocumentados y los gritos de aflicción suplicando piedad perforaron el sigilo de aquel descampado que a quienes lo sobrevivimos nos dejó huellas imborrables, en mí se instaló lo insociable y me encerré bajo cuatro llaves sin que nadie se atreviera siquiera a tocar la puerta de mi desván.
Cuando logramos alejarnos unos quinientos metros del lugar pensamos que la pesadilla había acabado pero recién acababa de empezar.
Ilka Oliva Corado.
Abril 28 de 2014.
Estados Unidos.

domingo, 27 de abril de 2014

Travesía desierto Sonora-Arizona. Cinco.







Ilka Oliva Corado.

Cuando saltamos el tercer cerco el coyote a cargo de nuestro grupo comenzó a correr y siguiendo las instrucciones suyas también lo hicimos nosotros, teníamos que alejarnos de la línea divisoria lo más pronto posible porque estaba por iniciar la cacería de la Patrulla Fronteriza.

Cuando estábamos en territorio mexicano nos explicó que en una especie de juego como el del gato y el ratón la Patrulla Fronteriza da un lapso de tiempo a los indocumentados para que crucen y corran para luego cazarlos con sus armas de francotiradores, con sus pistolas de goma, con sus pistolas de choques eléctricos y con los perros amaestrados que sueltan en manadas para que acorralen a la mayor cantidad posible de indocumentados, para después encerrarlos dentro de las perreras para llevarlos al centro de detención y posteriormente deportarlos. La angustia de las compañeras que ya lo habían intentado durante la semana y las habían deportado era que al detenerlas las volvieran a abusar sexualmente los policías de la Patrulla Fronteriza. Todo aquello me parecía inverosímil como si estuviera dentro de una pesadilla y no pudiera salir, despertar.
Con el cansancio de 125 kilómetros caminados cruzamos los cercos de la línea divisoria y comenzamos a correr en un desquicio de angustia y adrenalina de quien ya tiene un pie en la tumba. A mí nadie me dijo que así era el desierto y tampoco se lo dijeron a los cientos de indocumentados que estaban esa noche ahí, porque nadie cuenta la realidad de lo que se vive cuando se cruza de forma indocumentada la frontera, porque los coyotes si relatan la realidad no consiguen clientela. Y quien ya llegó no cuenta cómo le fue porque quiere bloquear esos recuerdos o simplemente porque quiere que otro también viva esa tortura. Yo me encontré con una realidad totalmente distinta a la que me habían pintado y ya no podía dar marcha atrás así lo hubiera deseado, sin embargo en ningún momento pasó por mi mente el arrepentirme, desde niña la vida me enseñó a afrontar las consecuencias de mis decisiones así éstas me hagan tragar polvo, como me ha sucedido en más de una ocasión. De la osadía que ha trazado la historia de mi vida no me arrepiento ni por un segundo, he vivido lo que estaba en el camino para mí.
¿Por qué sos tan necia? Me ha dicho mi mamá a lo largo de mi vida, soy la hija que le encanó el cabello cuando andaba en los 30 años de edad. Mi carácter del demonio y el hacer todo al revés y a mi paso y en mi tiempo y no en el de nadie más, me han enseñado a bregar donde otros desisten.
Esa misma necedad que me habita me salvó la vida en el desierto en más de una ocasión. Mis necedades son las que también en las contradicciones que forman parte de mi ser me han dado momentos fugaces de felicidad.
Comenzamos a correr atrás del coyote para no perdernos entre las cientos de otros grupos que también corrían tratando de alejarse lo más pronto posible de la frontera, zancada tras zancada a una velocidad que solo la angustia y el sobresalto son capaces de reconocer en una persona a la que el miedo trata de paralizar.
El terreno estaba en peores condiciones, las piedras eran más grandes y en cada paso alguien se doblaba un tobillo o caía raspándose las rodillas, eso cuando lograba meter las manos pero cuando no el golpe era en el rostro y encima le pasaba la turba que no se detenía a pensar en nadie más que en salvar su propia vida.
