jueves, 11 de junio de 2020

GUATEMALA: APROVECHAR LA CRISIS Y REFORMAR LA CONSTITUCIÓN


Aprovechar la crisis y reformar la Constitución
Lo importante es que el pueblo esté alerta.

Por: Miguel Ángel Albizures

En medio de esta grave crisis provocada por el COVID-19, se plantean cambios a la Constitución de la República, que quizás sean necesarios, pero no pertinentes en estos momentos en que la población no tiene muchas posibilidades de opinar y oponerse a todo lo que pueda representar un retroceso, pues la composición del Congreso no garantiza, en absoluto, que se pueda lograr algo bueno, pues responden a intereses espurios, pretendiendo llevar agua a su molino, pues siempre se ha denunciado los fajos de billetes, que antes pasaban bajo la mesa, y ahora se hace descaradamente.

No es raro que diputados que responden a los intereses del sector económico y de los militares más atrasados, ahora se propongan reformas constitucionales en aspectos como la elección de las Cortes, el periodo presidencial, el tiempo parcial o la reelección lo que nos encaminaría a un régimen dictatorial, pues si hoy vemos síntomas dictatoriales reflejados en los discursos, intenciones y actitudes, mañana será un hecho la mordaza a la prensa y la elección de magistrados de las Cortes para beneficiar esos intereses, pues copar las Cortes es el objetivo para que quienes están tras las rejas, o pendientes de captura y acusados de corrupción, tengan la esperanza de que nada sucederá y que las puertas penitenciarias se les abrirán más fácilmente y veamos andar tranquilos a quienes desfalcaron al Estado. Nadie duda que las reformas al sector justicia son necesarias, pero no sabemos hasta cuando tengamos que esperar para que exista una mayoría de diputados en los cuales se pueda confiar para que las reformas sean un paso adelante y no un grave retroceso que afecte a todo el sistema de justicia.

Dentro de todo está la Iniciativa de ley 5477 sobre tiempo parcial, que no es de ahora que se pretende aprobar, sino ya desde hace tiempo, el empresariado ha estado atrás de ese objetivo, al cual se ha opuesto, rotundamente, el movimiento social y especialmente las organizaciones sindicales que consideran afecta gravemente derechos adquiridos en la época revolucionaria, pues contratar por unas cuantas horas de trabajo, atenta contra la estabilidad laboral, y permite burlar las más importante prestaciones de los trabajadores, y que a los empresarios les duele pagar, como es el derecho al Igss, salario mínimo¸ la indemnización por tiempo trabajado, el bono catorce o el aguinaldo e incluso favorece el trabajo precario y atenta contra la libertad de organización sindical.

Lo importante es que el pueblo esté alerta, que no nos metan gato por liebre en tiempos de crisis, pues los politiqueros abundan y los diputados solo ven la cantidad y el color del billete, y los intereses del pueblo les importan un comino. Hasta el momento no se conoce el paquete completo de cambios que quieren promover y varias organizaciones están de acuerdo con los cambios constitucionales, pero no es el momento para ello, pues existe el peligro latente de atentar contra derechos adquiridos.
https://elperiodico.com.gt/opinion/2020/06/11/aprovechar-la-crisis-y-reformar-la-constitucion/

martes, 9 de junio de 2020

MARIO LOPEZ LARRAVE, ¡PRESENTE!

Tomado del libro ¿POR QUE ELLAS Y ELLOS?
Publicado por ODHAG, en memoria de los mártires desaparecidos y sobrevivientes del movimiento sindical Guatemalteco.
Investigación de:
 Miguel Angel Albizures y Edgar Ruano Najarro

El 8 de junio de 1977, pareciera que fue ayer, a esta misma hora, sonó insistentemente el teléfono de la histórica CNT, para paralizar nuestros cuerpos, para confundir por un momento nuestro
pensamiento, para golpearnos en lo más profundo del corazón obrero, para sacudir nuestras conciencias y volvernos de golpe a la realidad guatemalteca, donde pensar ha sido un delito que se paga con la vida. 

