viernes, 30 de septiembre de 2016

LUIS AUGUSTO TURCIOS LIMA.

Factor Méndez Doninelli
El próximo 6 de octubre en la Asociación de Periodistas de Guatemala APG, se llevará a cabo un foro homenaje por el aniversario 50 de la desaparición física de Turcios Lima, el Comandante revolucionario, fundador del Frente “Alejandro de León” MR-13, de las Fuerzas Armadas Rebeldes FAR y del Frente Guerrillero “Edgar Ibarra”, del que fue su Comandante supremo. Falleció el 2 de octubre 1966 a la edad de 24 años, como resultado de un confuso percance automovilístico, ocurrido en el kilómetro 11 de la carretera Rooselvelt. El foro es a partir de las 17:00 horas.


El 26 de febrero de 1961, el Teniente Segundo, Turcios Lima, junto a un grupo de jóvenes oficiales del ejército guatemalteco, formaron el Frente Rebelde “Alejandro de León” MR-13, todos se habían sublevado el 13 de noviembre de 1960 contra el régimen corrupto de Ydígoras Fuentes. Mediante una acción de propaganda armada se tomaron la radio Internacional, y a las 12:00 horas del día, el horario de mayor audiencia, divulgaron una proclama titulada “¿QUIÉNES SOMOS, QUÉ QUEREMOS Y POR QUÉ LUCHAMOS.”
En uno de sus párrafos, la proclama explica: “Somos parte del pueblo, su vanguardia armada, nos llaman guerrilleros porque hemos escogido las montañas para luchar con las armas en la mano contra los ricos y contra los que los sostienen: los militares y policías.”
“Somos los campesinos, los obreros y los estudiantes que luchan para que en Guatemala no haya más ricos ni pobres, ni enfermedades, ni ignorancia, ni gente sin tierra. Queremos la revolución. Revolución significa transformar profundamente la vida de nuestro pueblo. Por eso está con nosotros. Somos el ejército de los pobres, el ejército del pueblo.”
En enero de 1966, Turcios Lima representa a Guatemala en la reunión Tricontinental de organizaciones revolucionarias de Asia, África y América Latina, que se realiza en La Habana, Cuba, donde en uno de sus discursos pronunció la frase que lo visibilizó y que transcribo: “La lucha contra el imperialismo necesita de toda la solidaridad posible. Es la lucha contra el peor enemigo de la humanidad.”
En su corta, fructífera e inquietante vida militar y revolucionaria, conoce a revolucionarios guatemaltecos y extranjeros con quienes se relaciona y contribuyen a consolidar su conciencia social y convicción revolucionaria. Cuando fue transferido a Poptún, Petén, se encuentra con un prisionero nicaragüense, Carlos Fonseca Amador, fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional. Otro encuentro decisivo fue con jóvenes comunistas de la Juventud Patriótica del Trabajo JPT, entre quienes destaca su amistad con Ricardo Ramírez, (Rolando Morán) y Edgar Ibarra. En la Sierra de las Minas, en plena lucha guerrillera conoce a Otto René Castillo. Luego entabla relación con jóvenes del Partido Guatemalteco del Trabajo PGT, Bernardo Alvarado Monzón, Mario Silva Jonama, Joaquín Noval, Bernardo Lemus y con la izquierda política, Manuel Colóm, Adolfo Mijangos López, Américo Cifuentes, Manuel Galich, Alfonso Bauer, Luis Cardoza, Jacobo Árbenz, Augusto Cazali, Antonio Móbil.
Los otros Oficiales militares que se sublevaron con Turcios Lima fueron: Carlos Paz Tejada, Alejandro de León, Arturo Chur, Rafael Sesam Pereira, César Silva, Augusto Loarca, Marco Antonio Yon Sosa y Luis Trejo Esquivel. Ellos y otros más, son de los otros militares, de los dignos.
Este homenaje es un rescate de la memoria histórica. Si te interesa saber más de esta gesta, asiste el 6 octubre, salón APG, 17:00 horas. Invita Grupo Coordinador, integrado por varias organizaciones.
(Información tomada de, “Los otros militares.” Guatemala, octubre 2016.)
http://lahora.gt/luis-augusto-turcios-lima/

