sábado, 31 de octubre de 2015

Un cuento de terror

IDUVINA HERNÁNDEZ

La cercanía del 31 de octubre pone de moda las películas y las historias de terror. Es la temporada y son solo eso, historias. Sin embargo, algunas veces estas pueden ser o estar basadas en hechos reales. Y esa bien podría ser la situación de los servicios de inteligencia civil dentro del Ministerio de Gobernación (Mingob)

Por ley, la Dirección General de Inteligencia Civil (Digici) y la Dirección General de Investigación Criminal (Digicri) fueron creadas con el fin de ayudar al Mingob a cumplir su misión de garantizar la seguridad ciudadana. La Digici habría de realizar análisis e investigaciones de orden general y de ámbitos que permitieran diseñar e impulsar políticas de seguridad. La Digicri habría de prepararse para aportar evidencia en procesos judiciales de orden penal y sustituir, en un futuro, a la Dirección de Investigación Criminal (Dicri), que depende del Ministerio Público (MP).

Por desgracia, ninguna de las funciones reales que les competen ha sido cumplida en letra y espíritu. El gobierno defenestrado de Otto Pérez Molina utilizó ambas dependencias para fines ajenos a su naturaleza. Al inicio, la Digici fue tratada como una especie de criatura preferida por sus homólogos estadounidenses, a tal grado que la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) donó equipo especial de escuchas telefónicas, un recurso que solo podría utilizarse en un método de investigación si y solo si había autorización judicial.

Algo que la Digici incumplió. De hecho, por órdenes del mismo Pérez Molina, la Digici realizó espionaje político. El equipo se utilizó para intercepciones telefónicas de aquellas personas a las que el ahora reo consideraba dirigentes del movimiento ciudadano de protestas que arrancó en abril. Líderes de partidos políticos opositores de verdad, autoridades de la Universidad de San Carlos (USAC) y dirigentes sociales, campesinos, de derechos humanos y del sector empresarial fueron ilegalmente escuchados por estos espías.

Tan grave fue el espionaje que la misma CIA retiró el equipo, temerosa de que se hiciera púbico el uso que se le dio. Sin embargo, Pérez Molina estaba obsesionado con saber qué sucedía y ordenó una asignación de tres millones de quetzales para la adquisición de otro equipo. La recién estrenada ministra Eunice Mendizábal decidió no ejecutar dicho gasto. No obstante, menos de 24 horas después de que ordenó detener la compra, el mismo Pérez Molina la conminó a ejecutarla. De esa manera, la Digici tuvo nuevo equipo y siguió con las orejas paradas por orden presidencial.

La Digicri, mientras tanto, se pasó escuchando a narcotraficantes identificados en el trasiego de cocaína. No para acumular evidencia que se pudiera utilizar en juicios penales. No. Más bien para extorsionar a los dueños de los cargamentos o, en el mejor de los casos, para sus tradicionales tumbes.
Como se ve, ambas entidades están muy, pero muy lejos de cumplir su misión y de apegarse a la ley en sus actividades. Merced al interés del expresidente, se usaron como recurso de espionaje político, y no como herramienta de apoyo en seguridad. Una muestra clara de que la lógica gubernamental sigue siendo ver desde la lupa de considerar a la ciudadanía, y en particular a la que protesta, como el enemigo interno.
No hay evidencias de que el gobierno de transición haya modificado esta conducta. 

Hay riesgos enormes de que el nuevo gobierno continúe dicha práctica en virtud de las figuras que rodean a Jimmy Morales. De ese modo, como mínimo, de oficio, la institución del Procurador de los Derechos Humanos (PDH) y el MP han de actuar a fin de establecer estos extremos y proceder a denunciar a los responsables. Igualmente deben advertir al nuevo gobierno que no se tolerarán actos ilegales de espionaje.
Como sociedad, empecemos por ejercer el derecho constitucional que nos faculta a conocer todo lo que sobre nosotras y nosotros consta en oficinas estatales. En este caso, ante la Digici y la Digicri, con base en la Ley de Acceso a Información Pública, requerir dichos datos.
http://www.plazapublica.com.gt/content/un-cuento-de-terror

viernes, 30 de octubre de 2015

¿Qué es un preso político?