¡López Larrave acaba de ser ametrallado! ¿Está con vida? Sí, lo trasladaron al hospital, acaba de suceder. Iremos para allá, hay que llamar a la prensa, a los sindicatos, sacar un boletín, reunir al CNUS, localice a fulano, a zutano, a mengano, avísele a…

 La fatal noticia llegó de inmediato a las fábricas de la Avenida Petapa, regresó por la Aguilar Batres, se fue a la Roosevelt y siguió camino al cordón industrial del Atlántico, a Xela, a Huehue, a Escuintla, y a aquellos rincones donde había obreros y campesinos organizados. Fue un tiro al corazón de la clase obrera, que reconocía en Mario López Larrave al más humilde y destacado laboralista guatemalteco, que había estado junto a ella, en sus momentos de dolor y de alegría, en los grandes momentos de triunfo y en los sinsabores de la derrota. 

Aun a 10 años de distancia la figura de López Larrave se yergue dignamente en la vista pública de calzado Incatecu, y su palabra jurídica, clara y convincente, resuena en las salas de trabajo y en el propio ministerio, donde defendió valientemente los intereses de los trabajadores. Innumerables enseñanzas, escritas y con su ejemplo nos legó López Larrave a quienes tuvimos el honor de conocerlo. A la clase obrera guatemalteca corresponde recoger tan valiosas enseñanzas de quien, sin haber sido un obrero, ofrendó su vida por los trabajadores. Llegará el momento en que la clase obrera podrá rendir un justo homenaje a quien la burguesía quienquiera sepultar en el olvido.

 Esos eran los pensamientos expresados por quien hoy rememora, a 32 años de aquel vil asesinato, la gran figura del “licenciado”. Aquel que recorría los sindicatos, las fábricas, la sede de la CNT, la FASGUA y del CNUS, con la misma tranquilidad y parsimonia con que recorría las aulas y los pasillos de la Universidad de San Carlos,  donde compartía su sabiduría y sus conocimientos con todos, con los estudiantes universitarios y con los líderes sindicales. 

Cualquiera que piense en Mario López Larrave no puede sustraerse de la existencia de una fundación que lleva su nombre y donde se enseña a pensar, a conocer los derechos de los trabajadores, a trabajar las luchas sindicales y populares. Asimismo, la Biblioteca el Ministerio de Trabajo lleva su nombre. Pero muchos ni siquiera lo conocieron, sólo han escuchado de sus andanzas.

Mario López Larrave nació el 7 de abril de 1929 y se casó con Elsa Cordón, con quien procreó dos hijos. El 8 de junio cuando fue asesinado ya había cumplido 48 años de edad y estaba dejando para las nuevas generaciones los escritos sobre sus conocimientos y experiencia en la defensa de los derechos de los y las trabajadoras.

Desde su juventud, en las aulas de la Facultad de Derecho, López Larrave fue dirigente estudiantil y miembro del consejo del periódico Nuestra Lucha, publicación del grupo estudiantil Frente Unido de Derecho (FUD), al cual pertenecía. Se graduó de Abogado y Notario en 1958, año en que muchos de los nuevos abogados sólo buscaban cómo poner su negocio y ganar dinero. Él no, él se interesó en el derecho laboral, en cómo defender a los trabajadores de los patronos que los explotaban y esquilmaban.

Como profesional se quedó dando clases en la Facultad de Derecho, de la cual fue Secretario y Decano. Durante su gestión como Decano se creó la Escuela de Orientación Sindical y creó la Práctica y Secretaría de Derecho Laboral del Bufete Popular. Desde entonces también se comenzó a estudiar la materia de Derecho Procesal del Trabajo, adicional a los dos cursos que ya existían sobre Derecho Sustantivo del Trabajo. 

Combinó el ejercicio profesional y docente con la asesoría a los sindicatos, como a los trabajadores del Ingenio Pantaleón, Incatecu (la única huelga declarada legal en Guatemala en aquella época), y muchos otros. No de balde los trabajadores del Sindicato de Incatecu, cuando publicaron su “Breve Historia del Movimiento Sindical Guatemalteco”, escribieron lo siguiente: “El Sindicato de Trabajadores de la Compañía Guatemalteca INCATECU, S.A., se honra en publicar el presente trabajo, como una muestra de admiración y reconocimiento al gran maestro y asesor, licenciado MARIO LÓPEZ LARRAVE, quien jugara un papel preponderante en el éxito de nuestro conflicto laboral, finalizado en esta fecha. Guatemala, agosto 4 de 1975.” 

Escribió varios libros y artículos sobre temas relacionados con el derecho laboral, pero también con la historia del movimiento sindical, la libertad sindical, el derecho de huelga, el proyecto del nuevo Código de Trabajo. 

