jueves, 26 de marzo de 2020

GUATEMALA: LA SOLIDARIDAD A PRUEBA

La solidaridad a prueba
Son momentos de unidad nacional, de sacrificar tiempo y recursos, y de tenderle la mano a quien más lo necesita.

Por: Miguel Ángel Albizures
En estos duros momentos para la población de escasos recursos, para quienes viven del día a día y se las ingenian para sobrevivir y ayudar a su familia, uno quisiera escribir de los excelentes planes gubernamentales y de la solidaridad sin límites de las familias que todo lo tienen, que se han enriquecido con el esfuerzo de los trabajadores del campo y de la ciudad, de las fábricas y las grandes fincas de café, caña de azúcar, banano, cardamomo o palma africana o los dueños de esos grandes centros comerciales, que están en todas partes, pero no se puede, la solidaridad no se ve, no se palpa, no llega. Sé que no se puede generalizar, hay quienes tienen el corazón en la mano y dan, no lo que pueden, sino algo para aliviar la crisis, pero desgraciadamente son los menos, mientras que otros plantean sus necesidades: Rebaja de impuestos, no pago de la cuota al IGSS, el Irtra e Intecap o pagar por pushos el Bono 14, suspensiones sin goce de salario y más adelante plantearán no pagar indemnizaciones a quienes despidan o el atraso del aguinaldo anual. Cualquier cosa puede suceder si la crisis se prolonga.

Como dice el refrán popular, en las crisis “unos en la pena y los empresarios en la pepena” y eso no es raro, sucedió en 1996 cuando el terremoto, los despidos y la destrucción de sindicatos no se hizo esperar, pues para los empresarios lo importante era aprovechar el momento de desmovilización y llevar agua a su molino, poco o nada les importó que muchos trabajadores durmieran a la intemperie o estuvieran sacando a sus familiares de los escombros. Hoy las condiciones para ellos están dadas, el pueblo preocupado por los efectos de la pandemia y ellos de sus ganancias. Los trabajadores esforzándose para llegar a tiempo a su trabajo y ellos tomando nota, a través de sus jefes de personal, para justificar las suspensiones sin goce de salario o los despidos “justificados” por ausencia o llegadas tarde.

Imagínese usted que, según el presidente de la Cámara de Comercio,  están perdiendo mil millones de quetzales diarios. ¿Usted sabe lo qué es eso? En treinta días serían treinta mil millones de quetzales, o sea que sus ganancias el año anterior fue una suma exorbitante y ahora dicen que no tienen para pagar salarios e impuestos y por eso piden cacao al Presidente y al Congreso. Y como está visto, el Presidente está presto a servirles y el Congreso igual, pues si no, se atienen a las consecuencias por desobedecer las órdenes de quienes siempre han mandado en Guatemala.

Quien sabe en qué estaban pensando los directivos del IGSS, pues hoy más que nunca necesitan de ese aporte empresarial para mantener y extender el servicio, y dotarse de medicinas para atender a sus afiliados. A los trabajadores se les descontará y no sería raro que los patronos incumplan con pasar de inmediato esa cuota y se les niegue el servicio. Son momentos de unidad nacional, de sacrificar tiempo y recursos, y de tenderle la mano a quien más lo necesita, que es la mayoría de la población, y ojalá el virus no se extienda al agro, porque las muertes serían incalculables, y ojalá logremos en el futuro cercano, como fruto del dolor y la muerte,  construir un país más solidario.
https://elperiodico.com.gt/opinion/2020/03/26/negacionismo-ante-la-pandemia/

martes, 24 de marzo de 2020

EN MEMORIA DEL POETA OTTO RENÉ CASTILLO, PROHIBIDO OLVIDAR

OTTO RENE CASTILLO ¡VIVE!. PROHIBIDO OLVIDAR

La tortura duró 5 días. El 23 de marzo, junto con 13 campesinos colaboradores de la guerrilla, fueron fusilados y luego sus cuerpos quemados.


Distante De Tu Rostro (fragmento)de Otto Rene Castillo
Así es la vida de los pueblos, amarga y dulce,
pero su lucha lo resuelve todo humanamente.
Por ello patria, van a nacerte madrugadas,
cuando el hombre revise luminosamente su pasado.
Por ello patria,
cuando digo tu nombre se rebela mi grito
y el viento se escapa de ser viento.
Los ríos se salen de su curso meditando
y vienen en manifestación para abrazarte.
Los mares conjugan en sus olas y horizontes
tu nombre herido de palabras azules, limpio,
pata lavarte hasta el grito acantilado del pueblo,
donde nadan los peces con aletas de auroras.
La lucha del hombre te redime en la vida.
Patria, pequeña, hombre y tierra y libertad
cargando la esperanza por los caminos del alba.
Eres la antigua madre del dolor y el sufrimiento.
La que marcha con un niño de maíz entre los brazos.
La que inventa huracanes de amor y cerezales
y se da redonda sobre la faz del mundo
para que todos amen un poco de su nombre:
un pedazo brutal de sus montañas
o la heroica mano de sus hijos guerrilleros.
Pequeña patria, dulce tormenta mía,
canto ubicado en mi garganta
desde los siglos del maíz rebelde:
tengo mil años de llevar tu nombre
como un pequeño corazón futuro

cuyas alas  comienzan a abrirse a la mañana.


