lunes, 11 de agosto de 2014

Ante la reciente aprobación de la "Ley para la Protección de Obtenciones Vegetales" El Colectivo Social por el Derecho a la Alimentación manifiesta

El Derecho a la Alimentación es un derecho humano fundamental con vínculo al derecho a la salud, a lavida, entre otros. Se basa en elementos principales: la disponibilidad de la alimentación, la accesibilidadeconómica y física, así como que sea alimento adecuado y culturalmente aceptable. Normasinternacionales ratificadas por el Estado de Guatemala, que son parte del ordenamiento jurídico nacionaly reconocen el Derecho a la Alimentación, por lo que es obligación respetar la superioridad de estosderechos humanos por encima de acuerdos comerciales, sean estos nacionales o internacionales.

El 10 de junio el Congreso de la República de Guatemala aprobó el Decreto 19-2014 "Ley para laProtección de Obtenciones Vegetales", popularmente conocida como "Ley Monsanto". Es uncompromiso asumido en el marco del tratado de libre comercio DR-CAFTA. En la misma línea puedemencionarse la visita del presidente Otto Pérez Molina a la multinacional Monsanto, gran industria devenenos y transgénicos. Esta ley propone proteger la propiedad intelectual sobre la vida vegetal, a favorde quiénes "crean", "descubren" o modifican vida existente en la naturaleza, entre otros, por vía dealteración genética (introducción de genes foráneos a organismos receptores). La aprobación de lanormativa y su texto se caracterizan por una serie de ilegalidades e inconstitucionalidades, entre otras,de haberse aprobado sin consultar a los pueblos potencialmente afectados por esta medida, y por nocontar con dictámenes de las comisiones legislativas de pueblos indígenas y agricultura, entre otros. Laimplementación de cultivos transgénicos viola diversas disposiciones del Convenio 169 de la OIT sobrePueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, por ejemplo, al penalizar el uso de semillas enfuturas siembras, truncando de esta manera el ciclo natural de la vida y reproducción vegetal - inclusopuede afectar a campesinos e indígenas cuyas semillas criollas se hayan contaminado.

Desde la aprobación del tratado de libre comercio DR-CAFTA se confirma que lo pactado beneficiaríaprincipalmente a los grandes negocios y empresas, más no a los pequeños productores indígenas y campesinos, ni a los consumidores. El apoyo almodelo empresarial con dogma de crecimientoeconómico y de explotación de bienes naturales

 se constata en varias acciones del gobierno. No es desorprender que ahora, en tiempo record, se aprobara una ley para proteger los derechos "intelectuales"sobre vida vegetalmientras que no se aprueba la Ley de Desarrollo Rural Integral, iniciativa 4084, loque deja desprotegidas a las economías campesinas, sus cultivos y sus prácticas ancestrales. Caberesaltar que en nuestro país no hay legislación que regule actividades con Organismos GenéticamenteModificados (OGM), sus cultivos, la cosecha, la señalización en productos de comercialización, etcétera.Guatemala no está en capacidad de implementar adecuadamente organismos genéticamentemodificados, ni de regularlas y tampoco de controlarlas. Autorizar transgénicos en nuestro territorioviolaría el principio de precaución ante las sospechas fundadas de que ciertos productos o tecnologíascrean un riesgo grave para la salud pública o el medio ambiente.

Guatemala es uno de los 19 "Países Megadiversos Afines" del Planeta que ostentan el 70% de la diversidad biológica, es decir, a nivel mundial se considera cuna de diversidad biológica y de maíz. Loscultivos transgénicos y el coctel de químicos altamente venenosos que se utiliza de manera conjunta,representan un incalculable peligro a las semillas criollas, algunas endémicas y únicas en Guatemala. Esinaceptable que se amenace penalmente a indígenas, campesinas y campesinos vecinos de cultivostransgénicos con prisión, si transgénicos contaminan sus semillas criollas, mientras que la contaminacióngenética, por industrias como MONSANTO, DUWEST, DUPONT, SYNGENTA, BAYER, y por endedestrucción de la naturaleza, queden impunes.

Ante esto, el Colectivo Social por el Derecho a la Alimentación exige:


Derogar de manera inmediata el Decreto 19-2014 “Ley para la Protección de ObtencionesVegetales” por su carácter inconstitucional y violatorio al Derecho a la Alimentación.