López Larrave decía que “la pérdida de la fe en la ley y en quienes la aplican conduce a las medidas de hecho”, sentencia que sigue siendo válida en tanto la falta de aplicación del derecho laboral y la connivencia con los patronos violadores de derechos humanos es la causa principal de los conflictos laborales.

Asimismo, señalaba que “la unidad de la clase obrera, en alianza con la clase campesina, es el camino [para la transformación de la sociedad]”. Las cámaras patronales saben perfectamente quién fue Mario López Larrave, como lo saben los abogados que en aquella época temían enfrentarse al laboralista Larrave, porque él era el verbo de la clase obrera que con su elocuencia, apegada a derecho, los dejaba sin argumentos cuando intentaban retorcer las leyes y violentar los derechos inalienables de los trabajadores.

http://www.odhag.org.gt/pdf/Movimiento%20sindical%20Guatemala.pdf

domingo, 7 de junio de 2020

UN GRANO DE MAÍZ



UN GRANO DE MAÍZ

Documental un grano de maíz para la construcción de parques regionales municipales en la cadena volcánica central Kaqchikel.

Producción: Asociación SOTZ'IL
Guión: Ramiro Batzín - Victorino Tejaxún
Cámara: Arturo Albizures
Locución: Yessica Ocampo
Edición: Victorino Tejaxún
Traducción y Voz Kaqchikel: Patricia Tejaxún
Música: El Actor Etéreo - Sebastián Laborina - Marimba Maya Kiche

LA DIGNIDAD DE UN CANCILLER -GUILLERMO TORIELLO GARRIDO-



LA DIGNIDAD DE UN CANCILLER  -GUILLERMO TORIELLO GARRIDO-

Documental sobre la vida del Dr. Guillermo Toriello Garrido "El Canciller de la Dignidad", Guillermo Toriello, quien fue defensor de las democracias latinoamericanas, canciller guatemalteco durante la "Década democrática de 1944 a 1954", condecorado reiteradamente por su trayectoria académica y revolucionaria, miembro fundador de la Organización de las Naciones Unidas -ONU- y partícipe activo en la consecución de la firma de los Acuerdos de Paz en Guatemala. Falleció el 27 de febrero de 1997 en Cuba, pocas semanas después de haberse llevado a cabo la firma del Acuerdo de Paz Firme y Duradera.

sábado, 6 de junio de 2020

GUATEMALA: EDNA ALBERTINA IBARRA ESCOBEDO Y CARLOS ALBERTO FIGUEROA ¡PRESENTES! HONOR Y GLORIA PARA ELLOS

El día 6 de junio de 1980 en la ciudad de Guatemala, individuos al servicio del Estado de Guatemala, ejecutaron con armas de fuego a los esposos Edna Albertina del Tránsito Ibarra Escobedo de Figueroa y Carlos Figueroa, militantes del Partido Guatemalteco del Trabajo.

SEMBLANZAS DE:
CARLOS FIGUEROA Y EDNA ALBERTINA IBARRA ESCOBEDO

Tomado del libro:
La solidaridad era la base de sus vidas : en memoria de los mártires desaparecidos y sobrevivientes del magisterio de Guatemala. 
Autores:
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales FLACSO
Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala ODHAG.
https://www.odhag.org.gt/pdf/La%20solidadridaderalabasedesusvidas.pdf
Fotos del documental "Los que sobrevivan, no olviden" 
Colaboración de Carlos Figueroa Ibarra.


CARLOS ALBERTO FIGUEROA CASTRO

Nació en San Andrés Itzapa, departamento de Chimaltenango, el 13 de marzo de 1928. Fue hijo no reconocido de Osberto Castro y de Elisa Figueroa. Tuvo una infancia rural modesta, al lado de su abuela María Rodas de Castro, a quien llamaba Mamá Maruca. Cuando frisaba los 12 años su padre lo arrebató de los brazos de Mamá Maruca y se lo llevó a vivir con él a Fraijanes, en donde hacía vida marital con una jovencita, Esperancita Reina Barrios, a la cual se había robado. Con ella había procreado a sus hijas Martha y María Elena Castro. 

A los 13 años pudo entrar becado a la Escuela Normal para Maestros de la ciudad de Guatemala. 