Un preso político es cualquier persona detenida o encarcelada porque sus ideas o actividades políticas suponen una amenaza para el sistema político establecido.

En Guatemala hay más de 100 presas y presos políticos, encarcelados por defender la vida y el territorio de la amenaza de empresas extranjeras de minería, hidroeléctricas, petroleras o monocultivos.

Las y los presos políticos son personas como tu y como yo, campesinos, maestros, estudiantes, gente del pueblo que decidió tomarse en serio las estrofas de nuestro himno nacional. 

Si mañana tu suelo sagrado,
lo amenaza invasión extranjera

Nunca esquivan la ruda pelea,
si defienden su tierra y su hogar 

jueves, 29 de octubre de 2015

SAUL Y ROGELIO: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS (Mensaje de Cecilia Mèrida)


“…Y estas voces nos recuerdan que el centro del universo está en cada uno de nosotros, porque está en cada uno de los frutos que brotan en cada instante del tiempo y en cada lugarcito de la tierra. Y nos invitan a recrear el hilo roto de la vida, a sanar la violada dignidad de la naturaleza y a recuperar nuestra perdida plenitud.” (Eduardo Galeano) 

Este mensaje que deseo escribirles esta noche, sólo puede empezar diciendo Gracias a cada una de Ustedes compañeras, amigas; a cada uno de Ustedes compañeros, amigos, porque cada uno de nosotros hemos sido indispensables en el camino de la búsqueda y reclamo de la libertad para Saúl y Rogelio. Cometería una injusticia muy grande si tratará de nombrarlos a todos, porque seguramente olvidaría a alguien y no sería con intención, sino que simplemente han sido tantas personas quienes aportaron todo lo que en su momento se necesitó para aligerar la carga de injusticia que pesó sobre los compañeros y para agilizar que la Verdad y la Justicia prevaleciera.
A lo largo de estos dos años durante los cuales acompañamos a Saúl y Rogelio; Carmelina y Zenaida, hemos tejido una Red de Vida, una red de solidaridad, donde cada uno puso lo que estaba a su alcance, pero lo más extraordinario es que trascendimos ética, humana y políticamente con nuestra mirada estratégica, con nuestro accionar concreto y oportuno. Algunas acciones realizadas fueron abiertas y públicas, donde nos movilizamos y encontramos, pero muchísimas otras fueron constantes, desde nuestras organizaciones, espacios de trabajo, de convivencia cotidiana; las cuales necesitaron creatividad y tomar decisiones, fue desde ahí donde fluyó la energía para mantener viva la esperanza que se le transmitía a Saúl y Rogelio. Para levantarles el ánimo, para llevarles buenas noticias a la cárcel, para decirles que no importaba lo difícil que pareciera en ese momento su situación; que afuera habíamos muchísimas personas pensándolos y trabajando por ellos.
La sentencia absolutoria que dictó el día de ayer el Tribunal de Quetzaltenango, a favor de los compañeros, está sostenida en cada llamada de teléfono, en cada correo enviado, en cada demanda puesta, en cada respuesta afirmativa que recibimos de todos Ustedes, cada vez que pedimos o propusimos algo que pensamos y sentimos se necesitaba aquí en Huehuetenango, pero que sólo podía venir de los muchos lugares donde Ustedes se encuentran. ¿Qué hubiera sido de Saúl y Rogelio? Si Ustedes no hubieran dicho “Sí, déjanos ver, veamos que se puede hacer, danos tiempo para pensarlo.” No nos faltó nada de lo imprescindible para que los compañeros siempre se sintieran acompañados. Estoy convencida que resguardar la Dignidad de un Preso Político pasa por no abandonarlo nunca. Eso hicimos nosotros con Saúl y Rogelio, nunca los dejamos ni un momento solos.
Otra vez y como un aprendizaje humano, llenamos de luz, canto, colores y hasta alegría las descoloridas paredes de la cárcel, porque cada vez que entramos a ese espacio habitado por la desolación, la cárcel, portamos eso, el más alto sentido de Dignidad. Dimos la cara por los compañeros y eso también nos liberó un poco a cada uno de nosotros, porque aprendimos a amar más nuestra libertad.
El trabajo de los abogados, la persistencia de la palabra escrita de quienes escribimos, nuestras voces al aire en televisión, en radio, en documentales, nuestros análisis capaces de articular causas, efectos y de situar la violencia empresarial y gubernamental como parte de un modelo de desarrollo antihumano; así como el cantarle a la Vida y nuestra capacidad de movernos como un cardumen nos dieron la posibilidad de aportar a que terminará la grave injusticia cometida en contra de la Vida de Saúl y Rogelio; así que también nosotros ganamos, porque seguimos aprendiendo y corroborando que nuestra persistencia o el amor a la Vida siguen siendo la simiente de los cambios que todos deseamos ahora y para mañana.
Cómo no agradecer cada gesto de cariño que ayudó a llenar las manos de Saúl y Rogelio para que ellos tejieran en sus morrales, pulseras y floreros la palabra LIBERTAD. Confiando en que el Universo está hecho de energía, quiero creer que convocada tantas y tantas veces la Libertad se hizo posible a través de los Abogados Defensores, de cada uno de nosotros y de ellos mismos que nunca claudicaron.
Finalmente, estoy convencida que está relación armónica construida durante este tiempo, se logró gracias al respeto y reconocimiento mutuo que siempre existió, por el reconocimiento de que Carmelina y Zenaida, junto a Saúl y Rogelio, eran los que al final siempre tuvieron la última palabra en todas las decisiones que se tomaron.  Seguramente Ustedes tendrán muchos otros aprendizajes, espero que todo sirva para continuar abonando el camino hacia la libertad de los ocho compañeros que todavía están en la cárcel, injustamente.
 