Otto René Castillo nació en la ciudad de Quetzaltenango, Guatemala, en 1936. En 1954, a la edad de 18 años, es exiliado a El Salvador por su oposición al golpe de estado contra Jacobo Arbenz perpetrado por la CIA y tropas mercenarias. En 1958 regresó a Guatemala. Entró a la Universidad de San Carlos a estudiar leyes. Obtuvo una beca para hacer estudios en la antigua República Democrática Alemana. En 1959 inició sus estudios en Letras en Leipzig, Alemania, abandonándolos 3 años después para ingresar a la Brigada Joris Ivens, grupo de cineastas, para la filmación de cortometrajes sobre la lucha armada de liberación de los pueblos latinoamericanos.
Regresó a Guatemala en 1964, compartiendo la militancia política con las actividades culturales. Dirigió el teatro Experimental de la Municipalidad de Guatemala. En 1965 es capturado y mandado al exilio, pero las organizaciones revolucionarias lo nombraron representante de Guatemala en el Comité Organizador del Festival Mundial de la Juventud en Argelia.  Así, recorre Alemania, Austria, Hungría, Chipre, Argelia y Cuba, donde permaneció algunos meses.

En 1966 regresó clandestinamente a su país para incorporarse a las guerrillas de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR) comandadas por César Montes donde es nombrado responsable de Propaganda del Regional Oriental y responsable de Educación del Frente Edgar Ibarra. El 19 de marzo de 1967 fue herido en combate y capturado por las fuerzas antiguerrilleras del gobierno, y conducido junto con Nora Paiz a la base militar de Zacapa. Ambos recibieron terribles torturas a manos de un capitán del ejército guatemalteco:

NORA PAIZ

 "Con una gillette asegurada en una varita de bambú, atado de pies y manos, le cortaban la cara a cada frase que le decían (basándose en el poema Vámonos patria a caminar: Yo me quedaré ciego para que tengas ojos, Yo me quedaré sin voz para que tú cantes). Le gillettearon los ojos, la boca, las mejillas, los brazos y el cuello. Se supo en Guatemala que este ombre -sin h-, se ufanaba contando su hazaña."

La tortura duró 5 días. El 23 de marzo, junto con 13 campesinos colaboradores de la guerrilla, fueron fusilados y luego sus cuerpos quemados.
Otto René obtuvo el premio Centroamericano de poesía en 1955, el premio Autónomo en 1956 y el premio "Filadelfio Salazar" en 1958, ambos de la Universidad de San Carlos de Guatemala, y el premio Internacional de Poesía en Budapest otorgado por la Federación Mundial de Juventudes Democráticas en 1957. Su poema Vámonos patria a caminar, yo te acompaño, ocupa un lugar priviligeado en el imaginario guatemalteco, ya que durante la guerra civil, para los que resistían a los gobiernos militares, éste era como un himno contestatorio a la historia oficial.


ASOCIACIÓN COMUNICARTE 30 AÑOS 1990 - 2020
MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA

lunes, 23 de marzo de 2020

IMÁGENES ARCHIVO DE LA MEMORIA HISTÓRICA DE COMUNICARTE, EXHUMACIÓN SAN JOSÉ PACHÓ, LEMOA, QUICHÉ.

En esta fecha, como muchas otras, que nos trae no muy buenos recuerdos, vale la pena traer a la memoria una de las primeras exhumaciones de cementerios clandestinos que empezaron a realizarse en Guatemala a principios de los años 90. Para ello se conformó un Equipo Internacional de Antropología Forense, bajo la supervisión del Antropólogo Clayde Snow, pionero en el tema y formador de los profesionales que, poco tiempo después formarían el Equipo de Antropología Forense de Guatemala, hoy convertido en Fundación. Esta exhumación se realizó en San José Pachó, Lemoa, del Departamento del Quiché.
ARCHIVO DE LA MEMORIA HISTÓRICA DE COMUNICARTE, 30 AÑOS 1990 - 2020, CON LA CÁMARA EN LA MANO. 










HUGO ROLANDO MELGAR ¡PRESENTE! PROHIBIDO OLVIDAR


Hugo Rolando Melgar Melgar, fue asesinado el 24 de marzo de 1980 junto a Fernando Cruz, por el ejército y el gobierno de Romeo Lucas García, a pocas cuadras de su casa, cuando iba al trabajo. 
Fue miembro del PGT, abogado y catedrático de la USAC.

Hugo Rolando Melgar Melgar
Articulo de Ruth del Valle Cóbar 2018
https://gazeta.gt/hugo-rolando-melgar-melgar/

Hugo Rolando Melgar fue asesinado el 24 de marzo de 1980 junto a Fernando Cruz Juárez, su amigo que trabajaba como su chofer. Fernando era Q’eqchi’ y tenía 37 años.

Hugo Rolando era director del Departamento Jurídico de la Universidad de San Carlos, en la que se había graduado de abogado y notario. Al momento de ser asesinado tenía apenas 50 años.