En 1944, la Revolución de Octubre le dio la oportunidad de hacer una acción práctica en función de una sociedad más democrática y libertaria. Recién graduado de maestro se incorporó a la Guardia Cívica y con ello no se quedó al margen del suceso político más importante de la Guatemala del siglo XX. Trabajó como maestro rural en Usulutlán, El Salvador. Después de un tiempo de trabajar allí atravesó Guatemala, lugar en donde había dejado una novia, para luego seguir su rumbo hacia México, en donde se establecería en Xometla, un pequeño poblado relativamente cercano a las pirámides de Teotihuacán. Allí también ejerció lo que sería una de las pasiones de su vida, la enseñanza. 

Después de años de viajes y peripecias regresó a Guatemala, en donde se encontró con un resultado que no por totalmente esperado le resultó menos doloroso. La novia lo había dejado, cansada de esperarlo. Después de una convalecencia amorosa ingresó a la Facultad de Humanidades y tuvo la oportunidad de dar una conferencia sobre socialismo con base en todas las experiencias que había tenido en México. Fue en esa conferencia donde un condiscípulo, León Valladares, le presentó a Edna Albertina Ibarra Escobedo. Vidas paralelas, infancias sufridas y el anhelo de una vida feliz juntos, los llevó a casarse en noviembre de 1951.

Para ese entonces ya había ingresado a las filas del Partido Comunista, después Partido Guatemalteco del Trabajo. Comenzaba una nueva etapa de la revolución con el gobierno de Jacobo Árbenz, en la que las transformaciones políticas que había emprendido Juan José Arévalo se continuarían en las transformaciones sociales que la organización de amplias masas estaba exigiendo. Se convirtió en dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG). En ese período ejerció como docente en el colegio Guatemala. 

Cuando en 1954 regresó la delegación guatemalteca después de haber participado en una batalla diplomática en la conferencia de la OEA en Caracas, fue uno de los oradores que dieron la bienvenida a dicha delegación encabezada por el canciller Guillermo Toriello Garrido y en la cual participaron Miguel Ángel Asturias, Carlos González Orellana y Julio Gómez Padilla, entre otros. 

El PGT quedó desorganizado después de la caída de Árbenz. Una parte de sus cuadros y dirigentes tuvieron que asilarse en las distintas embajadas. Se escondió en una finca del director del colegio Guatemala, don Roberto Nocedo Arís. Disfrazado de campesino se encaminó a la frontera de México hacia el exilio.

Únicamente durante esos años le pudo dar rienda suelta a su vocación literaria. Publicó en 1959, editado por Ediciones de la Revista de Guatemala, un libro de cuentos que se llamó “Un carruaje bajo la lluvia”. 

La muerte de Castillo Armas creaba una nueva coyuntura política y el PGT buscó aprovecharla llamando a toda su militancia que estuviera dispuesta a terminar su exilio. Atendió el llamado y a mediados de 1958 regresó a Guatemala. Su familia lo siguió pocos meses después y su vida en Guatemala recomenzó. A principios de los años sesenta volvió a la universidad. Fue la oportunidad de retomar sus estudios que habían quedado truncos. Pronto la vida estudiantil se articuló con la militancia política. Fue uno de los fundadores de la Asociación Pro Retorno al Humanismo (APRAH). Esta organización de izquierda derrotó en 1961 a Danilo Barillas, el candidato social cristiano, en la lucha por la presidencia de la Asociación de Estudiantes de Humanidades (AEH). En 1962, cuando se observó la revuelta preinsurreccional de marzo y abril, participó a plenitud en dicho movimiento. En marzo de ese año el coronel Carlos Paz Tejada encabezó el primer intento guerrillero que se observó en el país y la lucha revolucionaria comenzó a radicalizarse. El terrorismo de estado empezó a adquirir rasgos más profundos y devastadores, su casa fue cateada varias veces por las fuerzas de seguridad. Entre los años de 1967 y 1972, tuvo la vida pendiendo de un hilo. Ejercía ya la profesión de psicólogo, se había graduado en 1968.

A su regreso del exilio volvió a ejercer la docencia en el colegio Guatemala y ahora también en el instituto Modelo; continuó ejerciendo como docente hasta el año 1966. 

Después de años de terror, en la década de los setenta y particularmente después del terremoto de 1976, la sociedad guatemalteca empezó a vivir una nueva etapa de agitación. Fue toda esa acumulación de fuerzas sin la cual resultaría inexplicable el estallido revolucionario a fines de los setenta y principios de los ochenta. Fueron los años que culminaron en la revolución sandinista que a su vez enardeció los ánimos revolucionarios en toda Centroamérica. Y también enardeció la voluntad terrorista de la dictadura guatemalteca. En 1978 tuvo una última aparición pública: fue candidato a presidente del Colegio de Humanidades por la lista de la izquierda. 