lunes, 26 de septiembre de 2016

67 ANIVERSARIO DEL PARTIDO GUATEMALTECO DEL TRABAJO (PGT)

CONMEMORACIÓN DEL 67 ANIVERSARIO 
28 DE SEPTIEMBRE 1949 - 2016
PARTIDO GUATEMALTECO DEL TRABAJO



Partido Guatemalteco del Trabajo

El Partido Guatemalteco del Trabajo -también llamado PGT- fue un partido
político guatemalteco, que adoptó este  nombre después de llamarse originalmente Partido Comunista de Guatemala
Con esta última denominación fue organizado, clandestinamente, en septiembre de 1945, vinculado a la Escuela Claridad
por José Manuel FortunyAlfredo Guerra BorgesCarlos Manuel Pellecer y Leonardo Castillo Flores
y el apoyo de los dirigentes de la Confederación Nacional de Trabajadores -CNT- (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
El 28 de septiembre de 1947 se le dio el nombre de Vanguardia Democrática. El año siguiente, José Manuel Fortuny 
fue elegido Secretario General. En diciembre de 1952, durante el II Congreso Nacional, se fusionó con el 
Partido Revolucionario Obrero de Guatemala, que dirigía Víctor Manuel Gutiérrez y sustituyó su nombre por el de 
Partido Guatemalteco del Trabajo (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
Fue inscrito oficialmente, el 18 de diciembre de 1952, por José Manuel Fortuny, Bernardo Alvarado Monzón
Alfredo Guerra Borges, Mario Silva Jonama y José Luis Ramos. Como la Constitución de Guatemala prohibía el 
establecimiento de organizaciones políticas de carácter internacional o extranjero, los opositores al régimen 
consideraron que la autorización de este partido era ilegal (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
El PGT tuvo mucha influencia en el gobierno de Jacobo Árbenz, por lo que, al ser derrocado éste en la 
Contrarrevolución de 1954 por el anticomunista Movimiento de Liberación Nacional -MLN-, en junio de 1954, 
los miembros y líderes del partido que no se asilaron o emigraron, fueron perseguidos y encarcelados. 
El nuevo gobierno clausuró todos los partidos revolucionarios, pero el PGT siguió activo en la clandestinidad y 
participó en la subversión guerrillera (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
Durante el cruel período del Conflicto Armado Interno, las fuerzas represivas policiales y militares persiguieron a sus 
líderes y afiliados, muchos de los cuales fueron asesinados, entre ellos, Víctor Manuel GutiérrezLeonardo Castillo 
Huberto Alvarado (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
En 1978, el PGT se dividió en PGT-CC -Comité Central-, dirigido por Ricardo Rosales Román -cuyo alias era 
Carlos González-, y el PGT Núcleo de Dirección, a cargo de José Alberto Cardoza -alias Mario Sánchez-. 
Después de la firma de la paz entre la guerrilla y el gobierno, en diciembre de 1996, los ex guerrilleros se organizaron, 
como partido político con la Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca, en la que el PGT participa en forma 
individualizada (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
http://wikiguate.com.gt/wiki/Partido_Guatemalteco_del_Trabajo

HUBERTO ALVARADO, ENSAYISTA, POETA Y POLITICO (1927-1974).