Reconocer, respetar y garantizar la biodiversidad en Guatemala.

No implementar Organismos Genéticamente Modificadas (OGM), ni experimentar con este tipode ensayos sin controles adecuados. Prohibir la elaboración y venta de productos con OGMcomo insumos.

Aprobar la Ley de Desarrollo Rural Integral, iniciativa 4084 en apoyo a las economías campesinas.

Promover de parte del MAGA la implementación del modelo agroecológico, orgánico ysostenible de agricultura, resguardando y usando semillas criollas, en vez de un clientelismo através de fertilizantes químicos, entre otros.

Asegurar el pleno goce del Derecho a la Alimentación a todos los seres humanos.

Iximulew, 11 de agosto del 2014

GUATEMALA: DECLARACION POLITICA IV CONGRESO NACIONAL DE PUEBLOS, COMUNIDADES Y ORGANIZACIONES

FOTOS: Marcha indígena campesina y popular
En la ciudad de Guatemala, 756 personas, 389 mujeres y 337 hombres de comunidades del norte, oriente, occidente, sur y centro del país, de los pueblos Kaqchikel, Tzutuhil, Mam, Ixil, Kiché, Q’anjob’al, Akateco, Qeqchí, Chuj, Tectiteco, Sipakapense, Poq’omchí, Uspanteco, Chortí, Achí, Pocomam, Xinka, Garífuna y mestizo, de más de 180 organizaciones campesinas y rurales, de pueblos, de mujeres y feministas, organizaciones no gubernamentales, juventudes y niñez, nos auto convocamos a participar en el IV Congreso Nacional de Pueblos, Comunidades y Organizaciones del 7 al 9 de agosto de 2014, con la consigna “Desde nuestras raíces, sembramos las semillas para una nueva sociedad, Florecerás Guatemala” y con el objetivo de hacer confluir nuestros caminos en la búsqueda del Buen vivir para la madre naturaleza, los pueblos, las mujeres y hombres que les constituyen, clausuramos nuestro Congreso en el marco del Día Internacional de los Pueblos Originarios, saludando su reivindicación y lucha histórica por la defensa de la vida y la construcción de un mundo más justo y equitativo.


Marcado por una participación mayoritaria de mujeres, una delegación de niñas y niños y una presencia de jóvenes y artistas, realizando el esfuerzo para garantizar la convivencia amistosa sancionando el acoso sexual hacia las mujeres, y generando espacios para la expresión cultural y artística de los pueblos, se vivió en fraternidad y complicidad la construcción de sueños y caminos conjuntos.

Rindiendo homenaje a las luchas históricas de los pueblos originarios que desde su herencia milenaria de sabiduría y relación de profundo respeto a la naturaleza, han resistido para evitar el daño causado por el modelo que sólo ve ganancia en donde lo que hay es vida. Recuperando la herencia, sabiduría y ternura de nuestras y nuestros héroes y mártires rebeldes y revolucionarios que nombraron las injusticias y lucharon para erradicarlas; siguiendo los pasos de las mujeres insurrectas que desde sus cuerpos e ideas irreverentes sembraron las semillas del pensamiento y la acción para el renacer de su existencia; nos congregamos por la imperiosa necesidad de defender la vida en plenitud.

Este modelo patriarcal, colonialista, capitalista-neoliberal con una estrategia extractivista, que se apropia de la energía, el trabajo y los cuerpos de los pueblos -mujeres y hombres-, dura ya más de cinco siglos, provocando solo empobrecimiento y desolación en el país, a lo cual se suma el elevado grado de violencia contra las mujeres e inseguridad ciudadana. La exclusión, racismo, discriminación, segregación cultural, política y económica del conjunto de la población, no hace más que agudizarse. Esto significa que no tenemos educación, salud, empleo digno, vivienda, entre otros elementos del bienestar humano. Las comunidades rurales de Guatemala soportamos en nuestra vida diaria las consecuencias de una alianza entre el Estado militar/policial y el mercado finquero y trasnacional, es decir, acaparamiento de tierras y  reorganización económica productiva para conseguir más trabajo por menos salarios; el 88% de la población gana menos del salario mínimo. 

