miércoles, 16 de abril de 2025

GUATEMALA: NI PERDÓN NI OLVIDO, RODOLFO RAMÍREZ Y ANDREA RODRÍGUEZ ¡¡PRESENTES!!

 

RODOLFO RAMIRES Y MIGUEL ANGEL ALBIZURES


Mis padres, Rodolfo Ramírez, secretario general de la Federación Autónoma Sindical de Guatemala (#Fasgua), y Andrea Rodríguez de Ramírez, su esposa, regresaban a casa después de las diez de la noche del 15 de abril de 1980 cuando fueron interceptados por agentes de las fuerzas de seguridad de Guatemala.

Los atacantes se conducían en por lo menos cuatro automóviles y dos motocicletas, uno de los cuales era marca Toyota color café con placas de circulación P-31209; vestían de civil, como era costumbre en las fuerzas de seguridad de la época, en especial del Cuerpo de Detectives o del Comando 6 de la Policía Nacional.

 

Las unidades de exterminio actuaban bajo las órdenes de los cuerpos de inteligencia del Ejército de Guatemala, para eliminar a quienes eran consideradas como enemigos internos del Estado.

Quienes planearon y ejecutaron el asesinato de mis padres, al igual que centenares de dirigentes sindicales y campesinos, gozan de plena libertad e impunidad, sin que el Estado Guatemalteco haya iniciado las investigaciones, a pesar de que el caso fue presentado ante la Comisión Interamericana de Derechos humanos, desde noviembre de 1980.

 


Dos automóviles bloquearon el paso del auto en el que se conducían mis padres y un hermano, encerrándolo, mientras sus tripulantes dispararon sus armas, calibre 45, contra el rostro y el pecho de ambos.

Él murió de inmediato tras decir: “Ahora sí, Andrea”. Ella logró abrir los ojos e intentó decir algo a los hermanos que se acercaron a ellos, tras escuchar los disparos.

 

Un automóvil con hombres armados en su interior permaneció varios minutos a unos metros de nuestro domicilio mientras los tripulantes de las motos recorrían las calles de la zona y luego se mezclaron entre los vecinos que salieron al oír los disparos.

 

Salvo el informe manuscrito de los agentes que acudieron al lugar, en el resto de los reportes oficiales se asegura que se ignora el calibre de las armas y que fueron atacados por un individuo que se dio a la fuga, así como que sólo recibieron dos y un disparo. El calibre también fue omitido en el acta de defunción y está desaparecido el expediente de la necropsia de ley.

Nuestros padres recién habían cumplido 25 años de casados. Mi madre era obrera de la industria costurera y al casarse se dedicó por completo al cuidado de nosotros, sus hijos.


 

Nuestro padre era secretario general del Sindicato de Albañiles y Similares de Guatemala y de la Federación Autónoma Sindical de Guatemala (Fasgua), integrante del Comité Ejecutivo del Comité Nacional de Unidad Sindical (CNUS), representante ante la Federación Latinoamericana de la Edificación, la Madera y la Construcción (Flemacon), ante el Comité de Unidad Sindical de Centroamérica (CUSCA), ante el Congreso Permanente de Trabajadores de América Latina (CPUSTAL) y ante la Federación Sindical Mundial (FSM).

Tenía más de 20 años de actividad sindical y en 1977 y 1978 fue advertido por terratenientes de las regiones de las verapaces, en el norte de Guatemala, entre ellos uno de apellido Champán, de que sería ejecutado si regresaba.

Empezó su actividad sindical en los años 60, cuando los trabajadores se enfrentaron a la constructora DELTA por sus reivindicaciones, tras lo cual terminó siendo despedido.

Puso su propio taller en casa y prácticamente todo lo que era de madera en la casa era hecho por él. Además hizo una ampliación a la casa para acomodar a su familia numerosa, que por tiempos incluía a las abuelas materna y paterna.