El viernes 6 de junio de 1980, durante la dictadura de Romeo Lucas García, a través del aparato del ejército autodenominado Ejército Secreto Anticomunista, fue acribillado junto a su esposa en su auto, después de perseguirlos varias cuadras. En agosto de 1994, 14 años después de aquel aciago día, sus hijos tuvieron la tranquilidad suficiente para llevarlos al lugar donde están definitivamente sepultados. Habían permanecido durante todos esos años en un lugar prestado por una amiga de muchos años, Julita Urrutia. Independientemente de las consecuencias familiares, su muerte tuvo una honda repercusión en el medio de izquierda guatemalteco porque era un hombre muy conocido, también en el ámbito de sus pacientes en el consultorio psicológico. Han pasado casi 30 años desde su asesinato y aun hay personas que guardan una gran gratitud por la ayuda que les significó su conocimiento profesional. Muchos de sus estudiantes que lo tuvieron como maestro en el nivel de secundaria, bachillerato y universitario también resintieron su asesinato. 

Fue un hombre sumamente valioso para la sociedad, pero aun cuando no lo hubiera sido, aunque hubiese sido un anónimo campesino, trabajador o estudiante, una persona procedente de los sectores más marginados y olvidados del país, su nombre merecería estar inscrito en los registros de las víctimas del terrorismo de estado implementado por las dictaduras militares en Guatemala. 
Su nombre, como el de miles de indígenas, obreros, estudiantes, profesionales, debería estar registrado. En un país como Guatemala, en el que el terror estatal cobra la vida de 150 mil ejecutados extrajudicialmente y 45 mil desaparecidos, hay que hacer hasta lo que se pueda para que las víctimas de un orden excluyente y criminal no se conviertan en una estadística fría y escueta.




EDNA ALBERTINA IBARRA ESCOBEDO DE FIGUEROA


Edna Albertina del Tránsito Asunción Ibarra Escobedo nació el 15 de agosto de 1923 en Momostenango, Totonicapán. Fue hija de Albertina Escobedo y de Carlos Ibarra y Larrave. Tuvo una infancia difícil. Su madre Tinita murió pronto, dejando huér-fanos a ella, a su hermano Jorge y a un muchacho, Enrique, quien murió siendo apenas un niño. Enfrentando a un padre de carácter despótico, el autoritarismo también lo sufrió en el Instituto Nacional para Señoritas Belén, en donde estudió en la época de Ubico. 

A los 16 años obtuvo su título de maestra de educación primaria y el mismo significó una oportunidad para salir del autoritarismo ubiquista que se respiraba en Belén y del autoritarismo paterno que la ahogaba en su hogar. Consiguió una plaza de maestra en la cabecera departamental de Chimaltenango, abandonó para siempre la casa paterna y empezó a ganarse la vida como maestra. 

Transcurrirían varios años de su vida en estos menesteres hasta que llegó la revolución de 1944. Llegó el momento en que el gobierno de Juan José Arévalo ejercería su impronta en el país. Evidentemente no era lo mismo tener un pedagogo en la presidencia en lugar de un militar cuartelero o un terrateniente que admiraba a Napoleón y que reproducía el oscurantismo heredado de la colonia. Se fundó la Facultad de Humanidades con el concurso de humanistas guatemaltecos y extranjeros. A la par de Enrique Muñoz Meany y José Rolz Benett, la Facultad de Humanidades pudo tener como maestros a exiliados republicanos, tales como el Dr. Román Durán y doña María de Sellarés, quien también le imprimió un cambio notable al instituto Belén. 

Fue estudiante de la Facultad de Humanidades en dos períodos distintos, durante los gobiernos de Arévalo y de Árbenz. Interrumpió sus estudios cuando salió al exilio en 1954. Los retomó aproximadamente en 1959 cuando reingresó a la Facultad de Humanidades. Finalmente obtuvo el título de licenciada en Psicología en 1970. 