Poeta, ensayista, periodista y político guatemalteco, nacido en Quezaltenango en 1927 y fallecido en las afueras de la Ciudad de Guatemala el 20 de diciembre de 1974. Su vida -dramáticamente truncada por asesinos de los grupos paramilitares- estuvo permanentemente ligada a las dos vocaciones que le alentaron constantemente desde su adolescencia: la política y el cultivo de la creación literaria.
Su temprana preocupación por la deriva política de su nación le llevó a implicarse precozmente en la Revolución Guatemalteca (1944-1954), en el transcurso de cual, a pesar de su extrema juventud, se significó por su infatigable labor en el ámbito de la izquierda marxista. Avalado por el prestigio intelectual que fue adquiriendo merced a sus trabajos críticos y literarios, así como a sus escritos periodísticos -que le convirtieron en uno de los polemistas más influyentes en la Guatemala de mediados del siglo XX-, describió una vertiginosa trayectoria ascendente en el seno de las fuerzas políticas democráticas de su pueblo. Así, al poco tiempo de haberse comprometido con las causas de los más desfavorecidos, fue designado Secretario General de la Alianza de la Juventud Democrática Guatemalteca, donde desarrolló una valiosa labor que, entre otros frutos, condujo a la fundación del Partido Guatemalteco del Trabajo, del que acabaría siendo Secretario General.
Al mismo tiempo, Huberto Alvarado desplegaba una fructífera labor como escritor y animador cultural, plasmada principalmente en el seno del grupo Saker-Tí("Amanecer"), del que había sido uno de sus fundadores. Se trataba de un colectivo de jóvenes escritores alentados por unos mismos criterios estéticos e ideológicos: la condena del arte puro, del esnobismo intelectual y de la frialdad cerebral y subjetiva de los creadores contemporáneas, y la defensa de un arte realista y comprometido, preocupado por la reivindicación de los valores democráticos y el rescate de los legados culturales de cada nación (en su caso concreto, del pueblo guatemalteco).
En Saker-Tí, fundado en 1947, pronto se integraron los miembros más radicales del grupo Acento, otro colectivo de escritores guatemaltecos formado por autores de la generación anterior. Además de Huberto Alvarado, los miembros más destacados de Saker-Tí fueron Rafael Sosa, Olga Martínez Torres, Migue Ángel Vásquez, José María López, Werner Ovalle, Orlando Vitola, Melvin René Barahona y Óscar Arturo Palencia. Una de las figuras cimeras de las Letras guatemaltecas, el poeta, ensayista y periodista Luis Cardoza (1904-1992), describió a los jóvenes y entusiastas componentes de este grupo como "mentalidades ávidas y frescas" que "vivían días virginales". Su integración, en masa, al Partido Comunista fue descrita por Cardoza -mayor que todos ellos- como "si hiciesen la Primera Comunión. Tuvieron consistencia ideológica más hermandad de secta", y, para casi todos ellos, "entrar en el Partido Comunista significaba asumir un noble rechazo y, con emoción de audacia y sorpresa, tocar algo más allá de lo prohibido, algo maldito".
El grupo Saker-Tí lanzó una revista homónima en la que todos sus componentes dieron a conocer sus primeros artículos y poemas. Alvarado, en su condición de director de esta publicación, se convirtió en uno de los grandes impulsores de la renovación de la literatura guatemalteca del momento, al dar cabida en su revista -así como en la editorial que también fundo su grupo literario- a las voces más radicales e innovadoras.
Él mismo se dio a conocer como poeta en el transcurso del mismo año de la fundación de Saker-Tí, con la publicación de una interesante colección de versos titulada Sombras de sal (1947). Pero fue aún más sobresaliente su labor como animador cultural y promotor de los nuevos valores, a los que apoyó, desde su condición de crítico, ensayista y periodista, con trabajos tan dignos de encomio como las antologías El artista y los problemas de nuestro tiempo (1950), Doce poemas (1950), Poemas por la Paz (1952) y Guatemala, tu nombre inmortal. Además, el escritor de Quezaltenango ocupó cargos de alta responsabilidad en la política cultural de Guatemala, como el de director de la Casa de la Cultura, y desde ellos continuó promocionando infatigablemente la literatura nacional (con actos de tanta repercusión en la vida intelectual de su país como la organización del Primer Congreso de Escritores Guatemaltecos).
Su presencia en la vida política de Guatemala fue constante durante los gobiernos progresistas de Juan José Arévalo (1904-1990) y Jacobo Arbenz (1913-1971), que habían intentado la democratización del país -con repartos de tierras, limitaciones de los privilegios económicos de la United Fruit Company, y otras medidas de carácter progresista- tras el derrocamiento, en 1944, del dictador Jorge Ubico(1878-1946). En este ambiente de grandes reformas y cambios revolucionarios, el joven Huberto Alvarado desplegó una intensa actividad política subrayada por su infatigable labor de animador cultural; no es de extrañar, por ende, que tras la caída de Arbenz -derrocado, el 17 junio de 1954, por una invasión de exiliados que, desde territorio hondureño, penetraron en Guatemala con cobertura logística de los Estados Unidos de América-, el activo e impetuoso intelectual de Quezaltenango se viese obligado a abandonar su nación, en la que, como primera medida del nuevo gobierno, se había decretado la ilegalización del Partido Comunista y la persecución de todos los líderes marxistas. El grupo Saker-Tí quedó desmembrado, algunos de sus integrantes fueron vilmente asesinados, y la mayor parte de ellos se vieron forzados a exiliarse.
Rumbo, pues, al exilio, Alvarado marchó primero a Ecuador, donde renovó su prestigio intelectual con frecuentes colaboraciones en diferentes publicaciones culturales, como Letras de Ecuador y Cuadernos del Guayas. Luego pasó a México, para reunirse allí con los numerosos escritores guatemaltecos exiliados en territorio azteca, como el ya citado Cardoza, además de Carlos Illescas (1918-1998), Raúl Leiva (1916-1974) y, entre otros, el genial cuentista Augusto Monterroso (1921-2003).
En México, Huberto Alvarado continuó dando buenas muestras de su valía como crítico y ensayista, por medio de numerosos artículos publicados en Cuadernos AmericanosEl Nacional y Novedades; e incrementó su fama de escritor con el estreno de una espléndida pieza teatral, El rey Atanasio, que fue distinguida con una Mención Honorífica en el certamen de Ciencias, Artes y Letras de 1959. No obstante, el deseo de regresar a su patria era más fuerte que las sinceras atenciones prodigadas por la intelectualidad mexicana, por lo que, a comienzos de los años sesenta, Alvarado entró de nuevo en su país y se consagró de lleno a la redacción de su trabajo ensayístico más ambicioso: un estudio en profundidad del proceso cultural guatemalteco, publicado bajo el título de Exploración de Guatemala(Ciudad de Guatemala: Ediciones de la Revista de Guatemala, 1961).
En medio del reconocimiento general de la intelectualidad guatemalteca, Huberto Alvarado vivió en su país con cierta calma hasta que, con los nuevos gobiernos totalitarios de Julio César Méndez Montenegro (1915- ) y Carlos Arana Osorio(1918-2003), fue, respectivamente, perseguido y encarcelado. El clamor internacional levantado en su defensa en los foros progresistas de todo el mundo propició su puesta en libertad, así como su subsecuente retorno al exilio mexicano. Pero en 1974, animado por vagas esperanzas de reconciliación, decidió regresar a su añorada Guatemala, donde fue capturado y vilmente asesinado por miembros incontrolados de las bandas paramilitares que asolaban el país. En su atroz irracionalidad, sus cobardes asesinos le torturaron hasta sacarle los ojos antes de darle muerte.
Además de las obras citadas en parágrafos anteriores, el humanista de Quezaltenango fue autor del libro de viajes Por el mundo nuevo (Ciudad de Guatemala: Ed. Saker-Tí, 1952) y de los ensayos Por un arte nacional, democrático y realista (Ciudad de Guatemala: Ed. Saker-Tí, 1953) y Preocupaciones (1967). Y, entre sus artículos más notables, cabe citar los titulados "Tesis e hipótesis" y "Apuntes para la historia del partido", ambos centrados en sus ideas y su experiencia política en el seno del PGT (Partido Guatemalteco del Trabajo), así como en otras concepciones generales sobre la teoría y la práctica revolucionarias, de inspiración marxista leninista en el país. Conviene recordar, asimismo, su interesante artículo de crítica literaria "La realidad Guatemalteca en la obra de Asturias", publicado en Revista de Guatemala (1960).