El Estado protege, eso sí: a los capitales nacionales y trasnacionales de monocultivos como palma africana, hule, caña de azúcar, industria de minerales, hidrocarburos, hidroeléctricas y al capital prestamista, legal o ilegal, poniendo al servicio de ellos al ejército nacional y permitiendo a través del capital transnacional la importación del sicariato internacional, a lo que se suma a la existencia de ejércitos privados nombrados “empresas de seguridad privada”, que reviven la historia de contrainsurgencia, represión, las prácticas de violación y violencia sexual contra las mujeres y la persecución social con la modalidad de criminalización y judicialización, implicando que más de un centenar de mujeres y hombres estén detenidos, otras y otros con órdenes de captura pendientes en su contra y en procesos judiciales para limitar su derecho a la expresión en la lucha que impulsan por la defensa de los territorios y la vida.

La defensa de los múltiples territorios: cuerpos, tierra, naturaleza, memoria e historia y la promoción de una reforma agraria integral, están ahora entretejidas como nunca antes en la historia de Guatemala. No se pueden defender los territorios si no se transforman las relaciones de poder de dominio cotidianas, se detiene el acaparamiento de tierras y la violencia que la acompaña. Es legal y legítima nuestra aspiración al ejercicio del poder y al ejercicio de la autonomía de nuestros pueblos; es decir, nuestro derecho al ejercicio de formas de vida, cultura y relación con la naturaleza desde nuestra propia cosmovisión e intereses.

Este Congreso ha permitido escuchar las múltiples voces, quienes desde las identidades políticas que les hacen construir conocimientos y propuestas, han decidido poner sus energías en la construcción de una fuerza social que articule los múltiples sueños en las resistencias y construcciones colectivas.

De allí derivamos, que el esfuerzo conjunto se dirige hacia el replanteamiento de las relaciones que existen entre las personas y la naturaleza, entre mujeres y hombres, entre los pueblos que cohabitamos en el territorio y entre personas adultas y niñez. Coincidimos plenamente en la necesidad de repensarnos en términos personales, evidenciando los saldos que el sexismo, el racismo y el clasismo han dejado en nuestros cuerpos y nuestras formas de vivir y de relacionarnos con quiénes nos rodean. 

Este ejercicio nos permite decretar que las relaciones deben estar basadas en el bien común, en el reconocimiento de la corresponsabilidad del cuidado de la vida entre hombres y mujeres y en la necesidad de que las nuevas formas de convivencia armónica desestructuren las relaciones de poder de dominio basadas en la propiedad privada. Estas relaciones deben potenciar la libertad, la autonomía, los placeres, la determinación de los pueblos, los cuerpos y los territorios para una vida digna y en armonía, lo que implica desestructurar la violencia contra la naturaleza, las mujeres y los pueblos.

Nos encaminamos conjuntamente al impulso de una Economía para la Vida, que parte del reconocer que las personas somos parte integral de la naturaleza y que las prácticas de dominio sobre ella nos están dejando saldos de muerte. De tal cuenta el reconocimiento y la necesidad de recuperar los conocimientos, sistemas de producción, la ciencia, la pedagogía y el arte de los pueblos originarios, nutren nuestros sueños que ven al pasado para pensar el futuro, constituyéndose en fuente de inspiración para crear las bases de esta propuesta.

Algunas de las guías para la construcción de esta Economía para la vida son la apuesta por la propiedad colectiva; el restablecimiento de la naturaleza después de la contaminación realizada; resaltamos el papel de los pueblos originarios en el impulso y mantenimiento del equilibrio entre las personas, la naturaleza y el cosmos; el reconocimiento a los aportes que las mujeres han hecho al sostenimiento de la vida; la necesaria redistribución entre mujeres y hombres, de las tareas de cuidado en las casas y las comunidades; la producción agroecológica, la recuperación de semillas originarias, la siembra y uso de plantas medicinales; el reconocimiento del papel de las diversas autoridades comunitarias como las comadronas, guías espirituales y el papel de ancianas y ancianos, son algunos de los elementos que constituyen nuestros sueños.

Para ello, se requiere de una nueva forma de organización social y política, a partir de reconocer que las leyes e instituciones actuales no nos sirven para el cuidado de la vida. Por ello requerimos construir esos espacios necesarios para garantizar la construcción de autonomías personales y colectivas. Es necesario resignificar el papel de las familias y constituir nuevas formas para la participación.