Cuando ya habíamos avanzado un kilómetro aun corriendo recogí una piedra y la metí en la otra bolsa de mi pants. Para no confundirlas la busqué más pequeña que la que había recogido en el desierto de Sonora, ya tenía pues mis dos amuletos y los empuñé en mis manos pensando en que si sobrevivía les iba contar la historia de mi travesía a las siguientes generaciones del clan Oliva Corado y para muestra estarían las dos piedras, lo que no sabía y me ha sorprendido inmensamente es que el azar me convertiría en escritora y que la experiencia de mi travesía y los capítulos de mi vida, están siendo contados en letras y no en mi propia voz de anciana sentada en una butaca rodeada de sobrinos nietos, bebiendo café en un batidor a la hora de la oración en mi natal Comapa. Ha abandonado por completo la fantasía de un seno familiar para abrirse paso montaraz entre los vientos que no conocen fronteras y edades. Tengo 34 y cada segundo de mi existencia me ha habitado intensamente que pareciera que es más de una vida la que llevo impregnada en mi piel. Estoy convencida que soy un rareza de un ser atemporal.
Corrimos tres kilómetros sin detenernos hasta que alcancé al coyote y le pedí que descansáramos por lo menos tres minutos para que todos tomáramos agua, desde ese instante creció una preocupación en mí por la salud de todos que en el camino y empujados por las circunstancias habían contado de sus males; artritis, diabetes, problemas respiratorios y con el corazón. Me preocupaba el sobrepeso de tres de ellos que no les permitía avanzar al paso exigido, una señora de 55 que decía que tenía dolor de muelas y llevaba zapato de vestir en lugar de tenis, uno de los que llevaba botas ya tenía ampollas, el grupo no estaba caminando parejo, unos se quedaban rezagados y era peligroso porque por uno nos podían agarrar a todos, teníamos que movilizarnos lo más pronto posible, sin hacer ruido y sin lamentos.
El niño que era el coyote, porque alguien de 18 años de edad sigue siendo un niño y más en circunstancias tan extremas, la única indicación que daba era que los que sentían que ya no podían que se escondieran entre los cactus y que esperaran el amanecer para ser rescatados pero que el resto íbamos a continuar, no tenía idea alguna de cómo manejar la situación. Yo tenía 23 años era una niña también pero en ese instante mi instinto silvestre y creo que el deseo de sobrevivir me hizo hablarle al grupo: dos tragos de agua nada más y realizar estiramiento para oxigenar los músculos, tendones, ligamentos y articulaciones para evitar los calambres y la fatiga muscular, aunque en tales infiernos aquello era una burla pero algo tenía que intentar para mantener al grupo estabilizado en algo mínimo.
Aprender a respirar correctamente; inhalando por la nariz y exhalando por la boca, tratar de retener el aire en los pulmones la mayor cantidad de tiempo posible, si las pulsaciones cardiacas no se los permitían entonces hacer cambio de ritmo al respirar, inhalar dos veces y exhalar dos veces seguidas para darle tiempo al corazón de recuperarse, éstas son técnicas utilizadas en atletismo.
La mayoría había comenzado a llorar y a desistir, a llenarse de lamentos y de preguntas, el miedo comenzaba a hacer de las suyas y se crían muertos que caminaban para buscar sus propias tumbas. Recordé mis años de niña internada en montañas con mi hielera de helados al hombro, cansada, bajo el sol ardiente buscando venderlos en otros poblados, el dolor en mi espalda baja me recordó los años que trabajé en un finca de sol a sol cortando fresas que eran exportadas hacia Estados Unidos. No, el desierto no iba a acabar con mi vida. Siempre he creído en el poder sanador de los abrazos y le di un abrazo a cada uno y les dije que vivíamos todos o nos moríamos todos pero que juntos íbamos a llegar hasta el final. Mis palabras devolvieron la confianza y la entereza para continuar y así lo hicimos.