Bibliografía

  • CÁCERES, Carlos. Presencia y tiempo. Guatemala: ensayo biográfico sobre Huberto Alvarado (México: Impresora Aurora, 1987).
  • PALENCIA, Óscar Arturo. "Remembranza de Huberto Alvarado", en rev. Alero (Ciudad de Guatemala), 3ª época, nº 15 (1975), págs. 11-13.
  • "Homenaje a Raúl Leiva y Huberto Alvarado", en rev. Alero (Ciudad de Guatemala), 3ª época, nº 10 (1975), págs. 90-92.

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.
  • http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=alvarado-arellano-huberto

VICTOR MANUEL GUTIÉRREZ, LIDER HISTÓRICO DEL MAGISTERIO Y DE LA CLASE OBRERA EN GUATEMALA.

Víctor Manuel Gutiérrez
 
Víctor Manuel Gutiérrez Garbín, líder histórico del magisterio y la clase obrera en Guatemala. Maestro de profesión, se destacó por ser el más importante líder y dirigente obrero durante el período de la Revolución de Octubre, marco en el cual dirigió con sentido de clase y estratégico la primera e histórica Confederación General de Trabajadores de Guatemala y se incorpora a las filas del Partido Comunista de Guatemala (PCG), siendo electo en el Segundo Congreso como miembro del Comité Central del ahora denominado Partido Guatemalteco del Trabajo (1952), año en el que también fue electo por voto popular como diputado al Congreso Nacional. Como parte de la persecución, secuestro, tortura y ejecuciones extrajudiciales de las cuales fue objeto la dirigencia y militancia del PGT a raíz de la invasión estadounidense a Guatemala en 1954, con complicidad de la oligarquía y la jerarquía de la iglesia católica, en febrero de 1963 fue capturado y, contrario a los planes de las fuerzas represivas del Estado, fue entregado a un juzgado de instancia criminal, lo que le salvó la vida. No obstante, el 3 de marzo de 1966 fue nuevamente apresado y después de ser torturado le dieron muerte el 6 de marzo del mismo año. Durante dicho año también fueron secuestrados y asesinados Leonardo Castillo Flores, alto dirigente del PGT, Carlos Barrios, Enrique Chacón y Mauricio García integrantes de la Juventud Patriótica del Trabajo (juventud comunista). En estos hechos participa activamente el gobierno de los Estados Unidos.