La necesidad ineludible de construir una “Nueva organización social y política” que garantice el bien común de las mayorías, sigue siendo uno de los retos mayores en esta coyuntura, al cual decididamente estaremos haciendo frente. Hoy asumimos el desafío de fortalecer nuestros pueblos, comunidades y movimientos, para hacer más sólidas nuestras articulaciones en la búsqueda de la instalación del Buen Vivir como forma de relacionamiento en todos los rincones del país.

Por eso hemos definido el impulso de diversas rutas de acción, que contemplan la resistencia, defensa, lucha,  recuperación y mantenimiento de los territorios; la construcción de poder social y popular; el impulso de la economía desde los pueblos; la reconstitución de los pueblos; los desmontajes y desaprendizajes personales y colectivos para la descolonización, despatriarcalización y desmercantilización del pensamiento y del ser. Por último vemos como necesaria la sanación como herramienta política para generar la fortaleza para continuar la lucha.

Este Congreso marca un hito, nos brinda una base indicativa de rutas, es el inicio de otro camino que abre retos para ampliar las concepciones de alianzas con otras y otros, dándoles nuevos contenidos y construyendo perspectivas más abarcadoras, para identificar rutas nuevas, vernos y movernos desde otros lugares, recuperar la necesidad profunda de hacer una fuerza que posibilite los cambios en nuestros territorios.


Por ello hacemos desde ya el llamado a todas las comunidades, pueblos, autoridades ancestrales y organizaciones diversas, artistas, intelectuales, con una filosofía de lucha reivindicativa de las causas sociales, para que se sumen a este sueño de construir una nueva sociedad.  


Por el florecimiento de Guatemala

Desde nuestras raíces sembramos las semillas de una nueva sociedad

viernes, 8 de agosto de 2014

Día Internacional de los Pueblos Indígenas: derechos son violados a diario en las Américas

El pasado 20 de mayo, unos hombres armados intentaron matar a Enrique Cabezas, quien había estado haciendo campaña en favor del acceso a las tierras ancestrales de su comunidad en la cuenca del río Curvaradó, en el noroeste de Colombia. Actualmente hay una base militar en las tierras, que son propiedad colectiva de las comunidades del Curvaradó y que éstas reclaman. Este es solo uno de los casos de violaciones contra indígenas cometidos en el continente americano por el simple hecho de defender sus derechos humanos, además de la profunda desigualdad que los afecta. Comparados con otros ciudadanos, los miembros de los pueblos indígenas tienen peores sueldos, reciben menos educación, tienen más probabilidades de morir al dar a luz, en el caso de las mujeres, y tienen menos esperanza de vida.
Intentos de asesinato y de secuestro, intimidaciones y agresiones y discriminación sufrida a diario, forman parte del conyunto de abusos que, según ha afirmado Amnistía Internacional en este viernes en un nuevo informe, sufren en toda América los pueblos indígenas. La organización ha publicado su informe "La larga lucha de los pueblos indígenas de América en defensa de sus derechos” la víspera de la celebración, el 09 de agosto, del Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo.
"Los pueblos indígenas de América continúan sufriendo toda una serie de abusos. A comunidades enteras se les niega el acceso a sus tierras ancestrales, mientras que otras son sometidas a represión violenta y a abusos por manifestarse pacíficamente en demanda de sus derechos humanos”, ha señalado Erika Guevara Rosas, directora del Programa de Amnistía Internacional para América.
"Es hora de que los países de América se den cuenta de que no pueden decir que son libres y justos mientras las comunidades indígenas que viven en su seno continúan sufriendo tan graves injusticias y soportando discriminación sistemática”, ha añadido Erika Guevara Rosas. La organización documenta en el informe muchos casos de agresiones físicas y actos de intimidación cometidos contra comunidades indígenas y sus líderes en los últimos 12 meses.
A pesar de las medidas provisionales de protección que solicitó la Corte Interamericana de Derechos Humanos en 2003, las comunidades del Curvaradó consideran que los esfuerzos de las autoridades colombianas por garantizarles la seguridad tienen graves deficiencias. Además, a pesar de las reiteradas órdenes de la Corte Constitucional de Colombia, no se han devuelto las tierras a las comunidades.
Amnistía Internacional pide a los gobiernos de la región que creen y mantengan las condiciones necesarias para que los líderes y demás miembros de las comunidades indígenas puedan defender pacíficamente sus derechos sin temor a sufrir represalias y para poner a disposición judicial a los autores de actos de violencia contra defensores de los derechos humanos indígenas.
Además de violencia y falta de protección suficiente por parte de los gobiernos, los pueblos indígenas soportan también el sufrimiento diario de la discriminación y la injusticia. Las mujeres indígenas, en particular, sufren múltiples formas de discriminación, por su cultura, su clase y su género.
El 22 de enero de este año, la Fiscalía de Lima cerró los casos de más de 2.000 mujeres indígenas y campesinas pobres, a quienes las autoridades estatales esterilizaron sin su consentimiento pleno e informado en la década de 1990. Al dar por cerrado el asunto, el gobierno peruano deja de abordar los abusos contra los derechos humanos perpetrados sistemáticamente contra las mujeres indígenas y las mujeres que viven en la pobreza, con lo que les niega, de hecho, justicia.
A pesar de la discriminación generalizada y de las agresiones, los pueblos indígenas han seguido adelante con su lucha por la justicia y los derechos humanos. El año pasado se observaron avances en el reconocimiento y la protección de sus derechos.
Tras vivir durante más de 20 años en condiciones lamentables junto a una carretera de primer orden, la comunidad indígena Sawhoyamaxa de Paraguay ha obtenido por fin una victoria precursora. El 11 de junio, el presidente Horacio Cartes promulgó la ley que permitirá a los Sawhoyamaxa regresar a sus tierras ancestrales de la región de Chaco. El líder de la comunidad Sawhoyamaxa Carlos Marecos respondió así a la decisión: "Los indígenas lloran sólo cuando logran su libertad. Y hoy nos sentimos como si estuviéramos saliendo de una cárcel, por eso, muchos lloraron de la emoción”.
http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=81889