Cecilia Mérida
Huehuetenango/Quetzaltenango

Guatemala: Comunicado "Es obligación del Estado proteger a quienes defienden Derechos Humanos"


En 2005, producto del asesinato de un defensor de derechos humanos, así como posterior persecución en contra de su familia y la denegación de justicia por parte del Estado guatemalteco, se inició un proceso frente al Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
Este proceso  culminó con la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en 2014 y que entre otra serie de medidas ordenadas a favor de la familia del defensor asesinado, ordena al Estado la realización de una Política Pública en materia de protección a Defensores y Defensoras de Derechos Humanos.1  

Es por ello que las organizaciones que conformamos la “Campaña Defender la Vida es un Derecho, #somos Defensoras y Defensores”, en el marco de la sentencia “Defensor de Derechos Humanos y otros”, señalamos que la medida ordenada en materia de la Garantía de No Repetición fue orientada para proteger a todos los defensores y defensoras de derechos humanos a solicitud de las víctimas y su familia.  A lo largo del último año, UDEFEGUA y la familia peticionaria del caso, han realizado gestiones ante  la Comisión Asesora al Ejecutivo en Materia de Derechos Humanos –COPREDEH- para que ésta asuma sus compromisos en materia de reparaciones, incluyendo la realización de la política pública en cuestión. 

Las peticionarias plantearon una ruta crítica para el desarrollo de la política pública y ante la falta de respuesta está desarrollando un proceso para dar los lineamientos técnicos para el desarrollo de ésta basados en la experiencia de los distintos programas y respuestas del Estado por parte del mayor número de defensores y defensoras de derechos humanos que han sido continuamente atacados.
De tal cuenta que, las organizaciones de la “Campaña Defender la Vida es un Derecho” manifiestan su respaldo a la demanda de la UDEFEGUA y familia peticionaria, de que el Estado guatemalteco, realice las acciones tendientes al cumplimiento de las sentencias de la Corte IDH, en particular la descrita anteriormente y reitera su plena disposición para acompañar el proceso de elaboración de la política pública.