En la Facultad de Humanidades un estudiante nicaragüense, León Valladares, quien después se convirtió en el padrino de su hija Lucy, le presentó a un joven maestro llamado Carlos Figueroa, quien recién llegaba de un periplo como maestro rural en El Salvador y en México. Ese joven estudiante de humanidades fue invitado a dar una conferencia sobre socialismo. Se sintió atraída por su inteligencia y sus finos modales y una vez siendo novios y con perspectivas de casarse, pensó que con el tiempo la afición por el socialismo se le iría atenuando y entonces se convertiría en el hombre perfecto. 

Los tiempos de una revolución que se profundizaba exigían de su esposo una dedicación plena aparte de las labores que tenía que realizar para mantener a su familia. Edna soñaba con una vida apacible, con un marido con el cual crecería, envejecería y gozarían a los nietos. Debe haber sido el momento más tenso de sus relaciones porque él ni siquiera tuvo el tiempo para estar en la clínica cuando nacieron sus hijos. Cuando el gobierno de Árbenz cayó, y Carlos pasó a la clandestinidad y al exilio, Edna tuvo que quedarse a cargo de sus dos hijos mientras hacía los trámites para reunirse con él en la ciudad de México. Fueron meses de tristeza, desazón y penurias económicas. Una madrugada, debiendo varios meses de renta, abandonó la casa en la que vivíamos y tomó el avión para México. 

Ella nunca hubiera querido regresar a Guatemala. En México tuvo la paz que anhelaba, pero un buen día él le anunció que en unos meses regresaría a Guatemala, ya que el PGT estaba llamando a todos sus militantes a poner fin a su exilio. En agosto de 1958 se reunió la familia, esta vez en la ciudad de Guatemala y una vez más las penurias económicas se unieron a las angustias que originaba su militancia. Volvieron ambos a estudiar a la Facultad de Humanidades a retomar los estudios de psicología que los avatares políticos habían truncado años atrás. Fue en esos años en los cuales ella observó una transformación política notable.

 Siguió a su esposo en la fundación, organización y actividades del grupo estudiantil de la izquierda en dicha facultad, la Asociación Pro Retorno al Humanismo (APRAH), en la cual convivieron con los que después serían esforzados militantes revolucionarios. Allí estaban, entre otros, Mario Botzoc Hércules, Carlos Orantes Tróccoli, Roberto Andreu, Mario René Matute, María Rodríguez, Sergio y Elsa Licardie. En el lado de los académicos la lucha la encabezaban Carlos González Orellana, Rodolfo Ortiz Amiel y Héctor Cabrera. 

Pasó de ser esposa respetuosa de las ideas de su marido ─sin compartirlas─ a su compañera de lucha. Ese proceso de cambio ideológico tuvo su momento culminante en las jornadas preinsurreccionales de 1962. Durante las jornadas de marzo y abril de 1962 formó parte de los contingentes de mujeres que vestidas de negro se enfrentaron a la policía en el contexto de las manifestaciones y movilizaciones callejeras que se observaron durante aquellas semanas. Los que siguieron fueron años de lucha incansable. Formaba parte del grupo de mujeres que organizaban actividades para los presos políticos, hasta el momento en que los hubo en Guatemala. También participó en reconocimiento de cadáveres en la morgue, en la recaudación de víveres, en la ayuda a familiares de los combatientes. En 1968 sufrió un golpe muy duro. Fue la muerte en combate de Mario Botzoc Hércules, a quien ella llegó a querer mucho. Mario era un joven y ella vio en él un probable destino que enfrentaría alguno de sus hijos y eso la aterrorizó. Desde entonces dejó su participación activa y solamente acompañó a su esposo con su apoyo moral y respeto a sus actividades. 

Ejerció el magisterio en la educación pública a nivel primario y en educación de adultos en diversos establecimientos a cargo del Ministerio de Educación Pública. En los últimos tiempos de su vida ejerció labores de supervisión docente, además de tener su consultorio privado de psicología. Disfrutó su trabajo clínico dedicándose sobre todo a los niños. Tuvo siempre los pies en la tierra y una visión muy realista de lo que sucedía, a diferencia del idealismo moral incurable de su esposo. 