IV Congreso Nacional de Pueblos, Comunidades y Organizaciones. "Desde nuestras raíces, sembramos las semillas para una nueva sociedad. ¡Florecerás Guatemala!"

https://www.facebook.com/pages/Marcha-ind%C3%ADgena-campesina-y-popular/207724279334698?hc_location=timeline

Primera jornada del IV Congreso Nacional de Pueblos, Comunidades y Organizaciones
El IV Congreso Nacional de Pueblos, Comunidades y Organizaciones se está celebrando del 7 al 9 de agosto de 2014 en las instalaciones del Instituto Indígena Santiago de Ciudad de Guatemala.
Más de 600 delegadas y delegados de unas 140 organizaciones llegaron desde los cuatro puntos cardinales del país para participar en este encuentro cuyo objetivo es poder consolidar una plataforma social, popular y de pueblos, con capacidad para organizar, dirigir y proponer un sistema de vida y organización política para Guatemala en cuyas bases estén la vida, la equidad y la naturaleza.


Están presentes en este congreso los hombres, mujeres, juventud y niñez, Pueblos, organizaciones y Autoridades Ancestrales para trazar también el camino y la característica de la alianza: que sea feminista, campesina, de pueblos, comunidades y organizaciones.
En la primera jornada se debatieron y consensuaron los sueños, la nueva sociedad que se propone. Una propuesta discutida desde tres ámbitos primordiales: el de las relaciones entre las personas y con la naturaleza, el de la economía para la vida y el de la forma en que la sociedad puede organizarse y gobernarse.




Empezó esta primera jornada del IV Congreso con una mística que fue un verdadero llamado a la unidad de todas y de todos en Guatemala. Diferentes grupos portaban fragmentos dispersos de la consigna del congreso que sólo pudo leerse cuando los grupos alejados y separados consiguieron unirse: "Desde nuestras raíces, sembramos las semillas para una nueva sociedad. ¡Florecerás Guatemala!"

Después de la mística, se inició un foro en la que se expusieron los temas de la descolonización, el buen vivir, y la defensa de la tierra, territorio y recursos naturales. Posteriormente todos los delegados y delegadas, divididos en grupos de discusión y trabajo debatieron sobre la nueva sociedad que se necesita en Guatemala, compartieron los sueños de un futuro mejor para el país. 


Mucho debate, mucha reflexión, muchas propuestas y sobre todo muchas ganas de fortalecer la unidad entre los distintos sectores y sensibilidades del movimiento social, campesino y popular de Guatemala.




Información: 
Marcha indígena campesina y popular