Creció en una finca ganadera cerca de la ciudad de Guatemala, la cual fue vendida para que los hijos e hijas de la familia pudieran estudiar. Así llegaron a la ciudad capital. Hugo Rolando destacó por su excelencia académica, habiendo sido premiado por ello. Esa brillantez fue útil para desarrollar un pensamiento político en la experiencia de escuchar en la adolescencia a destacados estudiantes y catedráticos democráticos y revolucionarios, como Manuel Galich, los hermanos Chávez Castillo (Mario, Aída, Irma y Elena), Luz Méndez, los hermanos Silva Falla (Mario y Alejandro), Carlos Alvarado Jerez, los hermanos Villamar Contreras (Francisco, Tomas y Marco Antonio), Grace Smith, Elizabeth Escobar, José Luis Bocaletti, Oscar González Recinos, Humberto Véliz, Chita Ordóñez de Balcárcel, en tertulias cuyos anfitriones eran los hermanos Muralles Soto (Mélida, Elisa, Clemencia, Morelia, Marco Antonio, Alfonso y Mario) y su mamá, doña Josefita Soto, a quien más tarde dedicaría su tesis.

Hugo Rolando tenía 14 años cuando estalló la gesta revolucionaria de octubre de 1944, por lo que se integró a la Guardia Cívica para custodiar los edificios públicos en prevención de atentados de los escuadrones reaccionarios. La contrarrevolución de 1954 le sorprendió con apenas 24 años. Derivado de su participación revolucionaria, fue perseguido político desde entonces, con una activa participación estudiantil universitaria. El 25 de junio de 1956 fue herido de bala -junto a otras 33 personas- y encarcelado -junto a otras 130 personas- durante un homenaje a María Chinchilla, mártir de la gesta revolucionaria de 1944; en ese hecho fallecieron cinco estudiantes. A inicios de 1960 volvió a ser detenido junto a dirigentes sindicales de telégrafos. Después de las jornadas de marzo y abril de 1962 fue capturado nuevamente. Fue dirigente de la Asociación de Estudiantes Universitarios.
Aquí los muertos siguen vivos
Ya como profesional del derecho, asesoró a presos políticos y dirigentes sindicales, dirigió el Bufete Popular de la Universidad y amplió su cobertura, trabajando junto a eminentes laboralistas como Manolo Andrade Roca, Santiago López y Mario López Larrave, asesinados antes que él.

En 1978 recrudecieron las amenazas de muerte; varias autoridades universitarias salieron al exilio, como el rector de la USAC, Lic. Saúl Osorio Paz. Dichas amenazas se concretaron el 24 de marzo de 1980 cuando fue ametrallado, el mismo día que fue asesinado Monseñor Oscar Romero en San Salvador.

Escribió a su familia:

Ante los grandes problemas que confrontan los millones de oprimidos y desposeídos, es fundamental nuestra solidaridad, sin que sea obligado llegar al martirologio, sino basta con observar una actitud recta y honesta para con los demás e identificarse con las causas justas, que son las de las mayorías explotadas por el imperialismo y la burguesía nacional. El trabajo es el medio honrado de ganarse la vida y ese trabajo debe hacerse en forma responsable.
11 de Mayo 1962, saliendo de la cárcel, en medio de Roderico Segura Trujillo (izq,) y Arnulfo PArada Tobar (derecha)

Hugo Rolando era una persona comprometida con el pueblo, con la construcción de un país mejor, haciendo sus aportes desde las leyes, pero también reconociendo lo ilegítimas e injustas que pueden ser y que, por ello, hay que cambiarlas. Hugo Rolando nos dejó una herencia a las y los universitarios, que debemos honrar hoy y siempre. 
Ficha del cuerpo de detectives PN - AHPN
Ficha del departamento Judicial - AHPN
Sobre de la carta a entregar a su familia
Carta que se entrega a su familia el 24 de marzo 1980
Video a 35 años del asesinato de Hugo Rolando Melgar
 https://youtu.be/1TFR3-_9X7c

Video "Abuelo" A cuarenta años de su cobarde asesinato https://youtu.be/rGtDFnwELh8 

Fotos del blog de  http://emancipaproduccionesguate.blogspot.com/2015/03/35-aniversario-del-asesinato-de-hugo.

Ver también:  http://cartasamarcoantonio.blogspot.co.at/2012/03/normal-0-21-false-false-false-es-cr-x.html

http://elperiodico.com.gt/es/20150324/cartas/10319/24-de-marzo.htm

30 años Asociación COMUNICARTE 1990 - 2020 MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA


sábado, 21 de marzo de 2020

“Era tras la vida por lo que ibamos...” JULIO CÉSAR DEL VALLE CÓBAR ¡PRESENTE!

Julio Cesar del Valle

“Ahí donde la alegría y la capacidad de vivir están dentro de uno mismo”.