En la mañana del viernes 6 de junio de 1980 su esposo le dijo que prefería irse sólo al consultorio que ambos atendían. Ella insistió en acompañarlo. Diez minutos después ambos fueron arrasados por la metralla al servicio de la dictadura de Romeo Lucas García.
https://www.odhag.org.gt/pdf/La%20solidadridaderalabasedesusvidas.pdf
Fotos del documental "Los que sobrevivan, no olviden" 


UN ENEMIGO DEL PUEBLO



Un documental dirigido por el dramaturgo Victor Hugo Cruz quien fue el director de la obra de teatro “Un Enemigo del Pueblo” de Enrique Ibsen.
En este documental retomamos la obra de Henrik Ibsen  "Un enemigo del pueblo" su protagonista, el Doctor Stockmann, denuncia que las aguas del balneario, principal fuente de ingresos del pueblo, están corrompidas y son un peligro para la salud. Las fuerzas sociales del pueblo tratan de ocultarlo y él se queda solo en su denuncia, pues la verdad es incómoda para mucha gente.
Realización: Asociación COMUNICARTE
Dirección: Victor Hugo Cruz
Cámara: Arturo Albizures y Boris Hernandez
Guión y Edición: Boris Hernandez
Locución: Armando Cu Moran

jueves, 4 de junio de 2020

GUATEMALA: SOCIEDAD BAJO CONTROL

El espionaje es un hecho si tomamos en cuenta los aparatos con los que ya cuentan y el personal de inteligencia que trabaja en la sistematización de la información.

Por: Miguel Ángel Albizures

Como periodistas no dudamos que el control telefónico, los seguimientos y amenazas veladas se estén dando, de forma sofisticada o descaradamente, para advertirnos que saben lo que hacemos, lo que opinamos y con quien hablamos, pues es una enfermedad crónica de los gobiernos militares o de los militares que hacen gobierno, con un civil a la cabeza, para “mantenerlo informado” de quienes conspiran contra él o quienes simplemente lo critican. Me imagino que si el Presidente les reclama sobre este control ciudadano, se le cuadran y le dicen “es para mantenerlo bien informado señor presidente” y con una palmadita en el hombro terminó todo y “sigue la yunta andando”.

Ahora resulta que estaban haciendo una encuesta de opinión que, sin más ni más, les sirve también para cuadricular a la población y saber que leen, a quién y porqué, y la acompañan con fotos de periodistas y otras que no son el objetivo, pero contribuyen a desviar la atención para que no piensen que solo tienen interés en los periodistas, si tienen audiencia o no y porqué, para ponerle más el ojo encima o simplemente para mandarlo al otro lado y simular un asalto. Ya el simple hecho de publicar su foto, es ponerlos en peligro, especialmente la de quienes, en sus escritos o reportajes no mantienen fotos y ellos, las consiguieron. La empresa que ha estado atrás de esta encuesta es la compañía llamada predictvia, con sede en Massachusset, y que al conocer las denuncias presentadas por periodistas retiro la encuesta, de ella no se sabe más que el nombre y que se dedica al análisis de datos para predecir el comportamiento de consumidores y también de potenciales votantes, pues este tipo de estudios también puede aplicarse al mercado electoral, y no solo de consumidores, pero en este caso no se sabe quién le contrató y con qué fines.

Es decir el espionaje es un hecho si tomamos en cuenta los aparatos con los que ya cuentan y el personal de inteligencia que trabaja en la sistematización de la información. Le damos el beneficio de la duda al Presidente, de que él no está atrás de lo que hace y deshace su equipo de militares acostumbrados, -en otros tiempos- a poner el dedo en personajes de la vida nacional y de periodistas que no acostumbraban guardar silencio ante las atrocidades que se estaban cometiendo, pero no está demás señalar que según el observatorio de la Asociación de Periodistas de Guatemala, “Desde mediados de marzo, cuando se conoció el primer paciente por coronavirus, hasta inicios de junio, se registraron treinta y cinco ataques contra medios y comunicadores, casos que en su mayoría tenían relación con la cobertura de acciones relacionadas al COVID-19 y las restricciones para que los comunicadores accedieran a información relevante”. Pero además se cometieron, “Actos graves como amenazas, destrucción y robo de equipos, incluyendo la irrupción en la vivienda de un periodista, difamación en redes sociales, detención arbitraria y ataques físicos” a todo ello se agrega la broma de mal gusto del presidente al rociar con spray a los periodistas o sus deseos no cumplidos al expresar que le gustaría “imponer toque de queda a los medios de comunicación”. Aprovechamos para manifestar nuestra solidaridad a la investigadora, defensora de derechos humanos y periodista Tania Palencia por las agresiones sufridas y el robo de su computadora y teléfono por parte de hombres que ingresaron violentamente a su casa.
https://elperiodico.com.gt/opinion/2020/06/04/sociedad-bajo-control/