Comenzamos a trotar nuevamente y el coyote se fue alejando del grupo, la que tenía la resistencia física y la experiencia en eventos de “campo traviesa” era yo, entonces me convertí en el lazo que no dejó que él se apartara por completo y nos dejara abandonados, lo alcanzaba y volvía a regresar con el grupo que se había quedado a unos cincuenta metros de distancia, nos habíamos alejado unos diez kilómetros de la frontera cuando una de las compañeras pegó un grito que nos detuvo a todos, se había doblado un tobillo y le era imposible continuar.
Corrí a revisarla mientras el resto se escondía entre los escasos matorrales, no más de dos en cada espacio porque los bultos también eran detectados por los sensores colocados en el desierto por la Patrulla Fronteriza, debido a que es lugar ideal para trasladar droga. Lo que temía, la muchacha tenía esguince en segundo grado y en segundos la parte lesionada se llenó de hematomas e inflamación. Necesitábamos hielo y antiinflamatorios, una bota o tablilla y tampoco nada de eso estaba al alcance, el dolor la hacía pegar gritos, inmediatamente me quité la chumpa y le dije que la mordiera, saqué la venda de mi mochila y el ungüento para lesiones, esto le daría frío y calor y le ayudaría en algo mínimo. Un compañero llevaba pastillas para el dolor de cabeza y también se las tomó, intentamos ponerla en pie pero debido a la severidad de la lesión le era imposible caminar.
El coyote le dijo que no podíamos quedarnos por ella y que fuera consiente que no iba a arriesgar al resto del grupo por una, la solución era quedarse ahí y esperar a que cuatreros o la Patrulla Fronteriza la encontraran, los cuatreros no pasarían de violarla y la dejarían vivir, la Patrulla Fronteriza la iba a violar y llevar a un centro de detención, le dijo que rezara para que quien la encontrara primero fuera la Patrulla Fronteriza.
La muchacha tenía 25 años, robusta, de estatura promedio, un poco más alta que yo. Cuando escuchó las palabras del coyote comenzó a llorar con más sentimiento, el resto exigía que avanzáramos porque nos podía encontrar la migra. Su lesión hizo sacar la verdadera esencia de quienes iban en ese grupo, todos votaron por dejarla menos el hombre que le dio las pastillas y yo. Él desde el inicio del recorrido sacó su biblia y la llevaba en una mano, comenzó a rezar por ella y entre los dos la ayudamos a ponerse en pie y cada uno sujetándola de cada brazo la apoyamos en medio para que no tuviera que poner en el suelo el pie lesionado. El problema es que él era más bajo de estatura que nosotras y enflaquecido eso hizo que ella se recargara más en mí.
Ya no podíamos correr ni trotar y el avance tuvo que ser lento y nos quedamos rezagados a una distancia de cien metros del grupo que avanzaba uniforme con el coyote. A todo esto era la una de la mañana y pronto iba a amanecer y teníamos que llegar al punto de encuentro antes de que saliera el sol para no quedar expuestos en la luz del día y ser más visibles a los helicópteros, avionetas y policías.
A pocos metros de nosotros también transitaban otros grupos que se dirigían a Douglas, Arizona, aquello era una romería de presagios de finados. Caminábamos en el mayor de los silencios cuando de pronto las luces de motocicletas y camionetas de la Patrulla Fronteriza se encendieron seguido de los motores, el destello nos sorprendió y nos encegueció durante unos instantes en los que nos desorientó por completo, los teníamos a menos de cincuenta metros de distancia. La cacería estaba por comenzar.
Travesía desierto Sonora-Arizona. Cinco.cronicasdeunainquilina.wordpress.comCuando saltamos el tercer cerco el coyote a cargo de nuestro...Ilka Oliva Corado.
Abril 27 de 2014.
Estados Unidos.