“Antes, a pesar de todo habían sueños, por suerte”. “La gente ahora ya
no se atreve a soñar, porque soñamos en aquel momento, porque
levantamos la voz y nos dieron penca, porque nos atrevimos a pensar y nos dieron penca.” Ruth del Valle

Julio César fue secuestrado el 22 de marzo de 1980, día de la elección del Rey Feo – en las festividades de la Huelga de Dolores–, y apareció esa misma noche torturado y asesinado. Lo secuestraron junto con dos compañeros Iván Alfonso Bravo Soto, de Medicina, y Marco Tulio Pereira Vásquez, de Ciencias Económicas, iban a ver la edición del “No Nos Tientes”. Según informaciones de la prensa, fueron agarrados al medio día. La familia del Valle Cóbar recibió una llamada alrededor de las 7 de la noche, donde les indicaban que había aparecido el carro con tres personas. 

Tomado del libro “Era tras la vida por lo que ibamos...” ODHAG
SEMBLANZA
JULIO CÉSAR DEL VALLE CÓBAR

Nombre del estudiante: Julio César del Valle Cóbar
Fecha de nacimiento: 6 de abril de 1958.
Fecha de la desaparición: 22 de marzo de 1980.
Ocupación: Estudiante y dirigente estudiantil.
Cargo dentro del movimiento: Presidente del Honorable Comité de Huelga de todos los Dolores y miembro del Grupo PRAXIS Centro de estudios: Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

Nombre de la persona entrevistadas: Ruth del Valle
Relación o parentesco con estudiante: Hermana.
Ocupación: Dirigente estudiantil de la época y, en
la actualidad activista de Derechos
Humanos.

CONTEXTO Y ANTECEDENTES (personales y generales)

LA GÉNESIS

Julio César del Valle Cóbar, nació el 6 de abril de 1958 en la Ciudad de Guatemala. El 22 de marzo de 1980 fue capturado, torturado y asesinado junto con Iván Alfonso Bravo Soto, estudiante de Medicina, y Marco Tulio Pereira Vásquez, estudiante de Ciencias Económicas. Ellos iban a ver la edición del “No nos tientes”, periódico de la Huelga de Dolores. En ese momento Julio César era estudiante del 5º. Semestre en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

Don José Cecilio del Valle Castillo y doña Dora Julia Cóbar Castillo eran sus padres. Él era el mayor de cuatro hermanos del matrimonio del Valle Cóbar. 

La familia siempre fue ampliada, vivían con ellos la abuela y una tía soltera, que había participado directamente en la crianza de los hijos; había una relación muy sólida como familia, quizá por eso no se desquebrajó cuando Julio César fue asesinado.

El padre había vivido los finales de la época revolucionaria, por lo que siempre en la sobremesa del almuerzo se hablaba de la revolución, pues don José Cecilio era un ferviente admirador del Dr. Juan José Arévalo.

Julio César procedía de una familia de clase media, de padres nacidos fuera de la ciudad, pero que se habían trasladado a la ciudad, los dos con profesión de nivel medio, Peritos Contadores, y la madre además era maestra.

Julio César –como todos sus hermanos– estudió la primaria en el Colegio Bella Guatemala, los básicos y diversificado en la Escuela Normal Central para Varones, siendo abanderado todo el tiempo. Finalmente pasó a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala, donde estudió hasta el 5to. Semestre. 

En los inicios de los años setentas, al momento en que Julio César ingresa a la Escuela Normal para estudiar su secundaria, se encontró con un ambiente de lucha porque empezaban las huelgas magisteriales, en las cuales se involucró desde el principio, pues por ser muy buen estudiante no se iba a conformar con cualquier cosa, era lógico que no se iba a conformar con el país que tenía, un país de miseria, un país de injusticia.

Ruth reflexiona, al hablar de la actividad político-estudiantil de su hermano: “Considero que esto es algo que a mi papá le ha costado asimilar, ya que fue él quien nos inculcó a todos ese espíritu democrático, por lo que de algún modo él sentía que tenía responsabilidad en lo que pasó, no de que lo hubieran matado, sino de que Julio César hubiera escogido ese camino.”

Algunas veces los hermanos del Valle Cóbar discutían con su papá cuando él les pedía que no se metieran a las luchas sociales, pues le decían que él les había inculcado eso y no podía esperar hijos mediocres, a lo que don José Cecilio protestaba, según recuerda Ruth, “Si yo sé que las cosas hay que cambiarlas, pero por qué tienen que ser mis hijos los que se metan.” No obstante ella afirma “yo siento que mi papá, en el fondo, asumía con orgullo la cuestión.”

Los esposos del Valle Cóbar inculcaron en sus hijos el hábito de la lectura  les compraban  enciclopedias. Julio César era el mayor de los cuatro hermanos, tres años mayor que Ruth, después vienen los otros dos hermanos con poca diferencia. Julio dirigía los juegos: “...jugábamos uno que le decíamos “el Huevo”, todos nos acurrucábamos y éramos un huevo, teníamos que pensar qué iba a salir de ese huevo, siendo en algún momento mitología griega (...) cada quien se inventaba que era uno de los dioses, por lo que teníamos que conocer la historia de cuál dios era, a qué se dedicaba, convirtiéndose en un juego muy intelectual.” Esto hizo que el grupo se introdujera muy fácilmente al mundo de la lectura y, de esa manera, conocer qué había pasado, más todo el estímulo del padre, obviamente ese espíritu democrático se filtró en Julio César.