A su vez las organizaciones parte de la  “Campaña Defender la Vida es un Derecho” recuerdan al Estado Guatemalteco que la realización de dicha política pública debe contener como mínimo:

a) la participación de defensores de derechos humanos, organizaciones de la sociedad civil y expertos en la elaboración de las normas que puedan regular un programa de protección al colectivo en cuestión;

b) el programa de protección debe abordar de forma integral e interinstitucional la problemática de acuerdo con el riesgo de cada situación y adoptar medidas de atención inmediata frente a denuncias de defensores y defensoras;

c) la creación de un modelo de análisis de riesgo que permita determinar adecuadamente el riesgo y las necesidades de protección de cada defensor o grupo;

d) la creación de un sistema de gestión de la información sobre la situación de prevención y protección de los defensores de derechos humanos”

Los miembros de la  Campaña reiteramos nuestro  compromiso en el aporte a la construcción de este importante instrumento para la protección y defensa del Derecho Humano a Defender Derechos Humanos y hacemos un llamado a COPREDEH para que lleve a cabo los esfuerzos necesarios para el impulso de este proceso.
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1 Ref. CDH 12, 775. Cumplimiento de la sentencia del Defensor y Otros vs. Guatemala.  Notificada el 28 de octubre de 2014.  Corte Interamericana de Derechos Humanos, San José, Costa Rica. 

De la mano dura al ciudadano puro.


Carlos Figueroa Ibarra.
El pueblo guatemalteco ha hablado a través de las urnas el pasado domingo 25 de octubre de 2015. Y resulta inequívoco su mandato: poco más del 67% de los electores se pronunciaron a favor de Jimmy Morales dejando en distante segundo lugar a Sandra Torres (32%). En el departamento de Guatemala que contiene al principal casco metropolitano, Morales ganó abrumadoramente con el 83% de los votos. En 2011, Otto Pérez Molina despertó entusiasmo similar aún cuando no tanto como el que ahora generó Morales: triunfó en segunda vuelta con 54% de los sufragios y en el departamento de Guatemala obtuvo el 66%. Hace cuatro años la ciudadanía guatemalteca se dejó llevar por la ilusión de la mano dura con la delincuencia. Hoy es arrastrada por la fantasía del ciudadano puro.

A la ciudadanía no le importó que haya sido evidente que Morales no cuenta con la experiencia y las capacidades para gobernar, que no llega a la presidencia con equipo sólido de gobierno, que no tiene programa gubernamental estructurado y que no cuenta con una bancada mayoritaria en el Congreso que haga viable su gestión. En lugar de eso buena parte de las manifestaciones de apoyo a Morales que he podido detectar en las redes sociales se sustentan en la fe: Jimmy contaría a su favor con la más poderosa de las armas, el poder de la oración y la ayuda de Dios. Con el mayor respeto a los creyentes: eso será insuficiente.

Desde mi perspectiva resulta aún más revelador de la conciencia ciudadana en Guatemala, el que le haya importado menos los intereses oscuros que se encuentran detrás del candidato victorioso. Para empezar el empresario de radio y televisión, Luis Rabbé y su hermano, el general retirado Alfredo Rabbé, quien es ubicado como cercano a la ultraderechista Fundación Contra el Terrorismo. Luego siguen connotados integrantes del ejército, un institución que se corrompió en el contexto de la guerra contrainsurgente. En primera línea el teniente coronel retirado y hoy diputado Edgar Ovalle, quien fuera jefe de la S2 en la base militar de Cobán en aquel tenebroso 1983. Hoy en esa base militar se han encontrado más de 500 osamentas de personas, buena parte de ellas desaparecidas forzosamente en aquel año. Ovalle al igual que los generales retirados José Luis Quilo Ayuso y Felipe Miranda Trejo, son conspicuos integrantes de la Asociación de Veteranos Militares de Guatemala (Avemilgua). Como los anteriores, otras figuras connotadas de la contrainsurgencia como el general Ricardo Bustamante, los coroneles César Cabrera Mejía y Mario Mérida son reputados partidarios de Morales. El círculo se completa con el apoyo de la cúspide empresarial que no pudo ser atraída por el vicepresidenciable de Torres, el azucarero Mario Leal.