IRMA CHAVEZ Y BERNARDO ALVARADO MONZÓN

Bernardo Alvarado Monzón dirigente comunista capturado desaparecido el 26 de septiembre de 1972 por fuerzas de seguridad del Estado.En la fotografía junto a su esposa, la dirigente comunista Irma Chávez "Chicoca" una de las fundadoras de la Alianza Femenina de Guatemala, fallecida en 1997. "Bernardo Alvarado Monzón fue el Secretario General de Partido Guatemalteco del Trabajo durante 18 años. Asumió el cargo en 1954 a la renuncia de dicho puesto por parte de José Manuel Fortuny. Al lado de su esposa, Irma Chávez de Alvarado “Chicoca”, mantuvo una indoblegable lucha contra la dictadura militar y el orden reaccionario impuesto con el derrocamiento de Arbenz" (Figueroa Ibarra). Foto de archivo familiar publicada en La Cuerda No 140 diciembre 2010.
http://www.phottic.com/es/photo/LgmNVRaB

DESAPARICIÓN FORZADA DE MIEMBROS DEL COMITÉ CENTRAL DEL PGT

El 26 de septiembre de 1972, durante el gobierno del general Carlos Arana (El Chacal de Oriente), miembros de la Policía Judicial capturaron a las 9 de la mañana, en una casa ubicada en la zona siete capitalina a Bernardo Alvarado Monzón, Mario Silva Jonama, Hugo Barrios Klée, Carlos René Valle y Valle, Carlos Alvarado Jerez y Miguel Hernández y Hernández, integrantes todos de la Comisión Política del Comité Central del Partido Guatemalteco del Trabajo, En esa casa también se encontraban Fantina Rodríguez y Rodríguez, cuadro del PGT y una empleada de nombre Natividad Franco. “A partir del momento de su captura lo que se sabe es que los mantuvieron por varios días en las ergástulas de la Policía Judicial y que de allí fueron sacados por miembros del Ejército. Después ya nada se supo de ellos” (Ricardo Rosales R.)
http://www.phottic.com/es/photo/QgkKPygb

domingo, 25 de septiembre de 2016

CONSULTA COMUNITARIA IXCAN





CONSULTA COMUNITARIA IXCAN

20 de abril de 2007 se realizó la Consulta Comunitaria de Buena Fe, Por la Vida, la Tierra y la Dignidad en el municipio de Ixcan, el Quiché, donde la población dijo NO a la construcción de hidroeléctrica Xalalá.

HOMENAJE A MAURO CALANCHINA





HOMENAJE A NUESTRO CAMARADA MAURO CALANCHINA, quién falleció en Suiza, el 26 de septiembre del 2008, dejándonos un recuerdo inolvidable de su personalidad revolucionaria y solidaria con la causa del pueblo.



 PROHIBIDO OLVIDAR - MAURO CALANCHINA 

Mauro Calanchina Poncini y el settebello


Los fotógrafos son seres extraños. Ven en cada paisaje una fotografía. No tienen paz. Piensan en ángulos, en la luz (y en las sombras), en el enfoque, los tipos de lente, el color. Y además, por si lo anterior no fuera suficiente: son terriblemente perfeccionistas, los grandes amantes del detalle. Así era Mauro Calanchina, el ciudadano suizo que, en 1972, a sus 20 años, llegó a Guatemala, el país que adoptó como suyo. “Aquí todo tiene sentido; en Suiza todo está hecho”, repetía para explicar porqué él estaba en Guatemala.