Julio César tenía un liderazgo natural, que se combinaba con que era muy buen estudiante y fue abanderado toda la vida. Había sido Boy Scout, estaba en el equipo de Voley Ball de la Normal, tocaba saxofón en la banda de la Normal, había estudiado judo cuando era adolescente, ¡hacía de todo! Siendo una persona de las que se metían a todo, le facilitó que la gente lo viera como ejemplo.

Julio César entra en el 70 a la Normal y en el 74 fue Presidente de la Asociación de Estudiantes; luego de eso, al entrar a la Universidad, llega ya con un espíritu de mucha participación y va ocupando espacios de participación en el Grupo Praxis, al que se incorpora en la Facultad de Economía, que era parte de la Alianza de Grupos Universitarios FRENTE, donde asume un papel protagónico llegando a ser presidente del Honorable Comité de Huelga de Dolores a segundo año de su ingreso a la USAC.

Julio César era muy conocido y estaba ya bastante controlado por las fuerzas de seguridad, porque estando él en la secundaria, el 10 de marzo de 1976, después del terremoto, los estudiantes estaban trabajando en asentamientos –apoyando y organizando– y en el asentamiento “Niño Dormido”, por la colonia Bethania, la policía les hizo una emboscada. “Ellos estaban repartiendo propaganda pero empezaron a repartirla de afuera para adentro y el lugar es un caracol, es una espiral, cuando llegaron abajo –al centro del asentamiento– alguien le avisó a la policía, ésta los cercó y dieron muerte al estudiante de 4º. año de la Escuela de Comercio, Carlos Eduardo Alvarado Chuga e hirieron a Tania Palencia Prado. Capturaron a los otros compañeros entre ellos Rubén El Bombero, a Emma Molina Theissen y Julio César. A pesar que eran menores de edad se les trasladó directamente a la Granja Penal de Pavón”.

En esa ocasión la madre de Julio César, quien trabajaba como Tesorera del Organismo Judicial, realizó unos contactos con personal del organismo judicial y como una deferencia la ayudaron trayéndolo de Pavón cuando fue liberado por falta de pruebas, después de un mes de estar presos. Entonces la familia lo sacó para Costa Rica con el fin de proteger su vida, pero a los tres meses Julio estaba desesperado y decidió que regresaba al país, porque no quería seguir allí.

Este hecho seguramente llamó la atención de las fuerzas de seguridad sobre él, porque además continuó teniendo una participación muy activa. Siguió estudiando y se graduó en la Normal. Obtuvo un carro que llevaba a todos lados, era un Volskwagen escarabajo, “color amarillo semáforo escandaloso”. En esa época, poca gente del movimiento tenía carro, pero también “mi hermano era un tipo físicamente grandeno  pasaba   desapercibido”.

EL MOMENTO TRÁGICO DEL SECUESTRO, TORTURA Y MUERTE.

LA PASIÓN / EL MARTIRIO

Julio César fue secuestrado el 22 de marzo de 1980, día de la elección del Rey Feo –en las festividades de la Huelga de Dolores–, y apareció esa misma noche torturado y asesinado. Lo secuestraron junto con dos compañeros Iván Alfonso Bravo Soto, de Medicina, y Marco Tulio Pereira Vásquez, de Ciencias Económicas, iban a ver la edición del “No Nos Tientes”. Según informaciones de la prensa, fueron agarrados al medio día. La familia del Valle Cóbar recibió una llamada alrededor de las 7 de la noche, donde les indicaban que había aparecido el carro con tres personas. La familia nunca logró esclarecer lo sucedido “¡Por supuesto que con las fuerzas de seguridad era imposible esclarecer los hechos!” indicó Ruth.
Foto: Mauro Calanchina

Se especuló en la prensa que este hecho criminal era una reacción del Ejército de Guatemala por el asesinato del Coronel Máximo Zepeda Gómez, que había sucedido tres días antes, pues los hechores dejaron pintadas las siglas del PGT en el carro de este oficial. En esa época los estudiantes universitarios eran tildados de ser miembros del PGT.

Cuando agarraron a Julio César, Iván Alfonso y Marco Tulio, los responsables dejaron una manta en el carro de Julio (en el que se conducían al momento del secuestro) con unas pintas que decían “así morirán todos los del PGT”. Por esto se asocia que el secuestro de los jóvenes pudo ser una reacción del Ejército ante la muerte del Coronel Zepeda. Algunas personas dicen que salió gente del ejército de cacería para vengar la muerte del Coronel y encontró al grupo de estudiantes.

Cuando fue la muerte de Julio, Ruth estaba en la elección del rey feo. Su papá fue a la morgue cuando recibieron la llamada telefónica, luego ella llegó a la casa y se enteró de lo sucedido, yéndose para la morgue. Ella se fue a la morgue porque existía la probabilidad de que reconociera a los otros dos compañeros, lo cual fue así.

Al día siguiente llegaron los otros dos hermanos más pequeños de Julio y Ruth, quienes estaban en una excursión en el volcán, también a ellos les afectó muchísimo no haber estado en un momento tan duro para la familia.