La mayor parte de la ciudadanía que con sus movilizaciones despertaron la admiración del mundo, limitaron su indignación en la corrupción de la clase política. El triunfo de Jimmy Morales es la continuación de esas movilizaciones.
Idealizaciones aparte, he aquí el saldo de lo que se vivió durante cinco meses.

Las superheroínas guatemaltecas que burlaron la violencia de género

Foto: Las Poderosas visitan MadridLas Poderosas visitan Madrid
Las Poderosas son cinco mujeres que sufrieron la violencia más extrema y rehicieron su vida gracias al teatro. 'Naciendo' es el relato de su historia, la de su país y del descubrimiento del sexo.


Dicen que el teatro tiene muchos poderes terapéuticos, pero uno no alcanza a entender cuáles son hasta que no ve reírse a Adelma, Lesbia, Telma Ajin, Telma Sarceño y Magdalena. Ellas -y Rosa- son Las Poderosas.
El nombre no les puede ir mejor a estas mujeres de Guatemala que han sufrido la violencia de género más extrema, brutal y vergonzante. Lo cuentan tan descarnado como fue pero también con esperanza. La esperanza que les alimenta desde que fundaron lo que ellas mismas definen como grupo de teatro e investigación colectiva-orgasmo cantado. Ayer estrenaron en Nave 73 su segunda obra 'Naciendo'; hoy (11.00) se podrá ver en la AECID y el Teatro Buero Vallejo de Guadalajara, mañana en el Centro Cultural Galielo y hasta el 6 de noviembre en Sevilla y Granada.
Despojadas de sus máscaras de luchadoras mexicanas, que utilizan en las imágenes promocionales, conversar un rato con Las Poderosas es toda una lección de fortaleza y dignidad. "Mi brazo me llevó al CICAM [el centro donde recibían ayuda psicológica y legal donde fundaron el grupo tras participar en el documental 'Hoy puedo ser', de Marcos Canale]. Mi marido me quiso matar con una escopeta. Me apuntó al corazón, mi hijo jaló la escopeta y el balazo me traspasó el brazo. Gracias a eso estoy aquí hoy", recuerda Adelma el día de hace 12 años en el que perdió su brazo. Con una camisa blanca y una bonita falda estampada de flores rosas, hoy ríe estruendosamente moviendo su melena negra azabache, pero sobre todo sonríe con los ojos. 
La urgencia es el motor de creación de Las Poderosas y el teatro ha sido el canal que les ha permitido sanar y expresarse. En 'Naciendo' relatan el infierno de abusos, violaciones, intentos de asesinato o extorsiones que han sufrido al tiempo que recrean la historia de represión que ha vivido su país. Parece una obra oscura pero emite mucha luz. Ellas se han encontrado en el teatro y suben al escenario para gritar que se puede salir, que la vida merece la pena e incluso para exorcizar su pasado a base de orgasmos. Porque, sí, el sexo que varias de ellas conocieron ya en la cuarentena fue una parte esencial de su curación. 
"Me decía que no servía para nada ya estando buena con mis dos brazos. Cuando pasó sólo me decía 'cuta maldita' y que me fuera de la casa porque no servía para nada. Yo me lo creí. No lo denuncié porque me quería morir sin mi brazo y sentía que no servía para nada. Hasta que empezó a amenazar a mi hija y, por defenderla, al fin le denuncié. Llegué toda atemorizada al CICAM. La psicóloga se quedó asustada de todo lo que había vivido y yo le preguntaba'¿estoy loca, licenciada?' (risas), pero me dijo que no, que el loco era él. Ese día me llevaron a denunciar porque me seguía amenazando", cuenta con una entereza que emociona a quien la escucha.
