viernes, 2 de agosto de 2013

Carta en apoyo a Irma Alicia Velásquez Nimatuj

Solicitamos el favor de difundir y si desean adherirse agradecemos hacerlo al siguiente correo: <comunidaddeestudiosmayas@gmail.com>.


Carta en apoyo a Irma Alicia Velásquez Nimatuj
 Por la generación de un pensamiento crítico y plural frente al despótico lenguaje del poder   
Guatemala, 26 de julio del 2013

Mujeres y hombres mayas: académicos, escritores, analistas, artistas, campesinos, tejedoras, comerciantes, profesionales de diversas ramas, actores políticos, estudiantes y quienes abrazamos una diversidad de sueños e iniciativas a favor de la vida, unimos hoy nuestras voces y convocamos a quienes quieran sumarse para pronunciarnos respecto a lo siguiente. Hemos leído con preocupación el campo pagado de fecha 15 de julio del 2013, en que el señor Ricardo Méndez Ruiz, presidente de la Fundación contra el Terrorismo difama públicamente a la doctora Irma Alicia Velásquez Nimatuj.[1] Esta ha sido una práctica recurrente, uno de los medios usados en los últimos meses ha sido la revista “La Farsa del Genocidio” desde donde se ataca a un sin número de personas y organizaciones acusándolas de terroristas. En estos panfletos, sus autores se dibujan así mismos como expertos en campañas de denigración mostrando su pobre cultura libertaria y democrática. Los escandalosos argumentos allí sostenidos no merecen ser considerados con seriedad tanto por su tono populista como por su falta de fundamento. Sin embargo, el señor Méndez Ruiz sabe que en Guatemala las capacidades, los méritos y el hablar responsable quedan relegados frente al estatus heredado, por eso, haciendo uso de ello hace difamaciones públicas e intenta imponerlas como verdades. No nos extraña que sus infames calumnias tengan eco en este país de larga tradición autoritaria en la que algunos se consideran y son considerados “amos de la verdad”.

Como conocedoras y conocedores de la realidad guatemalteca, sabemos que las prácticas de difamación, de difusión de rumores y propaganda son propias de las acciones contrainsurgentes usadas durante los años de represión política. Es a través de estos métodos que se facilitó la eliminación física de tantas mujeres, hombres y comunidades enteras, como está suficientemente documentado en escritos históricos y de recuperación de la memoria. Estos mecanismos salen nuevamente a luz y tienen la intención, como en el pasado, de criminalizar a quienes, haciendo uso de su derecho a pensar, hablar, escribir y hacer, señalan valientemente la existencia de poderes despóticos en Guatemala. Es típico de estas élites arcaicas, tercermundistas y coloniales, intimidar a quienes amenacen o desacaten sus pretensiones de caudillos, pues fundan su existencia sobre habitantes con obediencia ciega y sin voluntad propia. Con esta actitud de amo, el señor Méndez Ruiz, se arroga el derecho de hablar por “Guatemala entera” como puede verse en el campo pagado en mención. Nosotras y nosotros cuestionamos esta insolente posición y le conminamos a tomar su lugar como un ciudadano más, recordándole que nos asiste los mismos derechos y responsabilidades.

Con este ataque a la doctora Irma Alicia Velásquez Nimatuj, y contra otras personas y organizaciones, se está atentando también contra el pensamiento crítico que actualmente están generando mujeres y hombres desde la acción política, las ciencias, la literatura, el arte y desde múltiples espacios. Sin embargo, más que amedrentarnos e inmovilizarnos, estas intimidaciones aumentan nuestro compromiso porque desde la reflexión y la movilización social sigamos contribuyendo para romper con este estilo autoritario, a todas luces racista y patriarcal de sentirse dueños absolutos del pensamiento y de la palabra. Así, seguiremos denunciando el genocidio contra nuestros pueblos, evidenciando el despojo, la división y destrucción que las empresas transnacionales están ocasionando en territorios y comunidades de pueblos indígenas. Continuaremos señalando la persecución política y el asesinato de mujeres y hombres que defienden su hogar, sus pequeñas propiedades y sus territorios comunales frente a la rapiña de empresarios depredadores. Insistiremos en desnudar el racismo y las desigualdades sociales. Con las mismas fuerzas desafiaremos al patriarcado y la violencia contra las mujeres. Insistiremos en problematizar la violencia generalizada y el desastre heredado del estilo de desgobernar de las élites poderosas, que no aprenden de sus errores sino insisten en permanecer en ellos. Por eso también nos distanciamos de quienes por míseras cuotas de poder, para ganarse la simpatía del régimen de turno y por mezquinas ambiciones individuales, renuncian a su dignidad para someterse a posiciones complacientes y serviles de quienes les dominan, legitimando así graves formas de sometimiento contra los pueblos indígenas y población empobrecida.

Las mujeres y los hombres que suscribimos este escrito, rechazamos tácticas tan despreciables como la difamación, los rumores, las amenazas, las intimidaciones y los mecanismos de cooptación que tienen la intención de hacer intocable el statu quo. Nos oponemos a las fórmulas fáciles, las ideas superficiales y la propaganda que al ser medios de falsificación y manipulación de la realidad genera comodidad o apatía frente ella. Defendemos la indagación crítica de nuestro entorno, que posibilita observar las relaciones de poder, descubrir los vicios del sistema y las maneras en que se reproducen, llevándonos a  imaginar formas de liberación. Sabemos que la práctica de conocer la realidad es tan perseguida, porque produce insatisfacción, inconformidad y desafía el estado de las cosas. Por eso, nuestro compromiso por reinventar este país pasa por la certeza de que la transformación puede demorar menos si se deja de usar la violencia, la brutalidad y el asedio para detener los cambios y a quienes los forjan.

Mediante esta carta invitamos a unir voluntades: mujeres y hombres, mayas, xincas, garífunas, ladinos, mestizos, criollos, guatemaltecos en general y de otras nacionalidades, que comparten con nosotros una posición crítica frente a la realidad y están comprometidos por buscar nuevas maneras de vivir, fracturando la herencia del sometimiento y de la violencia. Para ello, recibimos firmas en la siguiente dirección electrónica. comunidaddeestudiosmayas@gmail.com.

Por la generación de un pensamiento crítico y plural frente al despótico lenguaje del poder  

Aura Cumes
Kaqchikel, doctoranda en antropología, CIESAS México.

Gladys Tzul, Tzul
 Kiché, doctoranda en sociología, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Edgar Esquit
 Kaqchikel, historiador y doctor en antropología, Colegio de Michoacán, IDEI/USAC.

Kajkoj Máximo Ba Tiul
Maya Poqomchi', antropólogo, columnista de Prensa Libre

Ajb'ee Jiménez
 Maya mam, lingüista y doctor en antropólogía, Universidad de Austin, Texas, EE.UU

Emilio del Valle Escalante
 Maya k'iche', doctor en letras Hispánicas, Univ. Carolina del Norte, Chapel Hill, EEUU.

Aroldo Camposeco
Popti', doctor en Sociología, Instituto de Estudios Interétnicos, USAC.

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