Cuando fueron avisados de la muerte de Julio, la familia llamó a una familiar, quien apoyó sacando los libros de Julio César, porque la familia tenía la certeza de que iban a catear la casa, como siempre sucedía.
Foto: Mauro Calanchina

Doña Dora Julia fue el sostén de la familia en ese momento, porque don José Cecilio 
y los hermanos de Julio César estaban muy afectados. Ruth tuvo la responsabilidad de avisar sobre el hecho a todos los compañeros, porque conocía a los otros dos compañeros asesinados con Julio César. Ambos tenían a sus familias fuera de la ciudad y se temía que los enterraran como XX, por lo que se decidió avisar a los Decanos de las Facultades de Medicina y de Económicas (unidades en las que estudiaban) para que reclamaran los cadáveres.

El Doctor Rolando Castillo Montalvo, Decano de Medicina, fue a reconocer a Iván Alfonso, mientras Ruth le avisaba telefónicamente a los hermanos. Asimismo, Ruth encontró a un hermano de Marco Tulio Pereira que vivía en la ciudad.

En esa época era imposible realizar alguna gestión judicial para que se investigaran los hechos. Incluso, cuando la madre de Julio César quiso conseguir copia del acta de la autopsia, le dijeron que no la pidiera. Por ello no se presentó ninguna demanda. Tampoco se obtuvo mayor información, en una ocasión se dijo que había un chiclero que los había visto cuando los detuvieron en el centro, pero no se supo más.

CONSECUENCIAS FAMILIARES Y SOCIALES RESURRECCIÓN Y APOCALIPSIS

Este hecho fue muy difícil para la familia del Valle Cóbar, “... el día que enterramos a mi hermano mi papá amaneció con un derrame, además este crimen había significado la desintegración física de la familia.”

A la familia le cambió la vida, en ese momento los compañeros de la Universidad, independiente pero coincidentemente con sus papás, decidieron que Ruth se fuera de la casa. Así, fue a vivir con la ex esposa de don José Cecilio y uno de sus medios hermanos, familia con la que siempre habían mantenido comunicación. Este hecho la aisló físicamente de su familia y de sus hermanos, aunque su papá la pasaba viendo todas las mañanas, después de ir a dejar a su mamá al trabajo.

Ruth narra, respecto a este momento que le tocó vivir, “Este hecho sí nos distanció en algún sentido, por la distancia física, pero con la otra parte de la familia hubo una acogida enorme, y hay que decir que el núcleo del Valle Cóbar siempre fue visto como ejemplo de toda la familia, por todos lados siempre fuimos bien vistos, lo que nosotros hacíamos era lo que estaba bien, por lo que nadie nos condenó por lo que había pasado. Nosotros no tenemos la experiencia de los parientes que ya no le hablan a uno, que se distancian, que no quieren que llegues a la casa; al contrario, todo mundo quería ver a dónde me iba a ir, demostrando mucha solidaridad, tanto conmigo como con toda la familia.”

A los tres meses de estar fuera de la casa, Ruth consiguió un trabajo en la Universidad, ya que le era difícil estar sin salir, aunque sí cambió sus hábitos, dejó de ir a los mismos lugares y se ausentó de los espacios que tenía, lo que le permitió terminar su mandato en la Asociación de Estudiantes Universitarios –que había asumido el 22 de mayo de 1979–, a pesar de que a Julio César lo mataron en marzo de 1980. Ella era parte del primer secretariado de AEU que continúa después de la muerte de Oliverio, Secretario General asesinado en octubre de 1978.

Ruth continuó estudiando durante el año de 1980, todavía hizo el primer semestre de 1981, pero tuvo que dejar la Universidad a fines de del 81 cuando secuestraron a su amiga Emma. Después de vivir donde su hermano y en una casa de huéspedes, alquiló una casa con su amiga Lucrecia, a donde llegaba Emma –quien ahora vivía fuera de la ciudad–, ya que “a nosotras no sólo nos unía la relación que Emma y Julio mantuvieron, sino que a la vez habíamos estudiado juntas en Belén y organizamos la Asociación y la CEEM”, indica Ruth. Y con la familia había una afinidad muy grande. Ruth veía en Lucrecia la hermana mayor que no tenía “...además que todo el trabajo político lo hicimos juntas, nos involucramos al mismo tiempo”.

Emma Molina Theissen era novia de Julio César en el momento que fue asesinado, incluso para ese año tenían pensado casarse entre sus cumpleaños, ya que él cumplía años el 6 y ella el 17 abril.

REVISANDO EL ALBUM DE FOTOS FAMILIAR, RECORDANDO A JULIO CÉSAR

Julio César era el guía de sus hermanos, en cierta ocasión un sacerdote maya le dijo a Ruth que Julio César era un “alma vieja”. “Él era muy dulce, muy cariñoso, algo melcochoso, expresivo en su afecto con todo el mundo, no por ser hombre era distante”, indica Ruth. Ella también recuerda que incluso su papá y los tíos lo abrazaban. Julio era de pocas palabras, no platicaba mucho pero sus intervenciones eran muy sabias. Era muy reservado y de pocos amigos, pero la gente que lo trataba le tomaba mucho cariño y respeto, nunca se metía en pleitos, en chismes, nada de esas cosas.