Su marido fue condenado a 25 años de cárcel "inconmutables", dice sonriendo, por parricidio en grado de tentativa, gracias a la Ley de Feminicidio que entró en vigor en Guatemala en 2008. En su país la violencia de género está considerada una epidemia con una de las tasas más altas del mundo: dos mujeres son asesinadas cada día a manos de sus parejas, la tasa de feminicidios supera los nueve por cada 100.000 habitantes y, según datos del Programa de Protección Infantil, en 2013 asesinaron a 755 mujeres y más de 35.000 menores se quedaron embarazadas por violencia sexual. 
Esa fuerza de Adelma, en parte, sale de Las Poderosas. "El teatro me ayudó a sanarme y expresarme. Antes, cuando estaba contando mi historia, a veces me volvía todo a la mente y se me caían las lágrimas, pero ya no. Ahora me siento rebien. Cuando él estaba no era yo. Era una mujer triste, no reía por tanto maltrato y humillación. El teatro me hizo empezar a sentirme viva y contenta. Soy diferente", asegura. 
Telma Ajin confirma esa vitalidad de Adelma. "Lo más impactante es que ni te la imaginas ordeñando a una vaca, haciendo queso, cosiendo, planchando. Hace unas tortillas de maíz... Es digna de admirar", explica. "El teatro ha hecho maravillas con nosotras. Ha sido una motivación que nos ha hecho ver que se puede salir adelante". Ella se separó de su marido tras 13 años de convivencia y después de que dejara embarazada a una adolescente que trabajaba en su casa. La separación hizo mella en uno de sus cuatro hijos y en ella. "No quería que se fuera, era codependiente y tenía miedo a la soledad. Me mataba la soledad", relata. Tanto que un 23 de diciembre intentó suicidarse. 
El teatro ha hecho maravillas con nosotras. Ha sido una motivación que nos ha hecho ver que se puede salir adelante"En Las Poderosas ha sido donde he trabajado esto. Sentí que salía de un vaso de agua, me transformé: me corté el pelo, cambié de ropa y me di la oportunidad de vivir y volver a nacer, y a mis hijos de ir sanado junto a mí. El teatro para mi ha sido sanador", dice vestida de rojo pasión. Pero su historia no acaba aquí. Como cuenta en la obra de teatro, además de sufrir (aún) la extorsión de las maras en su país, a su madre la regalaron cuando ésta tenía siete años. Era maya queqhíe y no conoció la historia de su familia hasta que su madre ya era mayor. "Yo no sabía quién era. Mi mamá no sabía su nombre hasta los 40 años. De hecho, yo no llevo su apellido, pero ahora he recuperado quien soy".
La historia de Lesbia es otra de las que deja helado. Su padrastro abusó de ella cuando tenía seis años y el episodio quedó sepultado en el silencio hasta que empezaron a trabajar en esta obra de teatro. "Fue algo que marcó mi vida y de lo que nunca pude hablar. Siempre pensé que mi mamá no me quería porque en vez de sacarle a él de la casa, que era el abusador, me sacó a mi con mi abuela y mis tías. Cuando empezamos a hacer la investigación para esta obra, hablé con mi mamá y ella me explicó qué pasó. Me contó que para ella era imposible alejarse de él, también la maltrataba y abusaba de ella, por eso me mandó fuera para protegerme".
Aquel hombre no sólo abusó de ella y de su madre, continúa, sino que además se jactaba ante su progenitora de haber violado a 103 menores y quiso quemar su casa con su hija natural dentro. "La obra como proceso sanador y transformador es lo que me ha ido curando. Ahora lo cuento no para ridiculizarme, sino para trasladarle la vergüenza a quien realmente la merece. Siempre se justifica de alguna forma que la víctima es culpable, pero aquí trasladamos la culpa a quien le corresponde y se le señala".