El fotógrafo de una época. Si me preguntaran ¿quién fue Mauro? A bote pronto diría que él fue el fotógrafo de la edad de oro de las luchas sociales en Guatemala, cuando muchos pensaron que ahora sí iba a ser posible mover (tan solo unos milímetros, quizá) el curso de nuestra historia. ¿Qué hizo grande a este tiempo? Que la gente salió a las calles a exigir una vida mejor; y se atrevió a hacerlo muy a pesar del implacable terror del Estado.
Las lentes de su cámara fueron testigos del ascenso del ciclo de movilización y la caída, brutal, donde quedaron atrapadas las vidas de miles de guatemaltecos, víctimas del terror, y los sobrevivientes y sus familiares. La nuestra fue una tragedia de grandes proporciones de la que apenas se ha escrito el prólogo. Sus fotos condensan grandes historias de concentraciones, marchas, retratos de gente, funerales que se convertían en manifestaciones. En aquel tiempo –además del miedo– los fotoperiodistas que trabajaban para los diferentes periódicos sabían que –aunque tomaran fotografías– estas nunca llegarían a ser publicadas. Mauro tuvo el valor de estar allí y de publicar sus fotos.
Las fotos de Mauro son imágenes de un pasado que siempre que las miro me interpela. Pareciera como si las mujeres de la foto del CUC (el Comité de Unidad Campesina) en 1980, van reanudar su caminar, a quitarse la pañoleta, y, clavando su mirada en la mía, fueran a decirme: ¿y qué? ¿qué pasó? ¿se dejaron arrebatar sus sueños de un país digno para todos? Uhmm ¡malaya!
Desde Alero, la revista de la Universidad de San Carlos, Mauro llevó adelante una renovación en los estilos del diseño gráfico, las formas de la propaganda, el empleo de la fotografía –siempre en blanco y negro– de alto contraste, los afiches, la innovación en la edición editorial. Desde allí se hizo amigo de aquella generación del secretariado de Oliverio, en 1978. Y junto a Ramírez Amaya y a Roberto Cabrera, con quienes coincidió, hicieron un arte rebelde, contestatario.
Mauro también llevó su arte a los murales de la Universidad. Utilizando un retroproyector, él llevó un nuevo estilo de muralismo, donde cualquiera podía pintar. Hecho a finales de 1978, así fue como se hizo el mural que se halla frente a la sede de la AEU (la Asociación de Estudiantes Universitarios “Oliverio Castañeda de León”), la icónica fotografía del clavel rojo, para algunos la obra maestra de Mauro1.
Su archivo fotográfico se conserva hoy porque Miguel Ángel Sagone, su amigo, lo resguardó por un tiempo, en San José, Costa Rica, y en Ciudad de México. Pero otra parte de ese archivo fue secuestrado, en diciembre de 1985, por las fuerzas de seguridad del Estado de Guatemala.
El militante comunista. Claro, Mauro era un comunista, un militante del PGT (el Partido Guatemalteco del Trabajo), a donde ingresó en 1978. Y en 1981 y 1982, cuando la muerte asolaba las calles de la Ciudad de Guatemala en esos carros sin placas que tragaban y trituraban gente, Mauro continuó, pero se hizo clandestino. Y así fue como Verdad, el periódico del PGT siguió siendo diagramado por Mauro y por un pequeño equipo de militantes.
A principios de 1985, Mauro puso un estudio fotográfico. El estudio estaba ubicado en esa calle que, de la séptima avenida y el Súper 24 de la zona 4, lleva a cuatro grados norte, por donde –hasta en los años noventa– estaba el gimnasio de tae kwon do Dragón Azul. El estudio era en realidad la pantalla de la imprenta del PGT, donde se hacían pasaportes, cédulas, licencias de conducir, y todo tipo de materiales fotográficos, se microfilmaban documentos, se hacía propaganda, lo que fuera. Días antes que el Ejército desmantelara el estudio, en diciembre de 1985, un antiguo militante de varias organizaciones de la insurgencia pero que, desde ese mismo año, tras ser capturado, empezó a trabajar para el Ejército, pasó por el lugar y, para su sorpresa, allí estaba Mauro. Allí también secuestraron al asistente de Mauro en el estudio, un joven militante comunista. En diciembre de ese mismo año, uno de los escuadrones de la muerte del Ejército de Guatemala secuestró, en su casa de la zona 5, a Víctor Fortuny y a su compañera, Silvia Gálvez. Víctor era el responsable del trabajo urbano del PGT y Silvia, la fundadora de UNAMG (la Unión Nacional de Mujeres de Guatemala), era un cuadro muy importante para la organización. Junto a Mauro y a otra militante, ellos cuatro hacían una célula.
El exiliado. Y entonces, en ese diciembre de 1985, mientras los políticos celebraban la llegada de la democracia, la muerte se había acercado más de lo suficiente a Mauro. Era el momento de salir para Ciudad de México. Allí vivió en una vecindad que albergaba unos cuarenta departamentos; y, para ganarse la vida, se dedicó a arreglar radios, televisores, planchas, máquinas de escribir, grabadoras, tocadiscos, limpiar cámaras fotográficas, lo que fuera. Lo único que se demoraba más de la cuenta en salir de aquel pequeño taller improvisado en la pequeña mesa de comedor eran las reparaciones de televisores; lo necesario, para ellos poder ver tele por unos cuantos días.