A Julio César, además, le gustaba leer sobre historia, escuchar música clásica y boleros de Los Panchos. Era el único de los hermanos que fumaba, aunque no fumaba en la casa, no por que no supieran o no lo permitieran sus padres, sino por respeto. No tomaba, de repente algún trago social, siendo característico entre los hermanos. No era muy amiguero, sus grupos de interacción eran pequeños, pero quienes se hacían sus amigos lo eran por toda la vida.

Cuando se hizo el REMHI, la familia no quiso presentar el caso. Para la familia, tal vez en el año 1999 ó 2000 fue la primera vez que se sentaron a hablar del asunto, el nombre de Julio estaba “auto prohibido” en la casa. La foto de Julio no se puso en la sala, sino en el cuarto de la madre; no se hablaba del tema en absoluto, como una defensa ante lo doloroso de esas heridas.

Ruth comenta que cada vez que se sienta a hablar del hecho con su otro hermano, lloran, porque es muy difícil recordar sin dolor.

Ruth reflexiona “Definitivamente la gente deja vacíos, si bien es cierto nadie es imprescindible, la gente siempre deja vacíos, dejan tareas sin hacer, aunque siempre medio mundo las asume. En el ámbito universitario se asumieron las responsabilidades que Julio César tenía; sin embargo no era fácil, ya que nadie tenia el carácter que él tenía.”

Ruth compartió la siguiente anécdota: “Recuerdo una vez que estaban los compañeros haciendo una manta, pintando las caras de ellos en la Asociación y cuando estaban pintando la manta y no les salía (...) precisamente Jaime, un primo nuestro, lo primero que se le ocurrió decir fue que fueran a llamar a Julio César para que les fuera a pintar la manta, ya que él tenia mucha habilidad para el dibujo.” Esas eran cosas que nadie exteriorizaba, Jaime aún recuerda ¡Cómo lo voltearon a ver todos los compañeros!, porque todos pensaron que estaba haciendo esas bromitas negras. Jaime dice “...mirá, era auténtico, yo lo que pensaba era por qué el Canche no está aquí para ayudarnos a hacer las cosas ¿Dónde anda?”

Julio participaba en teatro estudiantil con el grupo “Nalga y Pantorrilla”, ahí también se sintió el vacío. Definitivamente él era una persona muy querida, y se sintió el vacío de la amistad, el vacío del cariño. El vacío afectivo realmente fue muy fuerte para el movimiento estudiantil, durante esos años. Durante el año 1980 no hubo día en que no se enterrara a alguien, cada día estaban matando a alguna persona, cuenta Ruth “...por ejemplo, el día que enterramos a Julio, recuerdo haber visto a Hugo Melgar el hijo de Hugo Rolando (quien estudiaba conmigo en medicina), ese día él me abrazó y me dijo –Saber en qué próximo entierro nos vemos–, sin saber que ese día mataban a su papá y fue a quien enterramos al día siguiente.” Esto muestra lo convulsionado de este período, que no permitió que el movimiento estudiantil y sus distintos grupos tuvieran un proceso de reflexión, mucho menos para tener duelos y de esa manera sentir los vacíos.

Ruth sigue narrando “En ese momento se nos acabaron las bromas, ‘la de la foto del afiche’, que consistía en que todos entregaban fotos, para cuando pasara algo ya se tenía la foto para el afiche.” Tanto Ruth del Valle como Fernando García bromeaban de cómo querían que fuera su afiche.

Estos acontecimientos no pudieron ser vistos con indiferencia, tal vez para algunos sectores de la sociedad ¡Puede ser! y es donde nace el famoso calificativo “En algo andaría metido”, el que quizás funciona con sindicalistas, con líderes, con adultos.
¡El problema de los estudiantes es que la mayoría eran jóvenes y muchos murieron adolescentes! siendo menores de edad, incluso; lo que genera un impacto en la sociedad, lo que sensibiliza simplemente por el hecho de que eran patojos.

“Luego cuando empieza el momento en que la gente se iba a la guerrilla y que murieron en la guerrilla, ya se convierte en otra la situación, saliendo ya las frases: –Son patojos que los agarraron de carne de cañón– o cualquier otra cosa. Pero en este caso eran estudiantes, eran jóvenes, además que en esa época se tenía dentro del movimiento una disciplina, tanto para el estudio como para el movimiento. Se demandaba que teníamos que ser buenos estudiantes para ser buenos dirigentes y así poder exigir de los demás estudiantes con fundamento, al punto de presionar para que ningún dirigente universitario perdiera las clases, pidiendo que si no podían asignarse los cinco cursos, se asignaran tres o cuatro pero que tenían que estar estudiando.” Indica Ruth.

Por ejemplo, Ruth cuenta que cada vez que encontraba gente jugando Ping Pong en la Asociación de Ciencia Política ¡Después de todo lo que había pasado! Llegaba a sacarlos casi “a sombrerazos” para que fueran a recibir clases.