Los primeros orgasmos

Con 'Naciendo' Lesbia quiso conocer y asumir su pasado, pero también descubrió el sexo a los cuarenta. "Después de haber sanado, aún estamos en ello, logro por primera vez en una relación experimentar un orgasmo. Y aquí describo qué es porque, como yo, hay muchas mujeres que no lo han vivido nunca. Las utilizaron como un objeto sexual. No se entendía el sexo como una forma de dejarnos satisfechas".
Hablar de sexo aún les da cierta vergüenza a varias de Las Poderosas. En la obra explican cómo para crear el montaje tuvieron que investigar su órgano sexual, mirarlo, fotografiarlo, dibujarlo, ver vídeos de sexo, masturbarse y hablar sin tapujos de orgasmos y relaciones sexuales. "Nos parecía vergonzoso hablar de sexo", confiesa Adelma, que también tuvo el primer orgasmo tras cuatro décadas de vida. "No sabía ni qué era el clítoris. Hemos aprendido a hablar de los orgasmos, porque es muy triste vivir tanto tiempo sin sentir esto", zanja a carcajadas.
No sabía ni qué era el clítoris. Ahora con la obra empezamos a descubrir nuestra sexualidad pero aún me da cierta vergüenzaSobre el escenario, se coloca unos auriculares y va reproduciendo algunas de las conversaciones que hicieron en aquellos talleres sobre sexo. Eso sí, sin decir a quién corresponde cada frase. 
"Ahora sólo pienso en mí, me gusta quedar muy cansada y me gusta más de uno, después de quedarme sin ropa, muy pegados y que me abrace por mi espalda".
 "Lo que es cierto es que si la mujer se masturba de vez en cuando ya hay tanto depender de los hombres.
¿Pero hay orgasmos cuando te tocás?
Y a veces hasta mejor".
"Cuando empecé a lavarme mi vagina, por primera vez me atreví a meter mis dedos y sentí algo parecido a un frijolito. Y cuando me lo froté sentí muchas ganas de hacer pipí y entonces paré"

El genocidio y la memoria histórica

Telma Sarceño​ conoció un día a Oliverio Castañeda, uno de los líderes estudiantes de Guatemala y símbolo de la guerra civil que durante 36 años dejó en su país más de 250.000 muertos y desaparecidos. Castañeda fue asesinado tras dar un discurso -en el que pronunció la célebre frase "ellos pueden matar a nuestros dirigentes, pero mientras haya pueblo, habrá revolución"-, en el que señaló al ministro de Gobernación, Donaldo Álvarez Ruiz, como responsable de la oleada de terror que azotaba el país.
"Movía masas. Yo creo que estaba enamorada de él. Me encantaba ir a escucharle y cómo quería a su patria", rememora. Telma cuenta en la obra lahistoria de las revoluciones estudiantiles que vivió en primera persona a través de Castañeda o de luchadores anónimos como una conocida que apareció con estacas en las uñas y asesinada. Cursaba Psicología, aunque dejó los estudios para dedicarse a su matrimonio y a su casa. Tras vivir acomodadamente, se quedó sola con sus tres hijos. Sufrió maltrato psicológico y el teatro, de nuevo, fue su tabla de salvación. "Me siento viva en el teatro y siento que puedo cambiar algo y me oportunidades. ¡Mira dónde estoy¡ ¡De gira!", dice Telma con unos brillantes ojos verdes. 
Hay muchos adelantos en Guatemala pero a la larga son pocos. Lo lindo es que podemos decir que caminamos hacia algo buenoTambién se centra en el aspecto histórico Magdalena (sustituta en esta gira de Rosa), quien presta su voz a doña Magdalena, una abuela a cuyo marido mataron y que fue violada sistemáticamente por los soldados del Ejército de Sepur Zarco en 1982. Su caso lo conocieron gracias a un juicio contra estos militares que tuvo lugar en 2013 y que recrean en 'Naciendo'. 
"Hoy estamos en esas de reconocer lo que pasó, pero legal y políticamente todavía no hemos avanzado. Lo más importante es que se haga justicia. A los ricos no les conviene hablar de lo que pasó porque hoy siguen manteniendo un estado de terror. Hay muchos adelantos en Guatemala pero a la larga son pocos. Lo lindo es que podemos decir que caminamos hacia algo bueno", dice Telma. Y, sin dudas, ellas son el ejemplo perfecto.
http://www.elconfidencial.com/cultura/2015-10-28/las-poderosas-guatemala-naciendo-teatro-violencia-de-genero_1072292/