Su primer año en Ciudad de México no fue nada fácil. Además de no tener en que caerse muerto y de estar en un país extraño, el partido se hallaba en una situación de perplejidad y parálisis. Pero lo más duro era ver cómo el partido no hacía nada por denunciar la desaparición de muchos militantes, amigos y compañeros.
Fue en Ciudad de México donde Mauro, el profesional de la fotografía y el diseño, alcanzó altos brillos. Fue Jefe del Departamento de Diseño de Páginas Web de la SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales), y él diseñó la página web de la institución (sus fotos hicieron parte de aquel sitio web); fue Subdirector de la Subdirección de Apoyo Editorial de la Dirección de Materiales Educativos de la SEP (la Secretaría de Educación Pública), donde diseñó y estuvo al cuidado de la edición de los libros y los planes y programas de estudio de primaria y secundaria (sus fotos también ilustraban los libros de texto, esos que el Estado regalaba a los niños); y fue coordinador del área de diseño en computadora de la Dirección Editorial de la Universidad Pedagógica Nacional.
El exiliado que regresa. En 1998 regresó a Guatemala, a hacer lo que sabía hacer, hacer diseños, tomar fotografías, preparar publicaciones, hacer afiches, y hacer sitios web. A pesar de haber desarrollado una sólida carrera profesional en Ciudad de México, no dudó cuando las posibilidades de regresar a Guatemala volvieron a abrirse.
Una tradición familiar. Mauro era la síntesis de su mamá, Anna Poncini, una linotipista del Giornale del Popolo, el periódico de Lugano, donde nació; y de su papá, Orestes Calanchina, un milusos, un hombre campesino, carpintero, que sabía hacer casas, mesas, sillas, muebles, y que reparaba lo que fuera.
Mauro fue siempre un hombre rebelde. Nacido en Suiza, sí, pero nunca le gustaron los relojes, ni los bancos, mucho menos la disciplina o los horarios. En lugar de eso Mauro era un ave nocturna. Su jornada laboral empezaba por las tardes, pero era, ya entrada la noche, y de madrugada, cuando, entre cafés, cigarrillos, y ese ver fijamente la pantalla de la computadora, a través de sus lentes (graduación 175), que la pasión por ese arte de hacer diseños llegaba a su clímax. Mauro sabía lo que era irse a la cama, cansado, de mañana, con la satisfacción de haber terminado un trabajo bien hecho.
Un fin de semana perfecto para Mauro estaba dedicado a hacer un churrasco, con su familia. Todo empezaba empleando una técnica muy conocida para avivar el fuego: usar el secador de pelo. Carne asada que se come con tortilla, y guacamole, escuchando a Pink Floyd, Jimmy Hendrix, Santana, trova, música andina, ver un partido del Milán, su equipo en el calcio, la Liga italiana. Aparte estaba la celebración del cumpleaños de Ximena, su compañera, los 15 de mayo, cuando, durante dos días Mauro se dedicaba a preparar lasaña –desde la masa y las salsas.
Cuando se juntaban con los exiliados en Ciudad de México, Mauro les cantaba a los niños Érase una vez de Paco Ibáñez: esa que habla de un lobito bueno, de una bruja hermosa, y del pirata honrado. Una lección contra los estereotipos que hacen la vida. http://bit.ly/2cJu91R
Con su familia y amigos le gustaba jugar a la escoba italiana, un juego de cartas en el que él no apostaba dinero. Y en ese juego la carta principal es el 7 de oros, el settebello. Esa fue la carta que Mauro se llevó, en el bolsillo de su camisa, el día que murió.
***
Mauro logró escapar, cuando la represión, a la más grande cacería de hombres que ha tenido lugar en la historia de Guatemala; y a su regreso, desde 1998, se rio de las elites del partido, ignorando sus estúpidas batallas, porque él siempre trabajó para todos; pero, sin saberlo, otro adversario, más peligroso, avanzaba adentro de sus células. Y contra este adversario, el cáncer, sí que ya no pudo más. Mauro murió el 26 de septiembre de 2008. Unas de sus últimas palabras, para Ximena, su compañera, fueron: nunca dejes de seguir
buscando a Silvia y a Víctor.
Hasta siempre Mauro. Ya no estás, pero nos quedaron tus fotos, para recordarnos de dónde venimos y que no podemos decir que no se pudo, que no pudimos luchar por esa Guatemala con dignidad, en la que quepamos todos.
***
Aquí pueden pasar a ver algo de sus fotografías: Prensa Comunitaria: “Memoria histórica: la Huelga de Dolores y la fotografía de Mauro Calanchina”. http://bit.ly/2dq05wg Prensa Comunitaria: “Conmemoración del día del estudiante universitario”. http://bit.ly/2d6ENDa H.I.J.O.S. Guatemala: “Muralismo en la USAC: con fotografía de Mauro Calanchina http://bit.ly/2dg8qz8 “El eco del dolor de mucha gente”: http://bit.ly/2d6GFM9. Los documentales: “Homenaje a Mauro Calanchina” de la Asociación Comunicarte: http://bit.ly/2cJpGw4; y otro más: “En memoria de Mauro Calanchina” http://bit.ly/2daRiyH

