viernes, 1 de marzo de 2013

Resistencia pacífica


Está por cumplirse un año desde que un grupo de pobladores se organizó en forma permanente para impedir el paso de los camiones en el ingreso del proyecto minero Progreso VII Derivada, entre los límites de San José del Golfo y San Pedro Ayampuc, Guatemala. Es un lugar al que se llega luego de desviarse 11 desde el kilómetro 17 de la ruta al Atlántico, por un camino sinuoso, rodeado de montañas. Donde comienza el Corredor Seco.

POR ANA LUCíA GONZáLEZ D FRENTEhttp://prensalibre.com.gt/revista_d/Resistencia-pacifica_0_867513477.html
En este punto se observan casetas de madera, mantas de protesta, un altar y la bandera de Guatemala. Allí se encuentra, regularmente, Yolanda Oquelí Véliz, 33 años, líder del movimiento, esposa y madre de dos niños de 2 y 3 años, quien sobrevivió por esta causa a un atentado, ataque por el que aún mantiene una bala incrustada en la espalda. Aunque reconoce que el hecho la obligó a retraerse por unos meses, regresó a la lucha, la cual encabeza bajo el concepto de la “resistencia pacífica”.
¿Por qué su oposición a la explotación minera?
La preocupación más grande es el uso exagerado del agua y la contaminación de esta. Pertenecemos al Corredor Seco y la escasez ya se ve. Con la estadía de la empresa, prácticamente nos quedaríamos sin agua.
¿Qué la motivó a dirigir esta lucha?
Quiero dejar a mis hijos un futuro libre de contaminación ambiental. Y no son solo a ellos, sino a todos los niños. Me mueve ver a los pequeños que vienen a hacer sus turnos.
¿Cuáles son los daños que usted cree que produce la explotación minera?
El conflicto social ha provocado daños irreparables, pero lo esencial, el recurso agua, es nuestro principal motivo de protesta.
¿Cómo ha cambiado su vida desde la resistencia?
Ha sido difícil, pero abrí el espacio y me di cuenta de que con mi participación se sumaron otras mujeres a la lucha. Decidí integrarme a un grupo de seis, donde yo era la única mujer.
¿Fue una especie de imán?
Sí, siempre dije que era importante la participación de la mujer. Cuestionaba al grupo y me contestaban que talvez ellas no lo hacían porque eran tímidas. Me he dado cuenta de que las mujeres participan y tienen la capacidad de actuar. Le pedí al grupo que integrara a su familia e hijos y lo hicieron.
Una lucha de alcance político
He analizado las batallas de otros lugares y cuando los hombres están al frente siempre son agredidos y criminalizados. El mensaje que doy es: ‘Quiero que todas vayamos al frente’. Al principio fueron un poco temerosas, pero gracias a Dios logramos mantener la idea y hoy más que nunca ellas saben que son importantes. Cuando les platiqué, les impactó escuchar que si nos agredían caían en delito. Logramos establecer este esquema y hasta el día de hoy, con el apoyo de Dios, se mantiene.
¿De dónde captan los recursos para organizarse?
De familiares que están en la lucha.
¿La lucha pacífica y la mujer marcan distancia con otras protestas?
Las mujeres se han empoderado. Ahora ellas saben defender sus derechos, y no solo aquí, sino que también en todas partes. Los hombres, en su desesperación, querían hacerlo como en otros puntos, con piedras, a lo cual siempre dije que no. Mi posición es pacífica para que no nos criminalicen. Fue difícil que aceptaran esta idea.
¿Y el respeto a la propiedad privada?
En este punto es donde entra en controversia el Gobierno. Ciertamente es un terreno privado que compraron con mentiras, pero más que eso, no se puede dar espacio a una empresa extranjera para que reclame derechos de trabajo, si está en peligro la salud de comunidades enteras.
¿Cómo se logra una resistencia pacífica en un país convulso?
Estuve en escuelas de formación política y pude analizar varias situaciones a nivel nacional. También estuve en un taller de la Unidad de Protección a Defensores de Derechos Humanos de Guatemala (Udefegua) donde se nos explicaba la lucha pacífica y sus frutos. Creo que esta resistencia es el fruto de ese taller. Allí me mostraron la película Gandhi, me metí de lleno y me quebró. Ese día salí llorando y pensé: ¡Qué ejemplar!
¿Cuál fue el momento crucial?
El 2 de marzo venía una máquina perforadora de pozos y se le atravesó un automóvil conducido por una mujer. No se logró detenerlo, pero sí logré decir a la gente: ‘¡No vamos a permitir que entren más!’. Aproveché ese momento para que la gente pudiera escuchar mi planteamiento. Tenía miedo pero dije: ‘Voy a traer tortillas y café a mi casa y vamos a empezar a hacer turnos’. Los primeros 15 días los pasé aquí, solo llegaba a mi casa a bañarme y regresaba.
¿Cómo ha impactado esto en su vida familiar?
Es fuerte. Mi esposo, César del Cid, ingeniero agrónomo, es parte de esto. Tuvo que salir del país por la misma situación. Ahora estoy sola con mis dos bebés en casa de mis padres. Para míél es mi máximo soporte y me ha animado, pues entiende el daño.

