jueves, 12 de febrero de 2015

Silenciar voces críticas. Un mal ejemplo en educación.

PROFESOR CARLOS GOMEZ

HELMER VELÁSQUEZ
Siempre hemos estado ciertos, que una parte fundamental de la labor del Maestro es ser portador de ideas libertarias y dinamizador de inquietudes juveniles. Es decir, es quien estimula avidez y energía juvenil, para encauzarlas dentro del proceso educativo, en donde será de particular importancia motivar en el alumnado el interés por su involucramiento en los asuntos nacionales; corresponde además –al Maestro– mediar en favor de los derechos estudiantiles cuando estos se vean amenazados, y actuar en su defensa en casos de agresión policiaca o de otra índole. Estas calidades concurren en el ejercicio profesional del profesor Carlos Gómez Ruiz; se trata de un Maestro especialmente preocupado por el entorno social en que discurre el proceso educativo, cualidad que ha inculcado en las generaciones de estudiantes con que ha compartido. Sin embargo, Guatemala, conservadora como es, lejos de premiar, sanciona estas cualidades y es así que por mediar en favor de sus estudiantes –hace ya ocho años– la administración educativa de ese momento le inicia proceso administrativo –y posteriormente– judicial de despido.

Luego de un largo proceso –siete años– a través de Acuerdo Ministerial emitido el 30 de diciembre 2014 y notificado a finales de enero 2015, la señora Ministra ordena al Maestro Gómez Ruiz cesar en sus funciones. En el fondo del asunto está la actitud que –Gómez Ruiz– ha mantenido en su interacción con alumnos, gremio magisterial y organizaciones sociales. Un Maestro preocupado y ocupado en transmitir y promover en sus jóvenes alumnas del Instituto Belén la llama de la libertad y la actitud crítica tan necesaria en la juventud, si pretendemos sustentar democracia a futuro en este país. Esta no parece ser la escala de valores de la señora Ministra, quien ha demostrado a lo largo de su ejercicio ministerial una vocación impositiva más que de promoción de acuerdos con la comunidad educativa, esto quedó en evidencia en la cuestión del futuro de la Carrera Magisterial, la señora Ministra rehuyó el debate.

Carlos Gómez Ruiz, por el contrario, destacó en la defensa de una formación magisterial que correspondiera a nuestra realidad y a las aspiraciones de miles de padres de familia y jóvenes, provenientes –en su mayoría– de la ruralidad guatemalteca, para quienes los cambios en la carrera de magisterio significaron el fin de sus aspiraciones vocacionales y de movilidad social.

Esta fue una de las causales, no expresadas, en la decisión ministerial. Revocar la medida y devolver a sus funciones al profesor Gómez Ruiz, será una medida de justicia.
http://www.elperiodico.com.gt/es/20150212/opinion/8420/Silenciar-voces-cr%C3%ADticas.htm

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