Rodolfo Ramírez junto a Miguel Ángel Albizurez


En su juventud conllevó una mezcla de religiosidad e interés intelectual, era miembro de varias hermandades religiosas a los que solía devotamente llevar a todos sus hijos para la Semana Santa.

En su vocación autodidacta, leía muchos libros de toda clase, de filósofos americanos, de religiosos, de poetas. Luego empezaron a conocer los libros de anarcosindicalistas y de Marta Harneker.

Poco después de su asesinato, sus compañeros de lucha explicaron que tras conocerse que su nombre estaba en una de las listas de sentenciado por el régimen para ser eliminado, él rechazó salir del país, ante el temor de que si lo hacía, los militares decidieran cobrar venganza contra su esposa e hijos.

Los ministros de Gobernación y de Trabajo y Previsión Social habían amenazado a los integrantes del comité ejecutivo de Fasgua. Hombres armados habían ametrallado la sede de la federación en la ciudad de Escuintla.

 

La persecución contra nosotros, sus hijos se inició desde el mismo día del asesinato. Cuando esperábamos en la morgue, los cuerpos de nuestros padres y nos dirigimos a una cafetería del lugar, fuimos vigilados por dos individuos que se conducían en motocicletas, al parecer los mismos que participaron en el ataque, minutos antes.

El día del sepelio, la sede de Fasgua fue objeto de una fuerte vigilancia. Por teléfono, desconocidos preguntaban con insistencia por los hijos de los asesinados, en especial por quien había visto el ataque. Al responder, sólo se escuchaba la respiración de quien se encontraba en la línea, sin decir palabra alguna.

 

En la marcha fúnebre fuimos acosados por contingentes antimotines. Al volverse insoportable nuestra estancia en Guatemala, por la zozobra que nos generaban las múltiples intimidaciones recibidas, el 22 de mayo de 1980, salimos hacia Costa Rica bajo la protección de la embajada de Venezuela en Guatemala.

 

Continuamos en el exilio en diferentes países de Europa y América, donde hemos decidido permanecer en tanto continúe la impunidad de los asesinos de nuestros padres.

El caso fue denunciado el 17 de noviembre de 1980 a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que bajo el expediente 7585 pidió información al gobierno de Guatemala el 19 de diciembre de 1980 y el 20 de abril de 1981, sin que haya recibido respuesta a la recomendación de que se investigaran los hechos.

El hecho continúa sin ser esclarecido por parte de las autoridades guatemaltecas y quienes elaboraron y ejecutaron la estrategia contrainsurgente, que incluyó el asesinato de nuestros padres, retomaron el gobierno por medio del Partido Republicano Institucional y el Partido Patriota.

Las posibilidades de lograr justicia y el castigo a los responsables por medio de los tribunales guatemaltecos continúan siendo nulas. El caso fue presentado en abril de 2009 ante el Ministerio Público, sin que hasta ahora se conozcan avances en la investigación.

En octubre de 2011, el caso también fue presentado ante la Procuraduría de Derechos Humanos, donde un año después se nos informó que el expediente desapareció, sin que hasta el momento se conozca avance alguno en las investigaciones.

 

También se presentó en diciembre de 2012 una denuncia por el caso ante el Juzgado Noveno de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Guatemala.

Los informes sobre lo sucedido en la época de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado (ODHA) y de la Comisión de Esclarecimiento Histórico (CEH), omitieron el caso, lo que ha servido para que el gobierno de Guatemala asegure que se carece de elementos para considerar que los hechos que denunciamos son verdaderos.

*El autor es periodista en México y editor digital de Noticiudadana y Migrante Latin.

 

Fotos del video:

https://www.youtube.com/watch?v=jPyoQcaTOSQ



sábado, 12 de abril de 2025

GUATEMALA: Continúan ataques a prensa y periodistas.