La mayoría de los dirigentes siempre tuvieron buenos promedios y, por lo mismo, siempre eran pocos los estudiantes que no se graduaban. ¡No se diga en la secundaria! donde si se pierde un año lo sacan del instituto. “Por muy malos estudiantes que fueran, ya que sí había unos algo lentos o no muy bien dotados, todos ganaban. Esto los hacía ver realmente como unos patojos sanos, deportistas, no como ahora que muchos son mareros que la gente los ve en la calle y les tiene miedo. En es tiempo todos hacíamos deporte, yo recuerdo a Abel Domingo Soberanis, siempre andaba con su tablero de ajedrez o jugando Basquet Ball.”

En la Escuela de Vacaciones se daban clases, siendo la mayoría estudiantes de secundaria, pero eso no evitaba que se apoyara a los demás compañeros.

Por todo ello había un reconocimiento social, el hecho de que se describiera a esa generación como los “Muchachos”. Había gente que se acercaba para preguntar “¿Qué dicen los muchachos de tal cosa?” lo que implicaba todo un reconocimiento a estos jóvenes, Incluso catedráticos pedían su opinión, gente mucho mayor, porque de alguna manera, ya se veía que “los muchachos” eran los que estaban, en ese momento, defendiendo el país y los que estaban junto a los sindicatos, a los campesinos en esas movilizaciones que se hicieron.

Para la Resurrección

El movimiento estudiantil fue visto como blanco de la represión, por que ya existía una política contrainsurgente y ésta implicaba no sólo eliminar a las masas que podían ser un respaldo para la guerrilla, sino sobre todo al movimiento estudiantil y universitario en general, estudiantes, profesionales, trabajadores, etc. Fue visto como un enemigo porque de ahí salían las ideas. “Pero las ideas no las podían combatir con ideas, porque no tenían esa capacidad”, “como no podían combatir esas ideas, por eso mataron a tanta gente”.

El análisis político que se ha logrado hacer en Guatemala nos dice que por un lado eliminan en la ciudad todo el pensamiento y por otro lado el liderazgo popular. Al eliminar el liderazgo y el pensamiento no habría eco en la ciudad para cuando ellos empezaran a realizar las masacres en el campo, garantizándose que no existiría una voz que pudiera denunciar y solidarizarse con los campesinos. Como había sucedido años atrás con el acompañamiento y solidaridad a grupos de obreros y campesinos, en la marcha de los Mineros de San Ildefonso Ixtahuacán, Huehuetenango, marcha que constituyó un hito histórico, ya que movilizó a más de un millón de personas en solidaridad, así como el acompañamiento en la toma pacífica de la Embajada de España.

“Los efectos de la guerra están presentes, se perdieron generaciones de pensadores y soñadores. Además de eso, creo que ahora la juventud tiene muchos vacíos con relación a la de hace 20 años, ya que antes aún había un sueño, en donde todavía la gente quería soñar, no se daba por vencida.También la guerra de 36 años nos dejó con el espíritu quebrado, la gente ahora ya no se atreve a soñar”.

“La nueva generación de jóvenes está involucrándose en las maras, donde existe un alto nivel de descomposición social y de marginación, lo que también es parte de los efectos de la guerra. Sin embargo, desde la perspectiva de los que se han metido a tratar de ayudarlos, no se ha conocido la experiencia del pasado, el recuperar esa experiencia para vivir una nueva. Lo que no quiere decir repetir lo de antes, porque eso realmente no se puede. Pero sí construir sobre la base que ya existe, es mejor que construir sin base. Ya que eso implicaría hacerlo en la arena y allí, la primera marea alta se lo lleva. Entonces se hace más dramático, porque ellos no conocen el pasado, no les ha interesado conocerlo, creen que pueden hacer un movimiento apolítico, desde la perspectiva de los intereses de la juventud, pero sin identificar los intereses reales de la juventud.”

“Por lo que ni hay un mensaje de cambio, ya que al final cuando a esta juventud, que es el futuro del país, también le interesa qué va ser cuando se casen, de qué van a trabajar, si van a poder estudiar en la universidad, si tendrá que irse a trabajar al interior el que se gradúe de maestro o si va a pasar a vender hot-dog, por que no va a conseguir trabajo, aunque muy maestro sea, pero igual haciendo lo que sea, yo me imagino que eso también les interesa a los jóvenes ahora”.

“Actualmente el que ahora haya maras tiene mucho que ver, con la pérdida de la perspectiva, no encontrando donde orientar toda la capacidad, toda la creatividad humana, además es en la juventud donde está muy desarrollada”.

“Ahí donde la alegría y la capacidad de vivir están dentro de uno mismo”.

“Antes, a pesar de todo habían sueños, por suerte”. “La gente ahora ya
no se atreve a soñar, porque soñamos en aquel momento, porque
levantamos la voz y nos dieron penca, porque nos atrevimos a pensar y
nos dieron penca.”
http://www.odhag.org.gt/pdf/Era%20tras%20la%20vida.pdf

Fotos Archivo COMUNICARTE 30 AÑOS, Memoria, Verdad y Justicia 1990 - 2020