El 13 de junio, Oquelí fue herida de bala por dos hombres en motocicleta, al regresar en su vehículo desde el lugar de la resistencia hacia su casa.
Después del ataque, ¿qué la hizo continuar?
Lo primero que pasó por mi mente fueron mis hijos y mi esposo. No he logrado superarlo, es un trauma.
¿Estuvo escondida?
Sí, como cuatro meses. Regresé hasta el 7 de noviembre. Me llevaban videos de la gente, saludos, y me pedían que volviera.
En cuanto a la investigación, no sé nada. Si Dios me dejó viva, para mí eso es un compromiso más para estar en la lucha.
Tengo una bala incrustada en mi cuerpo, muy cerca de mi columna. Es un dolor que llevo todo el tiempo y tomo medicamentos para bajarlo. Pero en vez de retroceder, esto me empuja a seguir. Me duele el trauma con mis hijos (lágrimas) y familia, es lo más fuerte.
¿Se siente protegida?
También tengo problemas serios. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) me otorgó medidas cautelares. No es fácil tener gente armada. Pero justo después del fuerte enfrentamiento con el Ministro de Gobernación el pasado 7 de diciembre, me han rotado la seguridad y la de mi familia cada 30 días. Me siento vulnerable.
¿En qué estatus se encuentra el proyecto minero?
Exmingua se retiró.
Pero el bloqueo permanece
La licencia de explotación no ha sido cancelada, está autorizada para 25 años. Nuestro planteamiento fue que no se nos había consultado. Hoy la posición es que se cancele la licencia. Logramos que se retirara parte de la maquinaria, incluso la perforadora de pozos, pero adentro hay más. Estamos luchando para que saquen toda la maquinaria.
¿Qué evidenció el estudio de impacto ambiental presentado?
El análisis reciente del ingeniero Robert Robinson, a solicitud del Colectivo Madreselva, sobre los estudios de impacto ambiental (EIA) presentados por la minera al Ministerio de Energía y Minas (MEM), hace constar que los niveles de arsénico entre la población son ocho veces más altos de lo normal.
¿Y la consulta?
Estamos haciendo los trámites para llevarla a cabo, pero creo que ahora nos cambió la perspectiva este estudio. El problema ya no es la consulta sino la salud. El arsénico es un problema, pero también la escasez de agua. En la cabecera tenemos agua dos horas cada dos días. Hay aldeas que pasan meses sin agua, van a los ríos que se secan en verano. La minera habla de perforar sus pozos, pero se hará con la poca agua que tenemos.
¿Cómo se han organizado?
Son 12 turnos, de las 12 comunidades que participan, de 24 horas cada uno. Cada grupo lo integran entre 40 y 50 personas. Para las emergencias sabemos comunicarnos. Con solo sonar las campanas de la iglesia, en cuestión de media hora logramos reunir a más de tres mil 500 personas.
Durante los enfrentamientos han cantado el himno nacional
Entre el 13 y el 22 de noviembre, fuimos hostigados a diario por parte de la minera. Nos decían muchas cosas, pero cuidamos de no agredirlos verbalmente para no caldear los ánimos. Entonces teníamos que estar callados, solo escuchando. Fue entonces cuando se me ocurrió empezar a cantar el himno nacional, algunas alabanzas y después empezamos a orar.
¿Cuál fue la reacción?
Se paralizaron. En algún momento los compañeros decían ‘si no quemamos carros la Prensa no va a venir’. Dije: A mí no me importa darme a conocer, lo importante es no dejarlos entrar.
Se ha ganado parte de la batalla. ¿Qué sigue?
Aquí no está en marcha solo este proyecto, existen, aproximadamente, 14 para esta área. No lo decimos nosotros, sino el MEM. Tenemos un mapa con los puntos rojos focalizados de explotación minera en este sector: San Pedro Ayampuc, Palencia, San José el Golfo, San Antonio la Paz.
¿Hasta dónde están dispuestos a llegar?
Sabemos el día que empezamos, pero no el final. Les digo: El que se cansa, pierde.
PERFIL
Activista ambiental y pacifista, líder del movimiento comunitario La Puya contra minería en San José del Golfo y San Pedro Ayampuc.
El 13 de junio fue víctima de un atentado.
El líder que ha inspirado esta resistencia es el hindú Mahatma Gandhi (1869-1948)

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