Por: Factor Méndez


Solidaridad con colegas Nelton Rivera de Prensa Comunitaria y Marvin del Cid. Nelton pertenece al equipo de periodistas de Prensa Comunitaria y revista Ruda, que en los últimos meses ha sido difamado a través de cuentas de netcenter y recibido amenazas a su integridad física y privación de libertad. Mientras que, Marvin fue agredido ayer por miembros del sindicato de trabajadores de la educación STEG, cuando cubría la protesta convocada por los sindicalistas.

Antecedentes del caso Prensa Comunitaria (PC) y Ruda. La Agencia de Noticias Kilómetro 169 (ANK169) que integra a los dos medios mencionados, es blanco de constantes ataques de difamación y descalificación desde las distintas redes sociales, principalmente X, por parte de netcenters, personas y algunos actores públicos.

Los hechos inician en febrero 2025 a partir de las disposiciones anunciadas por el presidente estadounidense Donald Trump, de suspender fondos otorgados a organizaciones y medios independientes de comunicación en América Latina.

La descalificación y difamación han aumentado y se concentran en decir que recibieron fondos de la USAID y afirmar que Prensa Comunitaria recibe financiamiento del crimen organizado y que es un medio creado por el extinto partido Semilla al que perteneció el actual presidente de la República Bernardo Arévalo.Según Prensa Comunitaria, a partir de febrero 2025 los ataques se han intensificado, particularmente a través de las redes sociales donde los netcenters divulgan información falsa. El primer incidente se origina por una investigación publicada por el señor Olav A. Dirkmaat, profesor de la universidad privada guatemalteca Francisco Marroquín (UFM), titulada El papel de la ayuda extranjera en Guatemala: ¿Cooperación o interferencia?, en la que alude directamente a Prensa Comunitaria y revista Ruda afirmando que recibe fondos de USAID que son utilizados para impulsar campañas de desprestigio. El documento cita a los periodistas Nelton Rivera, Alexander Valdéz y Simón Antonio. La información fue reproducida de inmediato en forma masiva a través de redes sociales por personas y netcenters.

Algunos otros incidentes: 7 de febrero 2025. El netcenter que se identifica como “El Republicano” @ElRepublicano, publicó que Nelton Rivera sostuvo una reunión con la vicepresidenta Karin Herrera en el Palacio Nacional de la Cultura y que el motivo de dicho encuentro fue para hablar del presupuesto de este medio informativo.

https://x.com/ElRepublicano_/status/188793167615354925

El mismo 7 de febrero, otro netcenter conocido como @Dvader¡Yes, Master!, hizo referencia a la decisión de Trump y publicó fotos de periodistas, entre estas las de Nelton Rivera, Alexander Valdéz y Simón Antonio de Prensa Comunitaria, dice en su post: “El señorón del Norte ha logrado identificar a una estructura de criminales que han sido financiados por USAID para sembrar el pánico, el terror y el caos en Guatemala”.Haciendo eco a la campaña de desprestigio, una cuenta personal de un presunto Jonas Chimin @jonas97985 publica el 18 de marzo 2025 un mensaje que refiriéndose a otros asuntos dice: “…los miembros de Prensa Comunitaria, Goyo Savedra integran el crimen organizado con vínculos con la Mara 18…”.

https://x.com/jonas97985/status/19021091153910243597

También el 18 de marzo, la cuenta Londi Megia @Londimegía44305 indica: “PRENSA COMUNITARIA es financiada por el crimen organizado internacional…”.


Los ejemplos anteriores tomados de un informe de Prensa Comunitaria, revelan una pequeña muestra de la difícil situación que vulnera el trabajo de la prensa y los periodistas en Guatemala. Los casos de Jose Rubén Zamora que continúa privado de libertad, la criminalización de periodistas de La Hora, el exilio de más de una veintena de colegas, en general el asedio al ejercicio periodístico y vulneración a los derechos de informar y ser informados así como a las libertades de expresión, pensamiento, e investigación deben cesar. Por eso la necesidad de un Programa de Protección a Periodistas. No nos callarán.

https://lahora.gt/opinion/fmendez/2025/04/11/continuan-ataques-a-prensa-y-periodistas/