  1. Sobre la fotografía en que se basa el mural, ver: “El clavel rojo: atributo del mártir revolucionario guatemalteco”, de Erika González León y Juan Carlos Vásquez Medeles, Latinoamérica, 58 (2014): 145-79. http://bit.ly/2ddHIqJ
  2. http://m.elperiodico.com.gt/2016/09/25/domingo/mauro-calanchina-poncini-y-el-settebello/

jueves, 22 de septiembre de 2016

GUATEMALA: PRESIDENTE AL VACÍO



ELMER VELÁSQUEZ

Un gobierno de pactos sociales es la opción.


Ya antes de los vaivenes del júnior y hermano, los analistas presagiaban lo peor para el gobierno actual, escuché de cábalas sobre cuándo caería. Esto me recordó los primeros dos años de Álvaro Colom, presidente que pese a tener partido de respaldo relativamente fuerte, innumerables sectores sociales le apostaban a la caída –otros trabajaban afanosamente para ello– la crisis Rosenberg, selló en ese momento, a juicio de los agoreros, la suerte Álvaro Colom. Va para afuera. No se les cumplió. Álvaro tenía otras condiciones: bancada en el Congreso, operadores políticos capaces en la tarea y militantes de su proyecto político: imbuidos de su razón histórica; y una base popular, cooptada vía transferencias condicionadas, dispuesta a manifestar. Álvaro, tenía, “pedigrí” y recorrido político, muchas horas de vuelo. El presidente Morales tiene muy poco de todo aquello.
Para empezar tiene una bancada, ajustada con especímenes poco presentables. Se dice de ellos, que son capaces de traicionarse a sí mismos. No tienen ideario alguno. Son, una rémora del pasado y la última cohorte del mal. Es decir, en el Congreso, Jimmy, está despoblado. El Gabinete Ministerial, parece una amalgama entre oportunismo e ineptitud, que no ha logrado lanzar una sola propuesta, que valga la pena, salud y finanzas, parece que marcarán diferencia. El resto asemeja una especie de tropa loca. Del partido político de Morales Cabrera, no sale ni ideología, ni propuesta, menos cantera de cuadros. Parece un Comité Cívico, que pasadas las elecciones debe desaparecer. Es decir, que Morales Cabrera, está políticamente solo. Su equipo se reduce a Jafeth Cabrera y un pequeño círculo que, trata de sacar la tarea. Una ventaja de Morales Cabrera, es el apoyo del venerado Señor de Esquipulas de la zona 10, incluso del que vive en Washington, este último hasta nos felicitó en el cumpleaños patrio. Más
cariño imposible.
Para donde voltee Morales Cabrera encuentra soledad, movimientos de silla, sonido de cascabeles; extorsiones de la mara de la novena. La única tabla de salvación probable, es articular pactos sociales, al margen de Ministros, lacayos, rosca militar y mara novena. Se trata de pactos con la sociedad organizada: ya en lo fiscal, desarrollo rural, reforma electoral, constitucional. El modelo educativo y de salud. Un pacto por la ampliación democrática. Rehacer este país no pasa por los políticos de armadura corrupta. Morales Cabrera, decide. O va a la alianza con la sociedad o da un paso al lado y deja que los Movimientos Sociales recompongan a empujones esta sociedad.
http://elperiodico.com.gt/2016/09/22/opinion/presidente-al-vacio/