MIGUEL ANGEL ALBIZURES
La historia no se borra aunque se ascienda a la cumbre del poder, ni tirándose de cabeza desde el Palacio Nacional o de la Torre del Reformador. Lo escrito, escrito está, los hechos hablan y el pueblo no es baboso, lee, pregunta, recuerda y saca sus propias conclusiones, como: “No queremos más de lo mismo”. Si algo tienen en común Otto Pérez y Maldonado Aguirre, es su pasado, y gran parte de su presente, que ha sido cuestionado. Los dos, desde diferentes instancias, se opusieron al juicio por genocidio. Uno perteneció al partido de la “violencia organizada” y el otro, elComandante Tito, hizo méritos a lo largo y ancho de la desangrada región ixil, pero además, desde hace tiempo, se le vinculó como parte del grupo clandestino el “Sindicato”, desde donde se cometieron muchas fechorías. Por eso, los dos se miran las manos, se las lavan y frotan con alcohol, pero siguen manchadas de sangre.
Para la Embajada Gringa, Maldonado Aguirre es el peón ideal en esta crisis, e incluso lo es para los grupos de poder, que ven peligrar sus intereses, por eso la posición tajante del sector empresarial, (CACIF), que ve con buenos ojos la renuncia de Otto Pérez, para negociar con Maldonado Aguirre, quien automáticamente llegaría a la Presidencia. Creo que aprovecharán la fuerza de las últimas movilizaciones ciudadanas que, aparte de sus justas reivindicaciones, piden la cabeza de Otto Pérez y Maldonado Aguirre.
La población, al hacer uso de su derecho ciudadano, no se está pronunciando solo contra la corrupción, que es evidente, lo empieza hacer fuertemente contra el sistema injusto que le han impuesto, y esa es la preocupación de la oligarquía y de los Estados Unidos, que sigue metiendo sus manos en los diferentes rincones de Casa Presidencial y del Palacio, pero también en las cámaras patronales, para que no se les vaya de las manos la situación. Ojalá la fuerza ciudadana sea más compacta y extensa, porque quizá así comprendan que sin cambios profundos, no habrá paz en Guatemala, porque el Estado tiene que reconstruirse o refundarse, tomando en cuenta los intereses de la población y no solo los de la oligarquía quien, con el apoyo del Ejército, lo ha mantenido a su servicio.
Tienen derecho a seguir esforzándose por mantener el sistema, pero el pueblo también tiene su derecho, y lo está ejerciendo, al exigir cambios sustanciales que saquen a Guatemala de la vergonzosa miseria que le oprime y que cuesta la vida de miles de niños y madres, por desnutrición crónica. Las madres de hoy, y los padres que sobreviven con míseros salarios han salido a las calles por el futuro de sus hijos, y no será fácil que regresen a sus casas con las manos vacías. La educación, la salud, la vivienda, la tierra, el derecho a un ambiente sano, son reivindicaciones que en otros momentos han sido sepultadas por la represión, pero hoy, y ojalá así sea, las calles seguirán siendo del pueblo hasta que el poder sea del pueblo, tal como lo dice la Constitución.
http://elperiodico.com.gt/es/20150521/opinion/12703/Peor-con-los-dos.htm
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